La boda de David y Rebeca en Cáceres, Cáceres

Fuimos a hacernos las fotos y tras esto, al entrar al cóctel llegó nuestro gran momento, algo que habíamos estado preparando con muchas ganas. La entrada fue... ¡Con un carro de flamenco! (que podéis ver en las fotos). La cara de asombro de la gente fue indescriptible. Disfrutamos del cóctel saludando a nuestros invitados y pasamos a la comida. Aquí llego otro momento. Entramos serios, llegamos junto al camarero que nos estaba esperando con las copas de champán, justo en ese momento empezó a sonar la canción de “OutKast - Hey Ya” y nos pusimos unas gafas en las que ponía Groom en la de él y Bride en las mías y empezamos a pasar por todas las mesas bailando.

En la comida tuvimos la actuación de unos mariachis muy especiales, mi hermano se había quitado su traje de padrino y mi cuñada su bonito vestido azul y se habían plantado el traje de mariachis. Imaginaos nuestra cara de asombro a verlos así. Nos cantaron la ranchera "Canta y no llores" con una versión hecha para nosotros, cada vez que veo el vídeo... Me encantó. Pero aquí no acabo todo, tras estar con la emoción de los mariachis, empieza el revuelo de mi familia que habían preparado una coreografía con atuendo incluido (margaritas y tirantes de minions, que me encantan) y allí se pusieron a bailar. Nuestra cara de sorpresa y de emoción no podía ser más... Tras alguna sorpresa más de familiares y amigas pasamos a continuar la fiesta en la barra libre.

Baile nupcial medio obligados que no habíamos ni ensayado con una canción de Queen, pero que no quedó tan mal. Fotomatón donde la gente disfrutó mucho y hasta aquí puedo contar, porque mi boda tiene muchas anécdotas e historias que contar de esas que cada vez que quedamos con amigos, nos hace echarnos unas risas.

Tras esta parrafada, no quiero terminar sin darles las gracias a los grandes profesionales que trabajaron en nuestra boda, de los cuales tendré siempre un gran recuerdo y de los que me alegro haberlos tenido en ese día, en nuestro día. Como dice el refrán "es de bien nacidos ser agradecidos". Pero tengo que hacer una mención especial...

A María y a todos los chicos que trabajan en "Castillos de Cáceres" que estuvieron muy atentos y pendientes en todo momento para ayudarnos tanto a nosotros y a todos los invitados. Al Catering Cáceres Pajuelo, a Juan Antonio por sus llamadas de tranquilidad y prepararlo todo para estar hasta el último minuto pendiente del tiempo. María por ser una crack y ayudarnos y aconsejarnos tanto y estar pendiente de todo detalle. Y Mercedes por dejarlo todo tan, tan bonito.

A DT Badajoz por ser nuestro hilo y animación musical durante todo el día y aguantar hasta el último momento.

Sin duda, la combinación de buenos proveedores, el Castillo y la gente que participó de una u otra manera y la que vino dispuesta a disfrutar al máximo, hizo que tuviéramos un día perfecto, cumpliendo sobradamente nuestras expectativas.