La boda de Ismael y Dora Iris en Treceño, Cantabria

El día de nuestra boda

A pesar de los nervios, ¡podemos decir y sentir que fue un día muy emotivo, inolvidable, precioso, maravilloso! ¡Deseamos repetir! Jejejeje. Tuvimos una mezcla de muchísima emoción, de nervios, alegrías, felicidad, de placer... Al final del día pensé, ¿ya pasó? ¿Tan rápido? ¡Tenía que haber disfrutado más! Una vez pasado el día, a día de hoy, seguimos pensando y sintiendo que fue nuestra boda de ensueño. Por supuesto, infinitamente agradecidos con todos los invitados, familias, amigos, personas y profesionales que nos ayudaron, colaboraron e hicieron posible que nos sintiéramos especiales y arropados en nuestro especial día de boda.