La boda de Fran y Eliana en Jerez De La Frontera, Cádiz

El día de nuestra boda

El día de mi boda empezó con un día soleado, perfecto para ir a firmar bien temprano antes de que empezara el zafarrancho. Cuando llegaron la maquilladora y peluquera, el día empezó a ponerse nublado y levantarse viento, que como buena gaditana se sabe que ese viento solo se para con agua... Efectivamente, a las 19:00h, cuando me disponía a salir de mi casa para hacernos las respectivas fotos y salir hasta el sitio de la ceremonia, empezó a diluviar, pero bueno como bien dicen (novia mojada, novia afortunada), teniendo en cuenta que tenía toda la boda al aire libre; me llamó la chica del sitio para comentarme que estaba saliendo todo volando como con un huracán pasando y empezaba a llover en el sitio, teniendo que tirar del plan B de hacerlo el banquete en el interior del recinto. Aun así, respiramos y seguimos, el sitio es precioso, se puede hacer dentro sin problemas . Pero ahí no queda la cosa, cuando mis amigas me llaman y me dicen que el servicio de bus contratado les ha dejado en otra finca... Teniéndose que ser todos los invitados (personas mayores, etc.) los que se fuesen andando hacia la otra finca, con tal vendaval y lluvia que había (ya los nervios no estaban tan controlados), todo el mundo nos llama tanto al novio como a mí para tranquilizarnos y que no pasaba nada empezar la ceremonia media hora más tarde; aun así, llegamos al sitio con un cielo gris encapotando todo y se celebró la ceremonia más bonita de la historia. Carmen la señora de La Dehesa, lo puso increíblemente bonito, mis familiares no pudieron decirnos palabras más emotivas, y las chicas de percusión tocaron las melodías más bonitas jamás tocadas. Después de todo lo vivido anteriormente, lo demás iba rodando, el tiempo cambió después de toda la ceremonia y aperitivos... Tuvimos un fotógrafo de 10, que nos hizo las fotos más bonitas que he visto nunca, a pesar del tiempo que había, un DJ que, a pesar de que saliera todo volando, estuvo al pie del cañón, y que hizo una boda de festival increíble; una maquilladora y peluquera que gracias a ellas estuve divina toda la noche, a pesar de la lluvia, vendaval, lágrimas y abrazos, y que a pesar de todo, sin estos momentos no recordaría mi boda tal y como la recuerdo y la recuerdan, y volvería a repetirla un millón de veces. ¡Qué pena que pase tan rápido todo!