La boda de Enrique y maria angeles en Granada, Granada

Nos casábamos un sábado 18 de agosto del 2018 (nos encantaba esta fecha), así que el día anterior nos fuimos al hotel donde nos íbamos a vestir de novios (Hostel el Palacio de los Patos), pasamos allí la noche cada uno en su suite, maravilloso, no tengo palabras para describirlo. He de daros un consejo, dejad lo mínimo para el día anterior, a mí me surgieron muchos imprevistos de última hora y me estresé un poquito, pero todo salió muy bien.

Me levanté muy tranquila, y eso que ese mismo día tuve que ir a recoger mi vestido, porque como adelgacé bastante, la última semana me hicieron 2 pruebas imprevistas y tuvieron que meterme, la tienda estaba al lado del hotel, así que cero preocupaciones, y me lo dejaron perfecto. Otro consejo que os voy a dar, dejad el vestido en la tienda todo el tiempo posible, allí lo tienen muy bien cuidado y muy bien planchado, incluso si lo podéis recoger el mismo día de la boda, mejor, y ¿si os lo lleváis a casa y pasa cualquier cosa? Yo tengo mucho respeto a esas cosas.

He de deciros también que antes de ir a recoger el vestido desayuné con mi marido en el hotel (él estaba más nervioso que yo). Me encanto hacerlo.

Bueno, pues yo me casaba a las 17:00 de la tarde, a las 11 y media ya empezó a venir gente a la habitación, peluquera, maquilladora (mi prima Carolina, que es esteticista y la que estuvo conmigo en todo momento y me ayudó a vestirme), fotógrafo, videógrafo, el hombre que trajo el ramo, mi cuñado (que hizo de padrino), aquí tenía un pellizquito en el estómago, pero lo que se dice nerviosa, no estaba.

Y llegó la hora de salir del hotel, mi marido salió 15 minutos antes que yo, la iglesia está muy cerquita, vino un coche precioso a por mí y me dio una vuelta por las calles principales de Granada, para hacer tiempo, y entonces llegamos mi cuñado y yo a la puerta de esa Iglesia espectacular, El Sagrario de la Catedral de Granada, y allí estaba yo, y de repente me entraron los nervios. Había muchos turistas en la puerta, y yo pensando “qué leches hace tanta gente aquí a las 17:00 de la tarde un 18 de agosto, con el calor que hacía”, en fin, he de deciros que yo no pasé calor en ningún momento y eso que mi vestido pesaba un poquito. Aquí me entraron tantos nervios que hasta se me saltaron las lágrimas.

Y entonces escuché las palabras de Almudena: “Ya es la hora, tienes que salir del coche”. Y así hice, con ayuda de mi cuñado y ella salí del coche y despacito subí las escaleras de la iglesia y me metí adentro, y allí estaba él, tan guapo, esperándome en ese altar tan mágico, con esa música de fondo (Canon de Pachelbel), se me ponen los pelos de punta cada vez que me acuerdo, qué de emociones, qué felicidad, quería que se parara el tiempo.

La ceremonia, preciosa, el cura, estupendo; por cierto, yo la hice entera, hay gente que la hace más corta, pero yo no entiendo eso y me encantó, total son 10 minutos más. Al salir de la iglesia pusimos un carrito de limonada que triunfó, como era de esperar, incluso creo que bebieron gente de la boda que había después de la mía, pero a mí no me importó, estaba tan feliz… Además, durante la preparación de la boda tuve relación con la novia que se casaba después porque pagamos las flores de la iglesia a medias e incluso ahora sigo teniendo relación con ella.

Y llegó la hora de irnos hacia la finca, nosotros citamos a la gente a las 20:00, así que nos hicimos fotos mientras llegaban en la misma finca (Huerta Nazarí), es un sitio maravilloso, allí celebran bodas también y tienen su capilla, jardines, piscina y habitaciones. Cuando lo vimos nos enamoramos del sitio, todos los invitados se quedaron a dormir, eso era lo que buscábamos, hacer una celebración de tres días, para una vez que nos casamos...

Llegaron los invitados y empezó la copa de bienvenida, y después llegó la cena, mucha comida, muchas sorpresas, muchas emociones, dimos algunos regalillos especiales, le di el ramo a mi cuñada que se casa este agosto también, nos reímos, disfrutamos, no tengo palabras para describir lo que se siente, era todo felicidad, a mí no se me pasó tan rápido como dicen, yo aproveché al máximo todo, quizás también nuestra boda duró más de la cuenta…

Y estábamos listos para empezar nuestro baile, un tango nada más y nada menos que nos habíamos preparado una semana antes, me quité mi cola y mi velo, me cambié de zapatos y a bailar, y salió muy bien, y nosotros no somos de bailar, a la gente le encantó todo, no hacían nada mas que felicitarnos. No teníamos hora de irnos a dormir, así que imaginaro, no sé a qué hora se fue el último… dormimos nada y menos y nos levantamos a seguir celebrando.

El domingo fue más tranquilo, para comer vinieron a hacernos una paella a todos, salió buenísima, y durante el día tuvimos barbacoa, que esa sí la hicimos nosotros. Al día siguiente lunes nos fuimos sobre las tres de la tarde, pero todos con una sonrisa de oreja a oreja.

La finca la alquilamos entera para nosotros, imaginaros lo a gusto que estuvimos, con la gente que queríamos, os podría dar muchos consejos, solo os voy a decir que hagáis la boda que os guste a vosotros, a los novios nada más, es vuestra boda, y que invitéis a la gente que de verdad queréis que esté, nada de compromisos, se puede hacer perfectamente, y que disfrutéis de todo ese día y de los preparativos también, vivid el momento… Hace 8 meses que me casé y soy inmensamente feliz, tengo el mejor marido que podía tener.

Cualquier duda que tengáis de lo que sea si os puedo ayudar, aquí estoy. Espero que os gusten las fotos, he puesto alguna de la preboda, el video todavía no lo tengo, pero estoy deseando verlo. Y tampoco hemos hecho las fotos de la postboda, las haremos en breve.

Todo salió perfecto y desde aquí le doy las gracias a toda la gente que participó en nuestra boda.