La boda de Ferran y Maria en Badalona, Barcelona

Cuando se fueron, nosotras 3, mi madre, mi amiga y yo, nos dirigimos por fin a casa de mi abuela, comimos algo, ¡no mucho porque ya empezaba a tener nervios por ponerme el vestido! Lo estoy recordando ahora y no paro de estar sonriendo porque es que, aunque hayas ido a bodas, etc. no es lo mismo, te casas tú, y si te casas por primera vez, como fue mi caso, no sabes qué hacer. Pero bueno, mi prima también estaba nerviosa y ella fue la que se empezó a vestir primero, luego mi primo, el marido de mi amiga, etc. hasta que mi amiga y mi madre me ayudaron a vestirme, antes de que vinieran los fotógrafos ya estaba vestida, así que menudos nervios llevaba.

Empezaron las fotos y lo que me dijo el fotógrafo, que no paraba de sonreír, y mi contestación fue “es que me caso y estoy feliz, es que no puedo estar triste”. No salí ni en una foto triste. Vino mi cuñado con el ramo, ya estaba nerviosa, pues imagínate, estaba ansiosa para ver qué verso me había escrito, fue precioso, empezó a llorar de emoción él también. Nos vinieron a recoger y para la iglesia. Cuando empecé a subir las escaleras un poco más y me mato porque me pisaron el vestido.

Empezó a sonar la música y yo saludando gente y mi padre, “que ya ha empezado la música, vamos Maria”, y yo corre, corre. Cuando entré solo podía mirar al que sería mi marido, solo recuerdo a mi suegro llorar, pero de la iglesia no me acuerdo ni lo que dije. ¡Madre mía cuando vea el vídeo me voy a morir de vergüenza! Bueno, solo sé que el cura no dijo “ya puede besar a la novia” este momento tan esperado, todos nos quedemos un poco “¿Eign?”. Al final dije a mi marido, “ven aquí y dame un beso”, después de toda la ceremonia esperar eso y que no lo diga, venga hombre. Bueno, cuando salimos de la iglesia nos tiraron confetis y cañones de esos y una traca valenciana, la que se lio. Después fotos y más fotos, llegamos al restaurante, nosotros más fotos y vídeo.

Cuando llegamos el aperitivo en la Masia Molí de Cal Dimoni, que solo tengo palabras de agradecimiento porque estuvieron espectaculares, se notan que son profesionales y saben tratar a la personas muy bien. Si me volviera a casar sería aquí mil veces, yo lo recomiendo muchísimo.

Lo mejor fue llegar a la cena, bueno, me dolían los pies una barbaridad, pero bueno, aguantando. Con la canción “Hula” de Omi, muy bien todo, muy bien, todo espectacular. Y, por último, el baile, bailamos un poco mal, pero bueno, es que pasó muy rápido todo.

En conclusión; Es un día muy especial no solo para nosotras si no para los familiares y amigos, es un día de emociones y el mejor día de mi vida. No puedo estar más orgullosa, podría escribir un montón de cosas, pero no acabaría nunca.

Si alguien lee esto, mi consejo es que se deje llevar ese día porque es muy bonito, no hay palabras para describir esto.

¡Muchas gracias familia!