La boda de Iñaki y Tamara en Getxo, Vizcaya
Rústicas Primavera Amarillo 7 profesionales
I&T
22 Abr, 2017El día de nuestra boda
El día comenzó accidentado, al menos para mí: de camino al lugar donde me vestía me tocó un control de alcoholemia. Al llegar, el ascensor se había estropeado (un sexto sin ascensor).
Pasados los nervios iniciales de peinado/maquillaje llegó el peor momento... ¡No encontraba el dni! Casi no llego a la boda, pero llegué.
Durante estos momentos tan relajantes para cualquier novia tuve a mi lado, además de a mi familia, a Mónica y Dani de Fotónica. Dos profesionales como la copa de un pino. Que hicieron hasta gestiones para entretener al del Ayuntamiento. Creo que sólo les faltó ir a negociar con la siguiente novia para que ella llegase más tarde también.
Mis tías me decoraron la casa con unos adornos florales hechos por la Floristería Kiara en Repélega. Las flores que elegí para mi ramo, hecho con flor preservada en Gisela Flors (Barcelona), eran craspedias, una flor que es como un botón amarillo, y siempre vivas. Kiara diseñó unos adornos preciosos, tan preciosos que al verlos sustituí lo que teníamos pensado para el coche por esos adornos. En cuanto a mi ramo de flores, elegí uno preservado y el motivo de pedirlo en Barcelona es que Iñaki y yo estuvimos viviendo allí antes de casarnos, fue allí donde decidimos casarnos, y era una forma de tener esa fase presente en nuestra boda.
Seguir leyendo »También en Barcelona compramos nuestras alianzas, en Joyería Trías. El peinado y el maquillaje corrió a cargo de mi tía, Idoia. No llevé casi joyas, unos pendientes de Swarosvki, regalo de mi abuela, y el anillo de pedida que me regaló mi marido.
Llegamos al Ayuntamiento de Getxo y para mí ya se paró el tiempo, cuando vi a mi (futuro) marido. Impresionante, vestido con un traje azul impecable de Protocolo (Bilbao). Al salir mi hermana y mi mejor amiga bailaron para nosotros un aurresku. Algo que no imaginábamos.
Tras la ceremonia, nos fuimos a Bakio, al Zintziri Errota. Cuando estuvimos buscando restaurante, nos quedaron dos en la lista final (Bideko y Zintziri). Elegimos Zintziri por cercanía, porque conocía a Dogartzi, porque ya había comido allí antes y porque consideramos que lo más importante en una boda es que el proveedor que elijas vaya con "sí" por delante. Dogartzi nos daba solución a todo, y con Julen al frente de la sala, nada podía salir mal. Y nada salió mal. La comida estaba igual o mejor que el día de la prueba. Todos los invitados, o al menos eso dijeron, salieron encantados con la comida.
Nuestra tarta fue una sorpresa mía hacia Iñaki: a él le gusta mucho la fotografía y por ello encargué a Kikarea (Bilbao) una tarta de fondant con temática de fotografía. Nuestros muñecos de la tarta eran una reproducción 3D nuestra, realizada en 3DLab, Barcelona. ¡El día que fuimos a escanearnos fue de lo más divertido!
La mayor parte de la decoración de la boda fue realizada por mi amiga Laura: ella recogió las flores, las espigas, buscó los marcos, todo. Excepto el centro de la mesa nupcial que nos lo hizo Floristería Bella Eugenia (Portugalete).
La fiesta continuó allí, abrimos el baile con una coreografía que preparamos con Isabel, de Tropic Dance (Portugalete). Estuvimos 3 horas allí, bailando sin parar al son de la música que pinchaba Fonoplay Djs. Fue un constante "subidón", no faltó un solo "temazo" de sonar, no paramos ni un segundo. Fue genial, sin palabras. Fantástico.
Durante el baile tuvimos una mesa dulce, cortesía nuevamente de mi amiga Laura y de su marido Txisku (es cocinero, hizo algunos de los dulces que allí estaban, tiene un restaurante en Valencia, que se llama Forastera).
Luego nos fuimos a Portugalete, a seguir la fiesta en el Pub Donegal, donde nos pusieron karaoke y un tentempié. Yo ya estaba muerta, y a eso de las 3.30h nos retiramos al Hotel Embarcadero, por regalo de mi amiga Itzi, pasamos nuestra noche de bodas.
El viaje de novios lo contratamos con Viajes Carrefour, de Leioa, ya que era el que mejor servicio nos ofrecía para el viaje que queríamos hacer.
A la vuelta, volvimos a quedar con Dani y Mónica, de Fotónica, para hacer el reportaje postboda. Elegimos el jardín botánico de Santa Catalina, en Trespuentes (Álava). ¿Por qué allí? Porque no estaba muy visto y porque era precioso. No sé cuántas horas pudimos estar allí, se me fue totalmente la noción del tiempo. Las fotos quedaron increíbles. Dani se tiró por todos los rincones, casi se nos lesiona... Y Mónica... Mónica siempre quería "la última". Para nosotros fue un reportaje muy fácil, simplemente fuimos como somos siempre y creo que se nota en las fotos.
Para el reportaje el peinado y maquillaje corrió a cargo de Urban Cabero (Barakaldo). Mi vestido era de Ada Novias, en Vitoria. Tuve algunos inconvenientes los días antes por un tema de confección, que el vestido no acababa de quedar bien, realmente lo pasé mal, pero a la vuelta del viaje de novios expuse a la encargada mi punto de vista, llegamos a un acuerdo y se acabó. No voy a decir mal del trato que recibí en Ada Novias, porque el trato de Piedad fue bueno, fue de buscar soluciones, fue de ayudar. Sin embargo, el resultado no fue el esperado el día de la boda, por lo que, teniendo en cuenta mi experiencia, yo no recomendaría coger allí el vestido. Seguramente yo tuve mala suerte, pero al final estoy hablando desde lo que yo he vivido y el resultado no fue el que yo esperaba, a pesar de la buena intención.
Mi calzado fueron unos botines que compré en una tienda de Londres. Para los tratamientos de limpieza facial, pedicura, manicura, etc., elegí Miss Pupet, en Bilbao. Debo decir que el día antes de la boda me hice el tratamiento y fue el momento más relajante de todos esos días. De verdad. Mil gracias a Amaia, que cuando me vio la cara me dio una infusión, unas galletas y mucho ánimo, y al resto del equipo, en especial a Alejandra.
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