La boda de David y Verónica en Zarandona, Murcia

De fondo sonaba Hasta mi final de Il Divo tocado por Julio Cesar (un gran artista). La iglesia no podía estar más bonita y todas las personas a las que quiero estaban allí esperando para verme entrar...

La ceremonia fue muy bonita, nuestro sobrino tocó el piano y nos sorprendió a todos y mi tía abuela nos leyó un poema escrito por ella, el cual ni esperábamos y nos dejó con las emociones a flor de piel.

¡Salimos de la misa y llegó el momento restaurante! ¡Ya se habían esfumado los nervios! ¡Ya estábamos casados y tan felices!

Al llegar al restaurante nuestros amigos y familiares nos esperaban en la entrada con un arco de rosas rojas precioso, ¡qué emoción! Después disfrutamos del cóctel con música en directo, todo un acierto, pues mis invitados quedaron encantados.

Una vez terminado el cóctel, los invitados entraron al restaurante y acto seguido nosotros, todos estaban emocionados, pues antes de entrar pusimos un vídeo de agradecimiento. Ya una vez sentados en la mesa la noche fue genial, mil sorpresas y regalos, buena atención en el restaurante y la gente entregadísima.

No puedo tener mi una sola queja todo, salió genial, lo disfruté muchísimo... Me volvería a casar una y mil veces pero siempre con mi amor.

En definitiva chicas, al final el estrés, los nervios y las carreras de un lado para otro tienen su recompensa... Así que como consejo os diré que tratéis de disfrutar la organización de vuestra boda, que elijáis lo que elijáis sea fiel a vuestra personalidad, ¡y que el día B lo disfrutéis cómo si se fuera a terminar el mundo al día siguiente!

¡Suerte a todas!