La boda de Fran y Laura en Alcalá De Henares, Madrid

A las 12, ya tenía el coche esperándome en la puerta. Un Hurtan Arthur, precioso. Gracias a Coches Clásicos Cuevas por el maravilloso servicio. Me despedí de mi madre y hermano (ya que ellos tenían que llegar allí antes) y me quedé con mi padre, el padrino, la persona que me acompañaría hasta el altar. Fuimos muy despacio, con canciones románticas de fondo, camino del Complejo Cervantes lugar donde nos esperaban el novio y todos los invitados para empezar la ceremonia civil.

Al llegar y empezar a escuchar “Sueña”, la canción elegida para hacer mi entrada, sí que me puse nerviosa, al recorrer el largo pasillo con alfombra roja rodeada de todos mis seres queridos sentí una alegría enorme de sentirme querida por tantísima gente y verles la cara de felicidad fue un sentimiento maravilloso. Mi marido estaba guapísimo, él nunca se arregla y verle con este traje azul a juego con sus ojos y el prendido a juego con mi corona me hizo sentir la mujer más especial del planeta.

La ceremonia se me hizo muy corta, reí, lloré y disfruté como nunca de cada segundo. Escuchar a tus seres queridos (en mi caso leyó mi hermano) hablar de ti de esa forma es algo que nunca olvidaré. Después de las lecturas, hicimos el ritual celta con la unión de manos, a la gente fue algo que les sorprendió mucho y gusto ya que era una novedad para la mayoría. Después leímos nuestros votos y nos entregamos las alianzas finalizando con un beso de película.

Al terminar, saludamos a la mayoría de los invitados y nos fuimos a hacer el reportaje de fotos. Gracias a El día de tu boda por hacernos sentir tan cómodos, cosa que mi marido no quería y hasta posó y todo. Llegamos al cóctel, que casi no probamos, y nos hicimos las fotos de grupos, ya que no me quería quedar sin foto de nadie y a ritmo de “You're the one that I want”, de la película Grease, entramos al banquete. La comida estuvo estupenda, casi mejor que en la prueba del menú, nosotros sí comimos a pesar de lo que dicen todos los novios, ya que decidimos que no nos levantaríamos hasta que no llegara el postre. Entregamos los detalles a los invitados y realizamos el corte de tarta con la canción “Un mundo ideal” de Aladín.

Para el baile, decidimos cambiar de ambiente y alquilar la discoteca del Complejo, tuvimos cuatro horas de barra libre en la que no paramos de bailar y disfrutar. Hay que reconocer que mucha gente se pasa la mitad del tiempo fuera porque no se podía fumar, pero siempre había gente en la pista dándolo todo. Nuestro baile fue algo improvisado con la canción “Perfect” de Ed Sheeran. Primero bailé con mi marido, después saqué a mi padre y, por último, baile con mi hermano. Quería recordar ese momento con todas las personas que son importantes para mí, Mi chico bailó con su madre y con mi madre.

No os voy a mentir, sí que hubo cosas que se podrían haber evitado, otras que se podían haber mejorado, pero, de una cosa estoy segura, no me arrepiento de nada de lo que pasó ese día, de cómo me sentí y de lo feliz que soy teniendo a mi ya marido a mi lado.