La boda de Janu y Indira en Covas (Viveiro (San Xoan), Lugo

Cuando llegamos al hotel, Thalasso Cantábrico Las Sirenas, hubo un momento muy gracioso, pues todavía no había entrado, el novio ni se habían sentado los invitados, se ve que soy muy puntual jaja, y tuvimos que esperar en la recepción, así que los huéspedes del hotel se encontraban una novia nada más llegar.

Jose, el encargado del hotel nos acompañó hasta la azotea donde se celebró la boda, y ahí esperando escuchaba la canción de entrada de mi marido, entonces empezó a sonar la música de la mía y una de mis mejores amigas a cantar Thousand Years en español y en ese momento ya empecé a emocionarme y a caérseme las lágrimas, entrar por el pasillo de esa azotea acristalada rodeada del mar, con la mirada fija en mi marido y él en mí, esa voz tan bonita y especial cantándonos, fue uno de los momentos más especiales de la boda.

Nuestra boda la oficiaron mi cuñada y otra de mis mejores amigas, y el texto escrito por mí era una mezcla de nuestra historia y leyendas celtas, cuando mi madre salió a leer su texto hizo reír y llorar a todos los invitados, y a partir de ahí yo ya estuve emocionada todo el rato. Leyeron varios amigos y el hermano de mi marido. Intercambiamos las alianzas con nuestros votos, y para mi ahí desapareció todo el mundo él me leía a mí y yo a él, como si estuviésemos solos los dos. Hicimos el ritual de unión de manos y se terminó la ceremonia con nuestro beso. Fue una ceremonia preciosa y emotiva.

A la salida tuvimos otra anécdota y es que nadie había cogido pétalos y tuvimos que dar marcha atrás y repetirla para que pudiesen tirárnoslos, jaja.

Nosotros nos fuimos a hacer alguna foto, con nuestro maravilloso fotógrafo Toño Goás de Entrefotos, a la playa de al lado, y si, una novia el día de su boda puede bajar unos 100 escalones destartalados con su vestido, el ramo y sus cuñas sin caerse ni mancharse, jaja

Luego nos añadimos a la copa de espera donde pudimos hablar un poquito con nuestros invitados, y al rato Jose dirigió a todo el mundo al restaurante para la comida, y a nosotros a otra puerta por la que entramos bailando de forma improvisada con nuestras dos sobris pequeñas y mi primita "Madre Tierra" de Chayanne. Brindamos con Crema de Orujo con todos los invitados, ya que no nos gusta el champán y cortamos la tarta.

La comida fue espectacular, todos los invitados nos decían que fue un menú perfecto:

Vieiras (2 por persona). 1 tradicional + 1 wasabi con tomate confitado. Repetimos con la de wasabi

Almejas marinera (3 repeticiones)

Lubrigante a la plancha, guarnición según nos indique cocina

Sorbete de mojito

Solomillo de Ternera con espárrago triguero albardado y patata frita

Tarta saint honoré con helado artesano de vainilla

Y después de llenarnos tanto que casi no nos podíamos mover, entregamos los Playmobil de la tarta a una pareja de amigos y los detallitos a los invitados, a los hombres una petaca con Crema de Orujo, a las mujeres un neceser con colonia, un bálsamo labial y una botellita de licor café.

Y a Jose, el director del hotel, que nos acompañó en cada paso y nos ayudó tanto a organizar la boda, una cestita de productos de Jaén, donde vivimos.

Y llegó el momento del baile, tan temido por el novio, jaja Bailamos "Perfect" de Ed Sheeran, y aunque cambiamos la coreografía porque mi marido de los nervios se saltó 3 pasos y me pisó, jaja fue el baile perfecto, y justo después bailamos "saturday Night" donde de forma improvisada se nos añadieron varios amigos y fue genial.

Entregamos la liga al mejor amigo de mi marido y mi ramo en dos trozos a mis mejores amigas.

La fiesta fue genial, nuestro dj Mafer, Marco Fernández, fue la mejor elección sin duda, animó y participó de nuestra fiesta hasta que se terminó.

Al final de la noche nos fuimos a un pub, en el que los novios duramos solo un par de horas ya que estábamos reventados y de ahí a dormir a la espectacular suite nupcial.

Repetiría el día 1000 veces, cada vez que lo recuerdo todavía me emocionó y continúo mirando las fotos casi todos los días.