La boda de Fran y Olga en Salamanca, Salamanca

La ceremonia pasó volando, con el cuarteto de cuerda separando las distintas fases. Javi, Laura, Dani, Oscar, Juanma, Natalia, Félix y Cristina leyeron para nosotros, como siempre habíamos querido, que los amigos estuvieran presentes en todo aquello que fuera posible. La familia colaboró en otros muchos momentos. Y nos casamos de frente a todos, era algo que teníamos claro, venían a acompañarnos y no queríamos darles la espalda. Subimos al altar y mirandoles a cada uno de los que quisieron estar allí, leímos nuestros votos, nos pusimos las alianzas e intercambiamos las arras. "¡Se pueden besar!", dijo Miguel, el párroco.

Y a partir de ahi comenzaron las enhorabuenas, las felicitaciones, el arroz, el confeti, las pelucas ¡¡y la fiesta!!

Camino del restaurante paramos a hacer las fotos en un parque donde pasé muchos días en mi infancia, junto al río. No queríamos fotos con los monumentos, queríamos lugares con significado para nosotros.

Llegamos al cóctel, sono "Summercat" y a su ritmo hicimos nuestra entrada. No había mucha temperatura, pero la lluvia nos había respetado. Y tras el cóctel, la comida, las canciones de los amigos, fotos, fotos y más fotos con nuestros invitados. Queríamos un recuerdo de todos los que estuvieron con nosotros en un día tan especial. Y en los postres, el barril de cerveza con la espiga... Entregamos el ramo a Cristina, por todos los motivos que nosotros y ella conocemos.

Y comenzó el baile. "I only wanna be with you", de Vonda Shepard, fue nuestra canción. Justo cuando terminó, comenzó la sorpresa que nos habían estado preparando durante tantos meses, coordinandose para grabar a unos y a otros, un vídeo con tanta gente que queremos... no estaban todos los que son, pero si eran todos los que estaban. ¡¡Nunca lo olvidaremos!!

Las siguientes cuatro horas transcurrieron entre candy bar, bailes miticos, fuente de chocolate y barra libre. Y entre medias un último regalo, un monólogo de Johnny, que tanta ilusión nos hacía, especialmente al novio.

La gente lo pasó genial, y todo terminó. Ya en la habitación del hotel intentamos repasar tantos momentos que habían pasado tan rápido... no recordamos prácticamente nada. Cosas sueltas, puntuales. Es una pena, cuando te quieres dar cuenta todo ha pasado y no te has enterado de nada. Pero tras el viaje, empieza lo mejor. Ahora recopilando fotos desde distintos puntos de vista, estamos pudiendo ver lo que disfrutaron todos, lo que fue sucediendo sin que nosotros nos dieramos cuenta y sobre todo, todo lo que nos quieren. Pero eso ya lo sabíamos, porque eso se nota cada día, aunque cuando es "tu día" compruebas que verdaderamente es asi.

Repetiríamos sin dudarlo, nos volveríamos a casar una y mil veces.

Sólo nos queda decidir cada cuanto pensamos renovar los votos... :)