La boda de Guillaume y Bea en Montuïri, Islas Baleares
Al aire libre Verano Morado 4 profesionales
G&B
30 Jun, 2018El día de nuestra boda
¡Fue un día mágico! Empezamos juntos la mañana con un baño en la piscina de nuestro hotel, luego nos despedimos hasta la iglesia. ¡Qué nervios! ¡Llegó mi hermana para ayudar a prepararme, pronto se unió la peluquera y maquiladora, y un ratito después llegó mi madre y el fotógrafo, momento de ponerme el vestido, ahora sí! Nervios de verdad, pero con muchísimas ganas de entrar por esa iglesia. Llegó mi padre con mis hermanas pequeñas, damitas de honor en la boda, les regalé unas coronas preciosas para el pelo y se quedaron asombradas con los anillos. Tomamos unas pocas fotos más y salimos de la habitación.
En el jardín me esperaban las damas de honor a las que les di un regalito, el cual llevamos todas igual ese día. Se acercaba la hora, quedaban 20 minutos para que todo empezase, por lo que nos dirigimos al coche, un Bentley antiguo precioso de mi tío. ¡Mi padre me abrió la puerta y nos sentamos juntos con las damitas, qué poco queda! Después dimos una vuelta en el coche por el pueblo llegando puntuales a la iglesia.
Seguir leyendo »¡Ahora sí que sí, estaba que me moría de los nervios! Mi padre y mi hermana abrieron la puerta y subimos juntos las primeras escaleras, los invitados ya estaban dentro. ¡Empezó a tocar el coro, podía escucharlo desde fuera, por lo que Guillaume ya estaba bajando ese pasillo, por el que momentos después entramos mi padre y yo, lo disfruté muchísimo, qué guapos todos nuestros invitados! Y qué guapísimo mi futuro marido, mirándonos llegar desde el altar.
La misa fue corta, pero preciosa. Muy emotivo el momento en el que mi prima leyó la primera lectura en francés y en español y, por supuesto, el momento de intercambio de anillos en el que nos acompañaron nuestros testigos. Después las firmas y el arroz, ¡menudo baño! No paraban de echarnos arroz, mis hermanas se morían de la risa, lo disfrutamos mucho.
De aquí al coche juntos y casados y hasta la finca donde lo festejamos. Una finca espectacular. Al llegar nos tomamos unas fotos como marido y mujer y después hicimos un brindis con los invitados, a los que agradecimos su presencia e invitamos al aperitivo con una sorpresa. Les dimos un globo a cada uno y juntos con la canción de ‘Love is in the air’ los dejamos volar en el atardecer de Mallorca.
Ahora ya sí, empezamos a comer, brindar, beber, saludar y hablar y disfrutar con nuestros invitados. Al rato sonó la canción de ‘I’m a single lady’ con la que tiré mi ramo a las solteras de la boda. Después pasamos a las mesas para cenar, una cena riquísima y que también disfrutamos muchísimo pasando por las mesas y viendo a nuestros más allegados juntos. Luego cortamos la tarta típica francesa en bodas y abrimos el baile con ‘Stand by me’. Creo que fue el momento más increíble de la noche, ¡qué vergüenza, pero qué especial! Después algunos invitados dijeron un discurso increíble que nos hizo reír y llorar, y acabaron todos juntos con un baile especial para nosotros. Después ya a bailar hasta las tantas, seguir brindando, saltando y disfrutando de los momentos típicos de una boda.
¡Increíble! Gracias otra vez y mil veces más a nuestros invitados por hacer ese día tan único.
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