La boda de Diego y Laura en Oviedo, Asturias
Verano Naranja 5 profesionales
D&L
19 Sep, 2015El día de nuestra boda
Mi boda fue sencilla, no fue de día entero, sino por la tarde (con cena) y con pocos invitados. La verdad es que como tuvimos 10 meses para prepararlo todo nos lo tomamos con mucha calma, fuimos poco a poco contratando servicios (cosa que recomiendo a todo el mundo, ya que hay muchas novias que se estresan al organizar y yo no me estresé para nada y eso que soy súper nerviosa).
El día de la boda me desperté hecha un manojo de nervios. Toda la tranquilidad que tuve hasta ese día, se evaporó. Supongo que era el imaginarme entrando en la iglesia y pensar en toda la gente mirando para mí.
Fui a la peluquería a peinarme y maquillarme. Me distraje un rato, pero de poco sirvió porque al salir volvió mi ataque de nervios y cada vez iba a más. Por la tarde, vinieron los fotógrafos a mi casa a sacarme fotos poniéndome el vestido. Es un momento bonito, estaba algún familiar y mi mejor amiga para ayudarme con él y como no, salieron en las fotos, las cuales todavía no vi, y estoy deseando ver. En ese momento estaba bloqueada, sonreía pero a la vez tenía ganas de llorar. Llegó después mi hermano, que era mi chófer, y todos se fueron y ahí estaba yo, con mi hermano pequeño, al que quiero con locura. Se le había torcido el nudo de la corbata y antes de salir de casa nos tuvimos que poner a mirar por Youtube vídeos en Internet de cómo hacer nudos de corbatas… no tengo palabras para ese momento. Yo, con mis nervios, media hora antes de la boda en esa situación.
Seguir leyendo »En el coche pensé desmayarme. Tuve que inspirar y expirar rápido todo el tiempo porque si no me echaba a llorar. De la emoción y nervios, claro. Recogimos a mi padre de camino, que fue el padrino, e intentaba tranquilizarme, pero creo que me puse aun más nerviosa.
Y llegamos, miré hacia la iglesia y vi a los invitados mirándome desde dentro mientras yo pensaba si sería capaz de bajarme del coche. Vi flashes y fotos, finalmente bajé y al ritmo de la gaita entré en la iglesia abrazada del brazo de mi padre, temblando, caminando despacio, sonriendo pero en una nube, pensando si haría demasiado el ridículo si en ese momento me desmayaba... pero gracias al cielo no ocurrió, vi a mi ahora marido, que me dijo lo guapísima que estaba, y el cura empezó a hablar. Ahí fue como si parte de mi tensión al fin se alejase y empecé a hacerme a la idea que ya estaba ahí, en ese instante en que me iba a convertir en esposa, ese momento que llevábamos meses preparando y esperando.
Tras la misa lo más bonito fue lo que ya imaginaréis, salir por la puerta de la iglesia sonando en la gaita "Asturias, Patria Querida" y con la gente tirando confeti. Tras ello se sacaron fotos con los invitados y luego nos fuimos los dos a la sesión de fotos. Aquí si aconsejaría a las futuras novias que si os casáis como yo por la tarde, os intenten hacer las fotos deprisa y no muy lejos del sitio de la boda (a poder ser), ya que a mí, aun estando cerca, se me hizo bastante largo y eso que debieron ser 40 minutos, pero tenía la cabeza puesta en llegar al lugar y compartir el momento aperitivos con los invitados. Creo que es lo más bonito de una boda y de lo que menos disfrutan los novios porque llegan tarde.
Así todo, al llegar sonaron las gaitas y nos esperaban todos dentro del jardín para un brindis, que fue muy bonito, y luego sí compartimos ya nuestro tiempo con los invitados. Tras ese rato entraron todos a la carpa para la cena. Escogimos una canción nosotros para ese momento, sonó y entramos por una alfombra roja y fuegos alrededor (sorpresa del lugar) y también recibimos aplausos y brindis. Fueron momentos en que me sentía querida e importante y creo que la sensación que mejor lo describe es de agradecimiento.
La cena impresionante. Al ser pocos eran mesas redondas, los camareros genial, la gente encantada y yo desde mi tarima no me cansaba de mirar a los invitados, de ver sus sonrisas, ver como disfrutaban con la cena, intentando memorizar cada momento (porque creedme, tras la boda, muchos recuerdos se te van, es como estar soñando, estar en una nube).
Tras la cena hubo sorpresas de algún familiar. Fue bonito. Y luego llegó la tarta con otra canción escogida por nosotros: "Eclipse of my heart" de Bonny Tyler. Apagaron las luces y ahí llegó nuestra tarta con velas y, de repente por detrás, en el exterior, vemos a través de la cristalera, más pirotecnia. Fue un momento mágico que me emocionó mucho.
Tras todo esto llegó el vals, que no fue un vals por supuesto. Bailamos y antes de que acabase la canción, mi marido cogió a su madre y yo cogí a mi hermano, momento emocionante también... Y lo demás como supondréis, pues barra libre y DJ y a bailar y bailar, como es normal en todas las bodas. No acabamos muy tarde porque cerraban antes de las 5 y sobre las 4.30 ya tocó el dj su última canción, "Asturias" de Víctor Manuel.
Nosotros nos quedamos en el propio lugar a dormir porque tenían una suite nupcial, así que fue un momento también especial, el que marchasen todos los invitados y los que trabajan allí, y nos quedásemos encerrados solos en todo el recinto, bajo la luz de las estrellas, disfrutando también de un silencio único tras una gran tarde y noche de boda.
En resumen, es un día muy feliz, hay que vivirlo con intensidad, reír, tocar, ver, sentir,… no cambiaría nada, excepto el haberme puesto tan nerviosa. Creo que aunque lo disfruté, hubiese sido más consciente del momento de entrar en la iglesia si no hubiese ido con ese ataque de nervios que me tenía en shock. Así que novias de España... fuera nervios y sino a tomarse algo, sea como sea, tranquilas, siempre sale aún mejor de lo que uno espera.
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