La boda de Edu y Jenny en Castelló/castellón De La Plana, Castellón
En la playa Verano Blanco 4 profesionales
E&J
04 Jul, 2015El día de nuestra boda
Os advierto, es un texto largo y os lo cuento como si os lo estuviera contando tomándonos un café. Así que, ¡sacar vuestras tazas y unas pastitas, porque soy habladora!
Edu y yo llevamos juntos casi 14 años, por lo que nadie esperaba ya que nos casáramos (vamos, que estábamos ya casados sin estarlo “oficialmente”, como se suele decir).
Siempre me imaginaba todo tipo de pedidas en cada evento especial (cumpleaños, reyes, aniversarios, navidades, viajes, bajando a comprar el pan, etcétera). Soy romántica, ¿qué puedo decir?, y fue en nuestro 12 aniversario, en aquel paraje de ensueño, cuando el hombre de mi vida me pidió matrimonio en uno de los momentos más bonitos, especial y único de nuestras vidas. Cada día, cada feliz día que tengo la fortuna de pasar con él y con nuestra familia es un regalo único e inigualable que nos da la vida. Así fue como comenzó un nuevo y maravilloso viaje, nuestra boda, que se celebraría siete meses después.
Como ya tenemos una edad, hemos asistido a múltiples bodas, y si hay algo que teníamos claro era que, si algún día nos casábamos, nuestra boda no sería ni un mecanismo de ganar dinero, tipo negocio, ni un acto de: “nos casamos porque es lo que toca”.
Seguir leyendo »Nosotros somos del otro tipo, del tipo de personas que no hacen de su boda un negocio, de los que realmente querían invitar a sus familiares y amigos y querían disfrutar y compartir aquel momento tan único con ellos.
Nosotros queríamos una boda de fin de semana. Una boda que fuera una reunión familiar y de amigos donde no solo estuviéramos juntos el día del enlace, sino todo un fin de semana para disfrutar de esas horas previas: el día antes, los nervios, los preparativos...
Así que después de mucho reflexionar, de muchos sitios que visitar, y de incluso mirar sitios cercanos por si la idea del fin de semana era algo complicado de llevar a cabo por el tema de desplazar a los invitados, nos paramos y dijimos: "¿Qué sitios queremos?”, y ambos supimos la respuesta: “la playa”.
Nuestra boda fue en una playa de pescadores de Castellón. Una boda de fin de semana, de viernes a domingo, donde nuestros invitados disfrutaron con nosotros de una precena el día antes y un fin de semana de playa y piscina en el que familiares y amigos nos dedicaron unas líneas muy emotivas, en aquél precioso lugar dónde Edu y yo celebraríamos aquél momento tan único de nuestras vidas.
Momentos únicos, todos. Los nervios, la espera por verle y por verte él a ti. El que te acompañe tu padre/madre al altar. El que te vistan tu madre, tu hermana, tus amigas, etcétera.
Nos enorgullece decir que las frases más repetidas de nuestros invitados han sido, aparte de los tradicionales: "qué bonito, qué romántico", las de: "qué boda tan real", "una boda que refleja vuestra relación y vuestro amor".
Dicho todo esto os contaré ahora la parte más organizativa del evento.
Una vez realizada la elección del sitio del banquete y ceremonia, allá por finales del mes de marzo, teníamos tres meses para organizar todo lo relacionado con los invitados.
Hicimos cajas explosivas como invitaciones de boda, con la temática de viajes y con detalles de lugares relacionados con nuestra relación, con nuestros orígenes familiares y con nuestra serie favorita: Friends. Esta temática también estuvo presente en el salón del banquete, ya que pusimos como nombre de las mesas frases míticas de la serie
Después de fastidiar el viaje inicialmente programado (que comprensivo es mi marido, por dios), por no subirme al avión rumbo a Islandia a raíz de un trauma de antaño generado por unas turbulencias que brotó de nuevo, finalmente fuimos de luna de miel a un resort de la costa blanca y luego a Escocia.
Por cierto, sitio precioso con parajes perdidos espectaculares, vista de delfines en la playa y mil anécdotas. Siempre recordaremos como el destino o mi ataque de ansiedad nos llevó hasta allí en nuestra continuación de luna de miel.
Con respecto a nuestros trajes del día de la boda, el mío era de Aire Barcelona, (regalo de mis padres), y Felix Ramiro para él, un traje corte smoking con chaleco y pajarita. Yo llevaba unos zapatos, azul eléctrico, regalo del novio, junto con los pendientes. Yo le regalé los gemelos.
Las damas de honor iban todas con un traje en verde-azulado palabra de honor.
Algunos de los complementos: alianzas (oro blanco), regalo de mi hermana. En ellas pusimos una frase muy nuestra en su interior. También llevé un brazalete, regalo de mis chicas
Precena: buscamos un chiringuito superchulo en la zona, al lado de la playita, en el que nos atendieron estupendamente, y la noche antes nos reunimos todos a comer unas paellitas regalo del padrino
Vídeo: fantásticos videógrafos, el tercer día. Unos chicos estupendos y muy profesionales.
Fotos: aparte de fotos de todos los invitados, fotos con el wedshoots, fotos de familiares fotógrafos etcétera, contratamos a un amigo nuestro de imagen para que se ocupara de hacernos fotos y álbum.
Peluquería y estética: mi prima, que se dedica a ello, se ocupó. También una peluquería de la zona.
Flores: fantástica florista de la zona, entendió perfectamente lo que queríamos, y sin conocernos personalmente. La estrella de las flores era la rosa. Ramo de Rosas blancas con una rosa azul eléctrica en el centro para mi ramo. Ramo de rosas blancas para mis damas, y prendidos en blanco para mi marido y mi padre. Rosas rojas para la ceremonia de la rosa. Sillas blancas con rosas azules en el lateral. Pétalos en el suelo, un Arco con flores blancas y tul blanco
Banquete: el sitio elegido para el banquete fue un sitio que, visto lo visto, tiene buena comida, buenos camareros, buenos cocineros, buen local...
Detalles de boda: entre múltiples detalles hicimos DIY:
Programas de la ceremonia / Pai pai para el calor
Carteles para la ceremonia con mensajes/ Bolsitas de arroz y alfileres de boda
Pusimos alforjas de colores con botellas de agua
Hicimos unos centros decorativos para adornar la mesa de chuches que pusimos
Un libro de firmas polaroid / Un árbol de huellas
Repartimos las tarjetas por las mesas junto con los regalitos de boda del programa wedshoot, ¡todo un acierto descargárnoslo! Adjuntas os dejo algunas fotos que nos enviaron los invitados y fotógrafo.
El regalo de los chicos (unas tarjetas con fotos de nuestros viajes por un lado en un sujetapapeles y, por la otra cara, agradeciéndoles su asistencia, les indicábamos las tres organizaciones a las que habíamos donado dinero en nombre nuestro y de nuestros invitados). El regalo de las chicas era un portajoyas.
Nuestros muñequitos de boda, una pareja de clips vestidos de novios.
Pusimos velas en las mesas que se encendieron y bajaron luces, para cuando entramos al banquete al ritmo de: “My Girl”.
La música de la ceremonia la escogimos cuidadosamente desde Brian Adams a Sinatra, pasando por éxitos como “Stand by me” o “pedacitos de ti”.
Habíamos elegido el uno para la otra música para las respectivas entradas a la playa/ceremonia sin que el otro lo supiera. Él me regaló entrar con la tan preciosa “canon de pachelbel”, y yo a él, “nací en el mediterráneo”, Y para mi sorpresa, mi marido contrató a un cuarteto de cuerda que los interpretó en directo en la ceremonia y el cóctel.
Para finalizar, ahora que estamos en petit comité, os contaré algo a los que todavía sigáis leyendo este texto, y que os hará reflexionar si estáis agobiadas, nerviosas u os estáis preocupando por detalles de los que no os tendríais que preocupar:
Días antes de la boda nos comunicaron algo que, aunque ya esperábamos/intuíamos la noticia desde que comenzáramos a hacernos pruebas y más pruebas meses atrás, no deja de ser: impactante. No podíamos tener hijos de forma natural, en este caso, por mi culpa. Pero tranquilos, como dice mi padre siempre: "no me des problemas, dame soluciones", y en ello estamos. Lo que quiero decir con esto es que a veces el ser humano parece que olvida lo frágil que es su salud y, no nos engañemos, millones de veces se preocupa por estupideces que no tienen importancia. Hay que preocuparse por lo que realmente importa, que nosotros y nuestras familias estemos sanos y felices, esperando y rogando que siempre estemos así.
Así que, si el día de boda de una pareja es un día de felicidad, imaginaros con cuánta intensidad y con cuánta felicidad vivimos nosotros un día tan especial, un día en el que celebrábamos un acontecimiento feliz, tan único, tan maravilloso. No os hacéis una idea.
Ahora mismo me siento afortunada, feliz, agradecida y enamorada.
Todo fue mágico. Un día único, inolvidable e irrepetible que permanecerá en nuestros corazones para siempre.
Un abrazo a todos.
Y a ti, mi vida, gracias por hacer que, día a día, nuestros sueños ocurran.
Servicios y Profesionales de la Boda de Edu y Jenny




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