La boda de Ernesto y Joana en Hoyo De Manzanares, Madrid
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28 Ago, 2020El día de nuestra boda
Nuestra boda, como muchas otras, fue un gran día a pesar de las penas causadas por el Covid. Nos casamos a finales de agosto, entre cambios de regulaciones que permitían o limitaban las reuniones de personas.
Nuestra boda, además de estar planificada en medio de una pandemia, tenía la particularidad de que era una boda muy internacional debido a nuestro perfil. Muchos de mis amigos vendrían de Londres, de Paris, de Milán, entre otros. Mi marido es venezolano-italiano, también tenía familia y amigos en Venezuela, Colombia, Estados Unidos, Italia, etc. Nuestra lista de bodas empezó con más de 200 invitados y acabó con la mitad. A pesar de la belleza que supone casarnos y estar acompañados por los que sí que podían estar, sentimos la ausencia de muchos de nuestros amigos y familiares, pero especialmente la ausencia de los padres del novio, los cuales tuvimos muy de cerca en nuestros corazones ese día.
Para acercar a aquellos que por la pandemia no podían venir, una gran amiga me propuso transmitir la ceremonia en directo, así como los momentos especiales del banquete y de la fiesta por Zoom: saludándoles, hablándoles y así sintiéndoles algo más presentes. Irónicamente, nos dimos cuenta cómo de acompañados estábamos ese día. El párroco de la capilla donde nos casábamos, el sacerdote, el maquillador, la finca, el cocktail, el banquete, las fotos, el DJ, el transporte, las flores, todos hicieron un esfuerzo abismal en estos tiempos y fueron increíblemente flexibles y cariñosos con nosotros.
Seguir leyendo »Nos casamos en la capilla de La Florida, tras maquillarme y peinarme con el encantador Tony Espada, y de ponerme el vestido que tantas ganas tenia de utilizar. Salí con mi padre en coche escoltados por sorpresa por moteros amigos de mi padre que nos esperaban a la salida de casa para felicitarle en persona y acompañarle hasta la iglesia. El maravilloso cura-motero que nos casaba lo orquestó todo y salió precioso.
Creyendo que iba a ser de esas que lloraría a sollozos el día de mi boda, me sorprendí a mí misma en ese día. Fue un día mucho más sereno y real en el que supe controlar mis emociones y canalizarlas hacia mucha felicidad y tranquilidad al tener a Ernesto a mi lado en la iglesia. Fue un día de todos modos emocional, ya que los padres de Ernesto prepararon una carta al no poder estar ahí en ese día. Eso sí que tocó algo profundo en nosotros y en toda la gente de la iglesia. Sentí tremendo gozo al tener un coro que cantaba canciones que hacían más vívida la importancia de ese día, el coro iThirst de la basílica de Goya en Madrid. Mis hermanos y hermanas estaban todos guapísimos y leyeron las peticiones.
Un detalle que quisiera compartir es el Rito de la Cruz que hicimos Ernesto y yo. Se trata de tener una cruz (nosotros usamos una copia de la que tenía San Juan Pablo II) en nuestras manos mientras hacemos las promesas del matrimonio. Con ello, nos acogemos el uno al otro como la Cruz en nuestras vidas para querer y apoyar siempre. Nos casábamos sabiendo que Dios siempre nos acompañaría, desde antes, en ese momento, y a lo largo de nuestro matrimonio. Y gracias a Dios, no hubo ni un solo contagio en nuestra boda a pesar del banquete y de la fiesta. Quizás la pandemia nos ha ayudado a volver a lo que es importante este día.
El resto del día fue espectacular en La Finca de San Antonio, con Eva, la espectacular maître. Nos ayudó a incluir un cocktail, el banquete, la entrega de regalos, corte de la tarta, discursos y tiempo para festejar en un tiempo bastante restringido debido a la pandemia. Pero, ¿sabéis qué? ¡La gente se fue habiendo disfrutado muchísimo y con algo de ganas de más, lo cual siempre da una sensación que queda en la memoria!
Ha sido uno de los mejores días de nuestra vida y, definitivamente una historia a contar a los hijos y nietos. Hubo trazas agridulces debido a la ausencia de estas personas a las que tanto queremos, pero no dudamos que habrá muchas ocasiones más para celebrar junto a ellos futuras alegrías de la vida.
Os deseamos a todos/as aquellos/as que os vayáis a casaros en estos tiempos mucha calma y tranquilidad, a apreciar todos esos momentos compartidos e irradiar felicidad y confianza a pesar de la situación. Si necesitáis cualquier consejo o saber más de una boda Covid, poneos en contacto. ¡Mucho ánimo de parte de Joana y Ernesto!
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