La boda de Iván y Desirée en Puente Viesgo, Cantabria
Al aire libre Verano Verde 8 profesionales
El 17/08/2019 112 0 0
I&D
17 Ago, 2019
El día de nuestra boda
El día comenzó con un ataque de nervios de mi madre que era incapaz de atar los botones del vestido, nos tuvo que ayudar la asistente del fotógrafo, jeje Cantabria había amanecido con sol tras varios días de lluvia, menos mal, porque la ceremonia era en la calle. Puntual a las 13:00 comenzó a sonar la canción que mi chico había elegido para su entrada. Le precedieron en la entrada mi madre junto a su padre. Tras ellos mi futuro y su madre. Cuando se posicionaron comenzó mi canción, The Story, de Brandi Carlile. Entraron entonces mis dos damas de honor (dos chicas del centro de menores donde trabajo a las que quiero un montón, había dos chicos más en la ceremonia). A continuación la hija del mejor amigo de mi novio preciosa y sonriente, tiró unos pétalos de rosa.
Y llegó mi turno. Cogida del brazo de mi padre (que estaba más nervioso que nadie, aunque tratara de ocultarlo) recorrimos el camino hasta llegar al lado del que iba a ser mi marido. Madre mía, estaba guapísimo. Miré a toda la gente que nos acompañaba en aquella espléndida mañana y respiré tranquila. Por fin había llegado el momento que tanto habíamos planeado y deseado.
Seguir leyendo »La ceremonia fue preciosa. Todo mundo lo comentó. Las ceremonias civiles suelen ser más frías y protocolarias pero la nuestra fue preciosa. La concejala había preparado un discurso íntimo y lleno de sentimiento, incluso el apartado de los artículos estaba adaptado para no sonar tan frío. Dos familiares leyeron unos textos preciosos y una amiga nos ayudó con la lectura de la ceremonia del árbol que habíamos preparado. El sí quiero, los anillos, el beso, la lluvia de arroz, los abrazos, las felicitaciones y las fotos... todo fue maravilloso.
El cóctel y el banquete perfecto. La gente comió y bebió todo lo que quiso y más. Pudimos estar un ratito con todos los invitados, con la familia y con nosotros mismos. El primer baile era nuestro momento de pánico, aunque habíamos ensayado un poco y era sencillo el miedo estaba ahí, pero no salió mal, mejor de lo que esperábamos, parece que no hicimos el ridículo al menos, jeje
Después me calcé mis deportivas de brillibrilli, y lo dimos todo en el baile. Han pasado tres semanas y aún no se me borra la sonrisa de la cara. Me vienen recuerdos, detalles, imágenes y revivo lo felices que fuimos y seremos.
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