La boda de Fran y Sandra en Alacant/alicante, Alicante

Seguido de ese problema, otro aún más grave y este ya sí que no fue culpa mía y aún tengo mucha rabia dentro. Resulta que mes y medio antes de la boda encargué unos zapatos a medida en una tienda de Alicante, que está enfrente de la plaza de toros. Los encargué a medida porque tengo problemas con mis pies y no puedo llevar cualquier cosa. Bueno voy un mes y medio antes de la boda por desesperación y me comentan que en dos semanas los tendría. Pasan dos semanas, tres, cuatro y ya en la semana 5 tras todas las semanas atrás llamando y preguntando por ellos y lo único que recibía es una contestación con risa maliciosa tras un " no aún no los tengo" (poquísima seriedad la de ese hombre). Si yo me casé un sábado el jueves de la semana anterior. Es decir con una semana de tiempo. Exijo que me de mis zapatos sí o sí y así fue. Me los dio el viernes (al día siguiente de pedirlos enfadada), pero con dos temas. El primero, el zapato estaba usado, uno de los pies tenía la parte de donde se pone el talón con bolas del roce del uso, el segundo tema es que tenían una mancha se la fui a quitar con la camiseta y zas toda mi camiseta machada de blanco. Me vendió unos zapatos que apenas acababa de pintarlos de blanco y eran los que tenía en exposición. Obviamente los fui a devolver y al día siguiente a una semana de la Boda a buscar como loca un zapato. Al final escogí unos de fiesta color plata de la marca lodi super cómodos.

El lunes antes de casarme me casé en el ayuntamiento por lo civil. Ese mismo día recibimos la triste noticia de que un amigo de mi novio de toda la vida se quitó la vida, ese amigo era parte super importante de la boda, tan importante que le pedimos como amigo de toda la vida del novio que nos dedicara unas palabras en la ceremonia, cosa que no pudo ser. Cuando una piensa que no puede pasar nada peor. Esa frase no la debe de tener presente, pues siempre pasa algo peor. Eso fue lo último que a mí me acabo hundiéndome.

Llega el día de la boda, vomité, lloré, estuve triste, no pasé por un buen día. Muchos nervios, muchos pensamientos en mi cabeza, tenía ganas de boda, pero al mismo tiempo era un poco como que me daba igual. Siempre esperaba que me pasara algo más y con ese pensamiento tan negativo no se va a ningún lado. No disfrutas de ese día. Llegué a la ceremonia en una limusina porque quería que me acompañarán en ese viaje las personas que más quiero. Mis padres y mis 3 damas de honor (dos hermanas y una amiga de toda la vida) tengo muy buenos recuerdos de esos 3 cuartos de hora ahí dentro. Fue genial. Allí en la ceremonia tenía ya a todos esperando a la novia que como no. Se hizo de rogar, llegué y sólo de escuchar de fondo a la chica que había contratado para que le diera una sorpresa a mi novio. Me pusé a llorar, la contraté para que nos cantará en directo. La ceremonia fue super emotiva. Tuve una gran maestra de ceremonias que hizo una ceremonia impresionante. Tuve la lectura de mi mejor amiga y de mi hermana, la de mi mejor amiga fue la primera. No hubo invitado que no se pusiera a llorar con las palabras que nos dedicó y mi hermana menos mal que sacó de ese momento tan emotivo todo su empeño y nos leyó unas palabras estilo monólogo donde todos nos echamos a reír. Le dio un giro de 180 grados. Una vez terminada la ceremonia las fotos. Ahí ya empezaba yo a medio disfrutar del día. Para dar la bienvenida a los invitados un grupo de amigos hicimos una entrada estelar. Hicimos un baile sorpresa super espectacular. Donde no quedó ningún invitado sentado en su mesa. Todos de pie y bailando con nosotros. Ahí ya estaba yo en mi salsa, que decir de la cena, lo que ya sabéis muchos novios. Ni probarla. Sé que todo fue genial por las continuas enhorabuenas de mis invitados. Y ya de ahí a la carpa donde me casé a seguir con la fiesta.

Dos días más tarde nos fuimos de luna de miel y cuando volvimos a los 10 días, un mal estar de cuerpo durante los preparativos de semanas antes de la boda. El malestar que a determinadas horas tenía en el Caribe y el malestar que aún seguía teniendo aun después del viaje y de toda la boda pasada me llevó a hacerme un test de embarazo, el cual me dio positivo, pues sí. Estoy de 18 Semanas y me enteré a las 9 semanas de que cuando me casé ya estaba embarazada y todo lo que me pasó semanas antes de la boda y tan sensible estaba era porque estaba embarazada y mis hormonas estaban revolucionadas. Ahora es cuando lo entiendo todo y ahora puedo decir que lo mejor de mi boda fue que sin yo saberlo mi bebé estuvo conmigo ese día, aunque sea en mi barriga.