La boda de Enric y Alba en Miramar, Tarragona
Rústicas Verano Marrón 7 profesionales
E&A
03 Sep, 2016El día de nuestra boda
¡hola a todas!
Pues ¡ya nos hemos casado! Parecía tan lejos y mira, ya ha pasado.
Nosotros decidimos hacer de nuestra boda un día muy especial, diferente y ameno así que nos casamos en la capilla de un pequeño pueblo de montaña en el que todas las casas son segundas residencias y dónde mis suegros tienen una casita.
Allí no hay restaurantes, ni la casa es suficientemente grande...así que pedimos permiso al ayuntamiento y a los vecinos para hacer la celebración y nuestro convite en el mismo pueblo. Sí, nos casamos en la pequeña capilla y comimos en la plaza.
Esto no es muy convencional, cómo podéis ver, así que en un principio eso suscitó en algunas personas de la familia (más de él que de la mía) reticencias (¿No vais a un restaurante? ¿Y si llueve? ¿Y si hace viento? "Las abuelas no pueden caminar...").
El caso es que yo no quería ir a un sitio aglomerado de gente, solamente teníamos 60 invitados alargando mucho y yo quería una boda handmade así que nos buscamos un catering y la decoración nos la fuimos buscando nosotros en los 3 meses que teníamos... (Si, 3 meses...¿para qué necesitábamos más?).
Seguir leyendo »El pueblecito es para ver...todo sobre roca, vistas increíbles de El Camp de Tarragona, Silencio natural, árboles...así que el pueblo en sí ya nos vestía muchísimo el ambiente con lo que las decoraciones consistieron en 4 ambientes principales:
- Zona cóctel: algunas cajas de fruta pintadas, jaulita de metal con flores dentro, un carretón pequeñito con plantas y lo que nos pusieron los del catering (mesas de madera altas, un par de carritos con comida, una bicicleta con mesa).
- Zona de la plaza: Simplemente hicimos unos banderines de telas diferentes que colgamos entre los árboles y la pared, las mesas y parasoles de los del catering y un rinconcillo que quedó precioso con unas cajas con flores y una mesa + silla dónde pusimos nuestro guestbook con una cámara fujifilm mini 8 y el libro de firmas hecho por mí misma.
- Zona de subida: En uno de los lugares hay una prensa antigua de uva que decoramos con cestos de cáñamo con flores secas que habíamos ido cogiendo y secando durante el verano, una regadora de metal y unas cajas más de fruta decoradas. Después por las barandillas de subida hacia la iglesia pusimos un tul cogido con cuerdas que tapamos con pequeñas ramitas de paniculata. Un rinconcito con torreteras de metal y flores secas y farolillos blancos alternados con plantitas con flores adornadas con arpillera.
- Zona Iglesia: La iglesia es super pequeña. ¡60 personas lo petamos! Estaba que ya no cabía nadie más. Pero eso era muy chulo porque teníamos a toda la gente que nos importaba muy cerca de nosotros. Todos estábamos allí juntos viviendo el momento. Por dentro era tan pequeña que no podíamos decorar demasiado, así que simplemente le pusimos delante del altar de piedra un ramo vertical con liliums blancos y gerberas amarillas i colgando del coro un poco de esparraguera con Statice blancos clavados. Además pusimos unos focos de colores (escogimos el azul) que enfocaban la vuelta de punta que hay encima del altar de manera que destacara mucho más y tuviéramos más iluminación. Era un lugar muy mágico.
En la parte exterior pusimos simplemente dos maceteros grandes de metal con dos ramos a conjunto del de dentro a lado y lado de la puerta de entrada. Yun rinconcillo con una caja o dos y los cestos con las paperinas que contenían los pétalos que nos tiraron al salir.
Nos casamos a la 1 de la tarde, así que citamos a esta hora a todos nuestros invitados aunque los vecinos del pueblo se aplegaron también allí para vernos pasar e iban gritando mientras subíamos (¡vamos, que queda poco, guapas!)... fue chulo de verdad notar su apoyo. Ya os digo que disfrutamos todos del día...
Enric subió con sus padres y a mí me subió mi prima y su pareja. No cogimos coches de alquiler ni nada porque tampoco nos teníamos que desplazar a ningún sitio después, ya que la ceremonia, el convite y las fotos lo hicimos en el mismo pueblo. La decoración del coche también la hice yo. Cogí unos pequeños ramitos de lavanda recién cogida, los até y les até un lazo con rafia y colgaban dos hileras finitas de arpillera.
Enric estaba arriba esperándome y yo subí acompañada por mi madre (porque mi padre falleció hace unos años). Estábamos las dos bastante nerviosas y subimos a toda velocidad por las escaleras (¡Y eso que íbamos altas y es todo de piedra irregular!) hasta llegar a la puerta. Ayudé a entrar a mi madre y recorrí el par o tres de metros que separan la entrada del altar temblando de emoción, nervios y vergüenza.
Enric estaba allí, guapísimo, mirándome sin decir nada y la verdad es que estaba en blanco, flipando...cuando me di cuenta de que me miraba sin pestañear me morí de vergüenza cómo si no nos conociéramos (y llevamos 12 años juntos!) pero fue magnífico. Estaba tan nerviosa que se me desató el brazalete y no me lo pude poner porque las manos me temblaban... ¡nunca había sentido esa emoción antes!
Tenía muchas ganas de llorar, supongo que de emoción contenida, de nervios y de pensar que mi padre no estaba, que mi avi y mi abuela tampoco...pero me pude aguantar (llevaba días ensayando el parar las lágrimas...).
La ceremonia fue super breve porque así se lo pedimos al capellán y duró media hora justa. Así que estupendo todo.
Al salir, Enric tenía preparada una canción de un grupo que siempre le ha gustado mucho y esa canción la utilizó para acercarse a mí antes de salir y le tenemos mucho cariño así que empezó a sonar cuando la gente estaba fuera, esperándonos con los pétalo, y cuando llego el estribillo me cogió de la mano y me estiró para fuera debajo de una lluvia de pétalos, con un sol fortísimo y unas vistas espectaculares.
Vino mi tío el primero (el hermano mayor de mi padre, que también tiene cáncer, cómo él) y me abrazó...con lo que los dos nos pusimos a llorar y terminamos riéndonos. Y después poco a poco todo el mundo se fue acercándonos, a abrazarnos y felicitarnos y estuvimos realmente todos a una, unidos.
Después los invitados fueron bajando a la zona del cóctel mientras nosotros íbamos a hacernos algunas fotos.
Después nos tocó ir hacia la zona de comida pero yo no tenía hambre. Bebí algo para que no me cogiera algo con el calor que hacía y ya está. No podía, pero no sé por qué.
Cuando fue la hora de ir hacia las mesas, todos se rieron mucho con el sitting ya que lo hicimos con equipos de baloncesto de la NBA (porque somos muy forofos de este deporte) y con una aplicación llamada Moment Cam nos dedicamos a coger las fotos de cada invitado y tunearlas en un cuerpo de jugador de baloncesto con el que hicimos la composición del sitting. Fue muy divertido ver cómo se reconocían en los dibujos...de hecho las hojas de sitting desaparecieron...
En la mesa, los marcadores también los hicimos nosotros con unas mariposas de papel con el nombre enganchadas en unas piñas que pintamos de blanco en las puntas.
Las mesas las cogimos rústicas porque estábamos en la montaña y eran más adecuadas con lo que la decoración de las mesas iba a juego. Eran mesas de madera sin vestir casi, solamente había uno de esos caminos de mesa en tela blanca muy finita y debajo de cada plato iba un salvamanteles de esparto redondo. Las patas de las mesas eran de color azul turquesa así que cogimos sillas blancas y sillas turquesa para combinarlas. Para hacer un poco más decorativa la cosa, hice una paperinas con arpillera y cuerda para colgar en las sillas y dentro les puse paniculata.
Los centros de las mesas estaban hechos por nosotros con rodajas de madera con botellas decoradas con telas. Y las flores eran Statice de colores y Paniculata. Fueron todo un triunfo y de hecho, creo que quedaron 2...los otros se los llevaron los invitados.
Después de comer, trajeron la mesa con los pasteles, que cortamos tradicionalmente y después abrió la zona del guestbook, que fue un éxito absoluto. No me esperaba tanta afluencia...la gente pedía turno y todo y nos quedó un libro de firmas increíble. Super bonito. Todos se lo curraron mucho.
El baile lo hicimos a modo de fiesta mayor, en la plaza también. Retiramos algunas mesas para que quedara espacio y al abrirse la barra de bar empezó también la música, que estaba escogida por todos ya que las semanas antes de la boda pedimos a nuestros invitados que cada uno escogiera una canción que quisiera escuchar, así salió una lista de música variada, para todos los públicos que nos hizo disfrutar a todos cómo locos.
De hecho, siendo una boda de día...nos íbamos que eran las 12 de la noche...así que ya os podéis imaginar ¡la fiesta que montamos!
Un día espectacular, ¡inigualable!
Os dejo algunas fotos para que os hagáis una idea… por si a alguna le sirve de inspiración.
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