La boda de Isidro y Vera en Zaragoza, Zaragoza
Al aire libre Verano Blanco 2 profesionales
El 23/05/2018 293 0 0
I&V
23 May, 2018
El día de nuestra boda
Para mí un día increíble, diferente a las bodas a las que había ido anteriormente. Fue de estilo ibicenco, no sé cómo pero mi marido consiguió que todos fueran de blanco (o casi todo de blanco). Los preparativos fueron muy chulos, desde todo lo que hicimos en casa (con la ayuda de mi hermana): atrezo, pintar los regalos a mano (que fueron tazas con mensajes positivos), rellenar botes con anisetes, pintar los centros de mesa en madera con cada una de las casas de juego de tronos, seleccionar fotos... Hasta colocar las cosas por la mañana en el restaurante. Muy emocionante. Las invitaciones y tema de papelería me las hizo un amigo que se dedica a eso y mejor no lo pudo hacer, mimo hasta el detalle y me dio más ideas aún. El fotógrafo otro amigo profesional, maravilloso, todo muy espontáneo y natural, muy nosotros. Las chuches en plan retro (cantimploras, peta zetas, jamones, regalices y calcomanías) compradas en la tienda del barrio donde compramos desde niños, exitazo total. El dj un amigo también profesional del tema que lo hizo con todo su cariño. Otro exitazo el fotomatón, con Fotoevents, un gran servicio y se fueron todos encantados (hasta mi padre hizo el chorra). Aparte contraté para la cena una cuidadora/ animadora para los peques y fue una gran decisión.
Seguir leyendo »El convite muy bien, la ceremonia muy bien decorada por la dueña del local, con momentos muy emotivos ya que hablaron amigos y familia, emociones que no puedo describir con palabras. El menú fue sencillo, pocos entrantes y tipo barbacoa, algo muy típico de mi marido y mío, atípico para boda, pero así nos apetecía y creo que les gustó a casi todos. Y cortamos la tarta con una espada de juego de tronos.
Hicimos un montón de detallitos, desde fotos colgadas con buenos momentos hasta los regalos para los padres, los abuelos, una cumpleañera, etc. Y como dicen que de una boda sale otra boda tuvimos hasta una pedida de mano improvisada al final de la noche.
Poco más que decir, un día con nervios (que se pasan en un momento), que disfruté y aproveché (poco estuve sentada y aun así me habría faltado tiempo), que sirvió para limar alguna que otra aspereza pendiente y para que nos llenaran de alegría y de buenas palabras, nos sentimos muy queridos y valorados. Eso sí, ahora nos queda alguna prueba que superar de las que nos han puesto los amigos para darnos el regalo de boda, eso sí, cuando lo acabemos como es para juntarnos nos echaremos unas risas y puede que hasta les demos las gracias. En resumen, diferente, muy nuestra.
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