La boda de Diego y Sara en Palacio De Saldañuela, Burgos
De noche Verano Blanco 8 profesionales
D&S
03 Sep, 2022El día de nuestra boda
Nos casamos el 3 de septiembre de 2022 en la Catedral de Burgos. Me preparé en casa de mis padres, con ellos, mis hermanos y mis abuelos presentes. Antes de empezar a prepararme mi hermana me leyó una carta y ella y mi hermano me regalaron un anillo con una esmeralda y brillantes que llevé el día de la boda. No estuve nerviosa hasta que me monté en el coche, un Citroën Tiburón Cabrio DS, propiedad de mi familia.
El vestido lo diseñó Navascues. Quería un vestido sencillo pero elegante, con mangas y una cola muy larga. También sabía que quería que fuese desmontable.
Enseguida entendieron lo que quería. El vestido era de crepe de seda, con escote pico, igual que la espalda, y manga tres cuartos. Las mangas, la cintura y la espalda iban bordadas con la misma tela que la cola, que era de cuatro metros e iba enganchada a la espalda con botones.
Llevaba un velo de cuatro metros y medio enganchado al moño bajo.
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Cuando me quité la cola me puse en el hombro un medio lazo de organza con caída casi hasta el suelo.
Las sandalias eran de Flor de Asoka en color topo. La ceremonia fue en la Catedral de Burgos y la música estuvo a cargo de Gemma Sanz, que al final del banquete nos sorprendió cantándonos una canción que nos había compuesto contando nuestra historia. No nos lo esperábamos y nos emocionó mucho.
El banquete tuvo lugar en el Palacio de Saldañuela. El personal del Palacio fue increíble. Nos hemos sentido muy arropados y guiados por ellos. Volveríamos a repetir allí sin dudarlo. Durante el cóctel tocó un grupo flamenco de Cádiz, Toñi Romero. Compuse una canción a mis abuelos, ya que quería hacerles un homenaje ese día, y Toñi se encargó de cantársela mientras estábamos los tres subidos en una escalinata de piedra y todo el mundo se emocionaba viéndolo. Fue uno de los momentos más especiales de la boda. Jamás lo olvidaré.
La floristería del ramo fue Bambú Floristería. Quería un ramo que tuviese eucalipto y hortensias blancas, al ser mis flores favoritas. El granate es mi color favorito, así que, aunque predominase el verde y blanco, añadimos algunos tonos granates al ramo.
Además, se realizaron tres réplicas del ramo, para entregar a las dos abuelas y madre del novio. El original se lo dimos a la madre de la novia.
La decoración floral estaba a cargo de Floristería Castilla. El exterior de la Catedral iba decorada con una columna floral de tres metros, compuesta de verde y hortensias blancas, a un lado de la puerta. Al otro lado, ánforas en color madera en diferentes alturas con mucho verde y hortensias blancas y una columna floral de un metro. En el interior de la
Catedral iban dos columnas de dos metros, también con hortensia blanca y verde, y el altar con el mismo tipo de flor.
De la decoración floral de las mesas también se encargó Floristería Castilla. De toda la decoración se encargó Alma Imagen. En la entrada pusieron diferentes rincones con eucalipto, flor blanca, pampa, jarrones de cristal, ruedas de maderas, y de fondo un tipi con un atado floral en los mismos tonos y un cartel de bienvenida. Del cigar bar, espacio con conos con pétalos a la salida de la Catedral, rincón de alpargatas, photocall y mesa del claustro se encargaron ellos también. En la mesa del claustro del Palacio pusieron un libro grande que nos hicieron en el que se leía una frase de Lope de Vega “Esto es amor, quien lo probó, lo sabe”, sobre una cama de verde y rosas blancas, acompañado de jarrones con agua tintada en verde y velas. Todas las escaleras que subían de los jardines a la carpa de la cena estaban adornadas con verde, rosas blancas y muchas velas.
Para los amigos más íntimos y próximos en casarse, Alma Imagen nos hizo unos cubos de madera y metacrilato, en la misma línea que el seating plan, con flores y velas y una frase personalizada para cada uno.
Arancha y Jesús, encargados de Alma Imagen, han sido nuestro gran descubrimiento. Nos han acompañado durante todo el proceso, involucrándose de una forma que han pasado a ser amigos. Han vivido la boda como si fuera suya y han cuidado hasta el último detalle.
Soy muy detallista y me cuesta delegar en los demás y me dieron tranquilidad, paz y seguridad. Los recomendaría a todo aquel que esté organizando una boda. A nuestros hermanos les regalamos un cuadro con sus nombres en flores secas y con la frase: “Hermano/a, como las ramas de un árbol crecemos en distintas direcciones, pero nuestra raíz continúa siendo una sola. Así, la vida de cada uno siempre será una parte esencial del otro”.
Durante la cena había mesas redondas y mesas rectangulares. Las redondas llevaban centro de mesa con candelabros, velas, eucalipto y hortensias y flores blancas. Las rectangulares iban adornadas por un camino compuesto por las mismas flores y eucalipto. Todo en tonos verdes y blancos y acompañado de muchas velas. Queríamos que con la luz de las velas diésemos un toque romántico. La mesa presidencial era rectangular y tenía un camino de lado a lado que caía hasta el suelo, acompañados de candelabros en diferentes alturas.
Las minutas y meseros los diseñé yo. Llevaban una acuarela de eucalipto y una golondrina. La golondrina aparecía en el seating plan, los conos con pétalos para lanzar a la salida de la Catedral, las invitaciones, incluso como marca de agua de las fotos que se hacían los invitados en el fotomatón. Esa golondrina la tenemos tatuada Diego y yo.
Es nuestro símbolo. La golondrina significa la vuelta a casa, la lealtad, la fidelidad y la libertad. Creo que no hay nada que pueda definir mejor nuestro amor. Las invitaciones llevaban una acuarela de una puesta de sol en el Castillo de Sancti Petri, lugar donde Diego me pidió matrimonio, que pinté yo.
El seating plan eran cubos de madera y metacrilato serigrafiados, con flores y con luz indirecta que alumbraba los nombres. Estaban colocados sobre ruedas grandes de madera, en distintos niveles y acompañado de vegetación y muchas velas.
Como detalle para los invitados dimos pulseras solidarias para la AECC de Cuquinadas. Queríamos un detalle unisex, ya que había 280 invitados y nos parecía más fácil. Teníamos claro que no queríamos dar el típico detalle que acaba en un cajón, queríamos contribuir con algo. Fue un gran acierto y a la gente le encantó. La fiesta la amenizó Hey Mickey Events.
La maquilladora fue MuyMia Make up, una maquilladora de Burgos con la que ya me había maquillado más veces y sentido cómoda. Quería un maquillaje sencillo, que se vieran mis pecas, sin mucha cobertura, y focalizándonos en los ojos.
De la peluquería se encargó Silvia Herrán, también de Burgos. Llevé un moño de bailarina bajo que se desmontaba en un semirrecogido para el momento baile.
Los fotógrafos fueron Liven Photography. Creo que desde que nos las mandaron no ha pasado un día en que no las vea. No sé elegir una. Estamos muy contentos con las fotografías y el día de la boda se mimetizaron de tal forma que no agobiaban ni nos dábamos cuenta de que nos estaban sacando fotos. Fue el día más feliz de mi vida.
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