La boda de Jaume y Marta en Sallent, Barcelona

El día de nuestra boda

Cuando mi ahora marido y yo decidimos casarnos, pensábamos en hacer algo pequeño, conforme fue creciendo la idea, también fue creciendo nuestra ilusión, y finalmente organizamos una boda para 120 invitados.

Él es un chico muy tranquilo, al contrario que yo. Los días antes de la boda me los pasaba haciendo listas mentales y repasando una y otra vez todo. Parecía que el día nunca iba llegar... Pero llegó. Por más que repasaba, sabía que lo tenía todo. El hecho de haber organizado la ceremonia en el restaurante me facilitó mucho todas las tareas, ya que me ayudaron absolutamente en todo. Deposité toda mi confianza en ellos, y realmente no me equivoqué. Todos los proveedores los contraté a través de Bodas.net. Otra decisión que también me facilitó muchísimo la vida.

El mismo día por la mañana me levanté bien prontito. Desayuné una ración de sushi. Me maquillé cuidadosamente (suerte que no me tembló el pulso), y ya entré en la vorágine después de la peluquería. Después de la sesión con el fotógrafo en casa de mis padres, fui hacia el restaurante con mis padres y mi tío en coche, que lo decoraron con una rosa roja en cada puerta, a juego con mi ramo. Elegí toda la decoración floral de la boda en rojo, con gerberas y rosas. Tanto el novio como yo nos vestimos de negro y rojo. Una decisión rara vista desde fuera por quien no nos conozca. Pero quién sí lo haga sabrá que no podía ser de otra manera.