La boda de Jairo y Patricia en Abegondo, A Coruña

Si tuviera que quedarme con un solo momento de la boda, diría que fue ese primer instante en el que los ojos de mi ahora marido se cruzaron con los míos la primera vez camino al altar. Entraba con la canción "To build a home" de The Cinematic Orchestra. El primer beso, la primera sonrisa. La ceremonia no pudo ser más emotiva, divertida y especial; plasmó exactamente lo que nosotros somos.

Al salir, después de llenarnos de arroz y pétalos, le dediqué unas palabras a mi papá y solté un globo en su honor. Para mí era necesario rendirle ese pequeño homenaje.

Luego pasamos al cóctel, que también era al aire libre, había de todo. Fue genial ver a tanta gente que quieres y que te quiere reunida viéndoles disfrutar, deseosos de abrazarte y dedicarte unas palabras de cariño. Ahí, Jairo y yo aprovechamos para charlar con todas aquellas personas que no podemos ver con tanta asiduidad y ponernos al día rápidamente. Fue estupendo, ya que nuestro fotógrafo (Aigi Boga), especialista en retratar momentos naturales con una magia solo suya, estaba siempre ahí para sacar ese instante especial; por lo que no pasamos por esa tortura (al menos para mí) de fotos posadas y tenemos recuerdos de todos esos momentos retratados sin necesidad de haber dejado de disfrutar el instante con nuestros amigos.A continuación pasamos al convite, entramos en la sala al ritmo de "Hoocked on a feeling", llena de energía que sorprendió bastante, ya que no es muy usual en las bodas, pero que para nosotros tiene un significado muy especial. Todo estaba delicioso y los tiempos perfectamente seguidos, no podemos más que alabar el trabajo de Josmaga y su equipo.

La verdad es que con suerte probamos cositas, porque durante toda la comida estuvimos charlando con los invitados y realizando actividades. ¡Éramos dos novios de micrófono en mano! ¡Todo un show!

Pusimos varios sobres encima de cada mesa, cada uno se abría en el momento que nosotros indicásemos, exactamente en 3 instantes. En cuanto comenzó el convite, abrieron el primero. Eran unas pulseras que hicimos con la frase de nuestra boda "The night that will never die", que forma parte de una de las canciones favoritas de mi marido de Avicii.

Luego, en los sorbetes, les dejamos abrir el segundo sobre, este estaba personalizado cada uno con su nombre, 109 invitados tenía su sobre. En él había fotos especiales de momentos vividos juntos y por detrás escribimos a mano nuestros sentimientos por ellos. Fue un momento muy emocionante también. Sentimos que toda esa gente que nos estaba acompañando, sabían lo especiales que eran para nosotros y lo felices que éramos por tenerles allí.

Antes de abrir el último sobre, pasamos a resolver el ganador de nuestro concurso. Días antes enviamos un test a nuestros invitados con 13 preguntas sobre nosotros (durante los últimos meses habíamos estado enviando vídeos de infancia, adolescencia, adultos...), y el que ganase, se llevaba un regalo sorpresa. Fue muy divertido ver como la gente se picaba por ganar. Así que después de un empate, ¡la tía de mi marido se llevó el lote de jamón ibérico! Eso y la diadema del bufón al "peor amigo", que acertó solo una. En su defensa diré que lo hizo adrede.

El último sobre tenía un rasca y gana diseñado por nosotros. Detrás había 110 regalos muy variados, desde "los buenos", como botellas de vino y quesos, sudaderas y camisetas de la marca de ropa de mi marido, gorras de Toff&Traps, botellas... Como "regalos trampa", pero muy divertidos, disfraces, chapitas, bombas de baño, máscaras faciales, cosas para la playa, masajeadores... Uf, de todo un poco. Lo divertido fue preguntar por ejemplo "a la abuela" si le había tocado el disfraz sexy o las pezoneras adhesivas, o ir preguntando mesa por mesa qué les había tocado.

Después vino el baile y se abrió la barra libre, improvisamos y saltamos con Avicci animando a todo el mundo a unirse con nosotros. Yo para ese momento me saqué la sobrefalda y mi vestido parecía uno totalmente diferente. Fue una gran decisión. Nuestro DJ Cosme, fue el mejor. ¡Supercompenetrado con nosotros y pinchando justo lo que necesitábamos oír en cada momento! ¡Todo un animador de masas! No paramos de bailar hasta que nos echaron.

A mitad de la noche, tiré el ramo, pero uno de chuches. Y pasadas un par de horas vino el toro mecánico y algodón de azúcar. Junto con los animadores de los niños, "La casita del Árbol" se encargó de animar la fiesta.Terminamos a las 4 de la mañana y Autocares Raposo, puntual, nos llevó a los hoteles; todo, la verdad, fue verdaderamente perfecto. Ninguna anécdota "negativa" para recordar y solo esa sensación de que realmente todo pasa muy, muy rápido.

Fue un día soñado desde el principio hasta el final. Ahora nos queda el viaje de novios, que nos vamos a Bali; solo nos quedan 4 días y estaremos con el culito en la playa. No puedo ser más feliz.

El día de nuestra boda fue el perfecto reflejo de lo que Jairo y yo somos como pareja y creo que ese se puede decir que fue nuestro mayor orgullo.

Gracias a la plataforma y a la comunidad por todo lo que me habéis ayudado y todas las maravillosas ideas que he cogido para luego transformarlas en mías. Ojalá pudiera casarme 100 veces más, eso sí, con la misma maravillosa persona con la que lo hice el 15 de julio.

Os deseo como mínimo la misma felicidad que siento yo.