La boda de Imanol y Miriam en Quejana, Álava

El día de nuestra boda

El mejor día. Soy de esas chicas que ha soñado desde pequeña con el día de su boda. Desde hacía muchos años seguía a wedding planners, diseñadores de vestidos, floristerías, sitios de bodas… Incluso sin tener aún con quién casarme. Encontré al que ahora ya es mi marido y, aunque a él no le hacía mucha ilusión organizar un bodorrio, accedió a hacerlo y tuvo unas ideas brutales. El día se nos pasó volando literalmente. Estaba arreglándome y de repente ya estaba sonando la última canción en la fiesta.

Aunque se pasara todo rapidísimo, fue mejor de lo que soñaba desde siempre, mucho mejor. Y, sobre todo, disfrutamos muchísimo de cada momento: los preparativos, la ceremonia (oficiada por los amigos que nos presentaron y fue la mejor del mundo), el cocktail tan animado que organizamos, la cena, todos los momentos de regalos, el baile, la fiesta... Jamás olvidaré ese día, y me llena de orgullo y alegría decir que fue el día más feliz de mi vida.