La boda de Helio y Mariajo en Chinchon, Madrid
Rústicas Primavera Amarillo 2 profesionales
H&M
30 Abr, 2016El día de nuestra boda
La boda en realidad estuvo dividida en 2 días y ambos fueron entrañables y perfectos. El 15 de abril fuimos al Ayuntamiento de Móstoles, donde la sorpresa fue que la concejala que oficiaba el enlace había sido profesora de mi casi ya marido, lo cual hizo que todo el trámite fuera también mucho más emotivo y perfecto.
Posteriormente comimos en el Restaurante Kerkus, en Arroyomolinos, muy acogedor y con un servicio y comida tan excelentes que sin duda es recomendable para todo tipo de eventos, comidas, cenas, reencuentros y un largo etc. A esta celebración fuimos la familia sólo, es decir, nuestras madres y mis hermanos y estuvimos en un reservado del restaurante. Fue genial.
La segunda parte fue el 30 de abril, donde reunimos a familiares y amigos más cercanos para celebrar nuestro enlace. Fue en la Huerta del Marqués, en Chinchón, donde realizamos una ceremonia simbólica de enlace seguida de cóctel, comida y fiesta.
Estuvimos preparándola desde octubre 2015, los trámites del Ayuntamiento nos llevaron de cabeza, ley de Murphy, se unió en esas fechas una nueva legislación que hizo que el Registro donde teníamos que hacer los trámites casi estuviera colapsado y prácticamente hasta mediados de febrero no estuvimos seguros de obtener fecha en abril.
Seguir leyendo »Los preparativos para la celebración en Chinchón también tuvieron su aquel, sobre todo por el asunto del alojamiento de invitados ya que no sólo era desplazamiento desde Madrid sino que el 90% de los invitados de la boda son de fuera de la Comunidad.
Al final decidimos alquilar una casa rural grande en el pueblo y, para nosotros, la casa de la finca del Marqués, donde llegamos el día D a primera hora de la mañana y pasaríamos allí la noche de bodas.
A Chinchón habíamos ido el viernes, para dormir en la casa rural alquilada ese fin de semana para familiares y amigos. Llegamos a medio día y se fueron uniendo tanto los que nos quedábamos en esa casa rural como el resto de familia y amigos que se alojaban en otros puntos del pueblo, madre mía con las cuestas de Chinchón, me duelen todavía las agujetas.
El sábado a primerísima hora mis hermanas, mi madre, mi suegra y yo fuimos a la Huerta del Marqués, donde vinieron también la maquilladora y peluquera, servicio contratado a través de AyLetizia (perfecto en todo), yo era muy escéptica con las planificadoras de bodas, pero sin duda, de haberlo sabido antes hubiese contratado los servicios globales de wedding planner de Leticia.
También llegaron los fotógrafos de Alan PhotoStudio, Nina y Alan, con los que estamos encantantadísimos (no sólo por la profesionalidad de su trabajo sino también por su apoyo constante).
También se acercó mi jefa Conchi (sí, es mi responsable en el trabajo) y una de mis compañeras, Lore, que fueron las que nos elaboraron la “mesa” de postres. Indico mesa con sus comillas porque en realidad fue un mueble precioso lleno de dulces, tartas, pop-cakes, palomitas y decorado con un gusto exquisito y que colocamos dentro de la carpa donde se celebraría la comida.
El vestido me lo diseñó e hizo mi suegra, Boni y quedó precioso. Igual que el vestido para el Ayuntamiento. Los zapatos tenían un toque de color, para romper un poco la monotonía del blanco y el ramo de novia me lo hizo mi buen amigo Miguel, de Nueva Venezia (floristería de barrio de toda la vida, en Tetuán, en la calle Algodonales), él también había confeccionado el ramo de novia para el Ayuntamiento (que posteriormente sequé y llevé al panteón de mi familia, donde está mi padre, en Archivel, Murcia). Las joyas, eran una mezcla, un conjunto de pendientes y colgante que me regalaron mis padres cuando finalicé mi carrera universitaria, un pendiente que llevó mi madre en su boda (regalo de mi padre), mi anillo de pedida y pulsera y reloj que me había regalado en ocasiones especiales mi novio, ya marido.
El novio iba guapísimo. Lo acompañó su madre al altar con música de ColdPlay. A mí, con música de Over the rainbow de Kamakawiwo`ole, me acompañó mi hermano y los hijos de uno de nuestros amigos hicieron de pajecitos. Tanto mi hermano como Javi, el niño paje, iban como el novio y Sara, mi damita, iba con un vestido blanco corto y el detalle de la cintura similar al mío.
La ceremonia la ofició Nacho, uno de los primos de Helio y hablaron mis dos hermanas, M. Asun y Paloma, y Alberto y Javi (amigo de Helio y su hijo, mi peque pajecillo), fue precioso.
Las arras eran las que utilizaron mis padres en su boda y los anillos iban en un pequeño cojincito en una flor, hecha también por mi suegra. Los testigos fueron simbólicamente nuestras madres. Después de la ceremonia vino el cóctel y las fotos (todo risas, abrazos, felicitaciones... no comí nada de nada de los puros nervios, seguido de la comida en una gran carpa situada en el jardín de la finca, donde entramos con la canción de It’s a beautiful day de U2. El tiempo además nos acompañó y todos los laterales de la misma estaban abiertos, fue fantástico.
La comida y los postres un éxito. Les dimos un regalo-sorpresa a nuestras madres, sí, lacrimógeno, acompañado de un ramo de rosas para cada una y música de Marisol (la de Tengo el corazón contento).
El ramo de novia se lo di a mi amiga Silvia, amigas desde los 6 años y que me ha acompañado en los buenos y malos momentos. Finalmente abrimos el baile con un mix coreografiado...que no nos había dado tiempo a ensayar ni una sola vez. Empezamos con Aerosmith, seguimos con el baile de Carlton y música de Tom Jones, a continuación un poco de Eminem y acabamos invitando a todo el mundo a unirse con Rihanna.
La barra libre tenia también un photocall o barra libre de fotos donde nos podíamos poner complementos y hacernos fotos (y cuyas copias las sacaban al momento para que los invitados se pudieran quedar con un recuerdo en ese instante). Llegó un momento en que yo ya no podía con el vestido, así que cambié el vestido de novia por una falda y blusa, también hecha por mi suegra...y pude bailar a lo grande.
La verdad es que fue un gran día, que pasó demasiado rápido pero del que atesoramos ya grandes recuerdos. Creemos que todo el mundo se lo pasó bastante bien, incluidos los niños, que al hacer buen tiempo pudieron disfrutar correteando y jugando por los jardines.
La noche llegó pronto y pareció que se acababa demasiado pronto tanto música como barra libre (y eso que nos regalaron casi una hora de más). Finalmente algunos decidieron ir al pueblo y seguir de fiesta, pero nosotros estábamos bastante cansados, creo que no he dormido mejor en mi vida.
Al día siguiente, hacíamos también una comida, paella y ensalada, en la finca, donde la familia se acercó también para terminar de celebrar la boda. Nos hizo también muy buen tiempo, con lo que comimos en una zona del jardín de la finca y seguimos con la sobremesa.
La verdad es que fue un fin de semana intenso, menos mal que en Madrid era fiesta ese lunes.
No habíamos cogido vacaciones (el permiso en el trabajo por la boda es desde la fecha oficial, que en nuestro caso es el 15 de abril, aprovechamos el permiso para ultimar los detalles de la celebración del día 30 de abril). Nuestra idea era posponer el viaje de novios para septiembre/octubre (viaje NY - San Francisco - Hawai o bien Australia), aunque al final no hemos podido realizar el viaje de novios, cosas de la vida.
Servicios y Profesionales de la Boda de Helio y Mariajo


Otras bodas en La Huerta del Marqués
Ver todas
Otras bodas en Madrid
Ver todas

La Masia de José Luis

Finca La Montaña

Dehesa de Abantos
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario