La boda de Eriz y Vanesa en Soto Iruz, Cantabria
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E&V
26 Jul, 2014El día de nuestra boda
Cuando me preguntaban cómo me imaginaba que sería el día de mi boda, nunca pensé que todo fuera a salir tan bien, tan perfecto, tan natural. Que todo fluyera tan bien, entre lo que preparamos con tanto cariño durante dos años, y entre los invitados que lo dieron todo por nosotros, por nuestro día, nuestra fiesta.
Tuvimos una "preboda" de lo más completa. El día anterior, el viernes, fuimos a visitar a la familia de mí ya marido, que habían alquilado una casa rural cerca de la finca para estar todos juntos. ¡Una maravilla que recomiendo a las familias, pues se disfruta a tope! Y fuimos a pasar la tarde con ellos, ¡a compartir nervios, sobre todo! Y para continuar fuimos a la casita en la montaña que alquilaron también dos parejas de amigos con sus respectivos hijos y padres, ¡pues también estaban invitados! Cenamos una barbacoa, y como si con nosotros no fuera la cosa; ¡nos dieron las doce de la noche sin darnos cuenta! Y de vuelta a casa tuvimos que ir a urgencias con mi suegro, que el pobre tenía una erupción en un ojo y no aguantaba el dolor. Total, que era la una y media de la mañana y seguíamos en urgencias, ¡ensayando nuestro baile de novios en la sala de espera, casi a oscuras y con la música en el móvil, jaja!
Seguir leyendo »A las dos y media fuimos a casita y dormimos juntos, pues ya empezábamos a sentir algo de nervios ambos, y después de cuatro años viviendo juntos queríamos compartir hasta el último minuto.
El día 26 amaneció algo nublado (en Cantabria es normal), pero al llegar con mi padre, hermano y primo a la finca para decorarla.....¡¡apareció un sol radiante!! Allí estaba ya el videógrafo con su querida compañera ( Héctor y Marian, os adoro) y más tarde llegó Julia para inmortalizarlo todo.
En hora y media mis familiares y tres amigos del alma dejamos la finca, para mi súper bonita, y me fui a maquillar. ¡Andrea me dejó tal y como quería! ¡Y a peinar rápidamente! Mi tía ya estaba preparada en la habitación y en una yo ya estaba lista y preparada para vestir.
Llegó mi amiga, que me regalaba el ramo (que hasta ese momento no había visto) y tuve mi primera llorera con mi sobri. Así que ya se quedó para ayudarme a vestir, pues mi madre, la pobre, no atinaba. Me vestí, me hice las fotos y de repente me entraron muchos nervios, ya que mi marido había llegado (y la demás gente también), ¡y yo sólo quería bajar con él!
Y de repente sonó su música, y mientras esperaba en la casa con mi padre, yo estaba cantando. Llegó mi momento; sonó India Martínez, para él, para nosotros. Y nos encontramos. ¡No podía estar más feliz! ¡Y todo el mundo tan guapo por nosotros! La ceremonia fue civil y muy cortita, no más de 20 minutos, pero cargados de emociones. ¡Mi hermano y el mejor amigo de mi marido hicieron unos discursos que sacaron lágrimas y risas a partes iguales!
¡¡Y ya éramos marido y mujer!! Nos tiraron una lluvia de arroz de colores, pétalos y confeti en forma de corazón. Y llegó la primera gran sorpresa: mi marido me pregunta si no oigo nada y me dice que me gire y que lo disfrute, que es para mí. ¡Un coro rociero! ¡Exploté a llorar! Mis amigos del alma, mis tres fantásticos, nos los trajeron para el cóctel.
Durante el cóctel nos hicimos las fotos con los invitados y no pudimos comer más que un bocadito. Una pena, pero ya contábamos con ello. ¡¡La gente estaba muy emocionada y todo fluyó genial!
Antes de entrar al comedor nos quedamos solitos por primera vez, tres minutos para nosotros. ¡No me creía que ya estuviéramos casados! ¡Y nos abrazamos como si no hubiera un mañana, jaja! Con energía entramos al comedor con la canción "La suerte de mi vida", de El Canto del Loco, a tope. Y la gente venga a dar palmas, cantar, silbar.... ¡un espectáculo!
Siguiente sorpresa: el tío de mi novio nos tenía preparado un baile. Alucinamos pero sirvió de calentamiento para el banquete.
Entre platos dimos nuestros regalos especiales, fueron bastantes, somos conscientes, pero fue muy ameno y emocionante, ¡pues la gente lo daba todo con las canciones! Primero fueron los amigos del alma; a cada uno un regalo especial por estar ahí siempre, siempre. ¡Sonaron sus respectivas canciones y fue su momentito!
Pasamos a los hermanos, primero mi cuñado, luego mi hermano. ¡Hubo llorera familiar, no hace falta deciros más! Les regalamos unos foam con una foto nuestra, de cuando éramos pequeños, para que pusieran cada uno en su habitación; ¡los tatos siempre juntos!
Seguimos con los padres. Primero le dimos el ramo para mi madre; ¡nadie mejor que ella para tenerlo! Y a mi padre le regalamos un pañuelo bordado con nuestras iniciales y la fecha de boda con un "Papa" muy significativo. El turno de mis suegros fue después de que cortáramos la tarta acompañados de la canción " No te cambiaría" de Hugo Salazar. Era su 34 aniversario de bodas también, así que tuvieron su tartita de recuerdo, con sus muñecos de hace 34 años y con su canción. A llorar otra vez....
Y terminamos la ronda con las abuelas. Les dimos unas pasminas bordadas "Yaya, abuela Carmen" y "abuela Gislena". ¡La gente se volvió loca cantando " Cuéntame" de Ana Belén!
Después de comer hubo otra sorpresa, un vídeo con imágenes que iban desde nuestra infancia hasta nuestros 12 años juntos. Fue regalo de mis amigos también. Y a abrir el baile, nuestro momento, en el que (de verdad, chicas) no existe nada, ni nadie, más que vosotros; ¡os lo juro!
¡¡La fiesta se alargó hasta las dos de la mañana, pues estábamos destrozados después de tantas emociones!!
Siento el tostón, pero fue la boda de mis sueños hecha realidad, se merecía que os lo contara todo.
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