La boda de Eloy y Estibaliz en Capela (Capela, A), A Coruña

Uno de mis sueños, que mis amigas estuvieran conmigo vistiéndome, no pudo ser.

Salimos puntuales para la ceremonia y cuando llegué al lugar donde me estaba esperando la carroza, empieza a llover… Y yo con unas ganas de llorar increíbles, ya que era otro de mis sueños, pero mi padre me dijo: “venga con paraguas”, y así fuimos. Llegamos al lugar dela ceremonia y no sabía si habían llegado mis damas de honor y mi ahijado con los anillos. Empecé a llamar a algunos invitados, y nadie me cogía el teléfono. Al final me lo cogió mi primo, y sí, todo estaba listo para mi llegada.

A partir de ahí todo fue estupendo: una ceremonia preciosa, todos nuestros amigos y familiares, un millón de sorpresas y regalos que nos hicieron durante el banquete (nuestras iniciales en globos, regalos para nuestra luna de miel, un flashmob con todos nuestros invitados haciendo el mismo baile a la vez… ¡Fue increíble!

Le regalamos los muñecos de la tarta a una amiga que lleva muchos años con su pareja para a ver si dan el paso, y el ramo a una prima mía que estuvo conmigo en todo momento y quería agradecérselo. Mi liga a otra amiga y después con otras tres ligas que teníamos sacamos a tres parejas que son amigos e hicimos que los hombres se la pusieran a sus parejas con la boca, ¡todo el mundo se divirtió muchísimo!

Ah, ¡el baile! Durante el último año los amigo nos vacilaban a que no nos atreviamos a bailar “El baile del serrucho” en la boda, y cuál fue su sorpresa que cuando estábamos bailando el vals antes de acabarse de repente el Dj puso la canción de “El serrucho” y nos pusimos a bailar, y ya ahí se levantó todo el mundo y empezó la fiesta.

Fue un día inolvidable el cual volvería a repetir una y mil veces.

Disfrutar cada minuto porque cuando te das cuenta todo se ha acabado y tú dices: ¿ya?