La boda de David y Patricia en Toledo, Toledo
Al aire libre Verano Morado 8 profesionales
D&P
06 Ago, 2016El día de nuestra boda
El día más feliz de nuestras vidas. 6 de agosto de 2016
Amanecimos en el mejor hotel de Toledo, sin estar previsto ni planeado pero sin duda una de las mejores decisiones que tomamos, ya que nos levantamos descansados, desayunamos tranquilamente, sin nervios, y todavía faltaba un montón de tiempo para empezar a prepararnos. Dimos unas vueltas por el hotel mientras nos arreglaban la habitación, y no nos creíamos estar en un sitio tan precioso. David no se quería ir, así que llegó un momento que le tuve que "echar" de la habitación porque ya iba a empezar la fiesta… él se fue a prepararse con sus padres y su hermano al hotel de al lado, mientras yo, pedí una comida ligera para comer en la habitación mientras esperaba a que llegara mi peluquera.
Cuando llegó justo acababa de terminar de comer, y la verdad que cambiamos todo de la prueba que hicimos unos meses atrás, podía salir mal pero preferí arriesgarme. El resultado fue perfecto, tanto peinado como maquillaje increíble, un trabajo maravilloso. ¡Gracias Cris! Mientras tanto llegaron mis padres con mi princesa. Les terminó de peinar y maquillar mientras yo me ponía la bata de novia para la sesión de fotos. Sorprendentemente seguía bastante tranquila, y sobre todo tremendamente feliz. Abrí la puerta y era Daniel Sousa, el fotógrafo que soñaba desde el primer día que vi sus fotos, diciéndome qué guapa estaba, le acompañaban la reportera de vídeo junto con el videógrafo, y sabía que todo iba a salir genial. Cuando me dijeron que me pusiera ya el vestido sentí una pequeña punzada de nervios. Llegó Amaia, una de mis damas de honor, y me sentí mucho más feliz y tranquila. Entre ella y Nayla, mi princesa saharaui, se encargaron de vestirme y terminar de ponerme guapa.
Seguir leyendo »Salimos del hotel entre atentas miradas y sonrisas de todos los que se cruzaban con nosotros y allí estaba Agustín, nuestro chofer de ese día, aguardándome en un precioso Citroën C11 blanco y negro. El viaje hasta la iglesia se me hace muy corto, en esos momentos sí que experimento nervios, mientras intento hacer bromas con mi padre y sonrío a todos los que gritan desde la calle ¡Vivan los novios! Es nuestro día, nuestro momento, por fin ha llegado.
Entro al Monasterio de San Juan de los Reyes del brazo de papá, y detrás de mis pajes y mi damita, está sonando el Canon – Pachelbel, y parece que estamos en el cielo. Nada más entrar veo a Yamila, la tía de Nayla, completamente emocionada. Sigo avanzando y recuerdo ver a todos aquellos que contribuyen a hacer mi vida feliz, ahí están mis tíos, según avanzo veo a Pau con Paula y Laia, desde Catalunya; Carmelo que ha venido desde Brasil, Richi desde Miranda, un poco más adelante a mis primos, qué alegría ver a Paloma, hacía tantos años que no la veía, estaba radiante. Más adelante veo a mi hermana completamente emocionada, ya en primera fila estaban mis damas de honor: Sara que estaba deslumbrante con su vestido de lentejuelas, Amaia con sus miradas cómplices en todo momento y Vanesa con lágrimas en los ojos diciéndome “qué guapa estás”. Gracias reinas, gracias por todo lo que hemos compartido. Os adoro. Y ahí, al final de mi camino estaba David, el amor de mi vida, creo que nunca le vi más feliz que en ese momento cuando me vio entrar. Sin duda uno de los momentos más emocionantes del día. Le pregunté si le gustaba el vestido y me dijo que claro que sí, que estaba preciosa, y casi desde el principio de la misa no nos soltamos las manos ni un segundo. Mi madre y la Nati se encargan de colocarme el vestido y empieza la misa.
Palabras muy bonitas por parte del padre Julio, y muy emotivas las lecturas de Ángel, Luisja, Pepa, María e Isabel y cómo no, las palabras de mi mejor amiga, de la mejor persona que he conocido en la vida. Fue duro aguantarme la emoción en muchas partes de la ceremonia pero ya con sus palabras no pude reprimirme. Gracias por todo lo que has hecho por mí, por ser parte de esa familia que no es sangre pero como si lo fuera, porque la elegimos nosotros para compartir nuestra vida. Cuando termina la ceremonia suena Now we are free de Hans Zimmer (La BSO de Gladiador), vamos como en mis mejores sueños. Lo dicho, ¡estábamos en el cielo! Subimos a firmar nosotros, los padrinos y luego nuestros testigos, mi tata y la titi Antonia. Nos hacemos algunas fotos, los nervios ya han pasado, y nos preparamos para la lluvia de arroz. En lugar de taparnos cogemos y nos damos un beso en medio de la lluvia de pétalos, confetis y arroz, cuando creemos que ya pasó la lluvia, se acerca David por detrás y nos echa una bolsa llena de arroz encima de la cabeza. Nosotros sin parar de reír.
Empiezan a acercarse amigos y familia para darnos la enhorabuena, y después de un rato de hacernos fotos allí nos dice el fotógrafo que ha llegado el momento de pasar al claustro y empezar la sesión propiamente dicha. En todo momento nos hacen sentir súper cómodos a pesar de no estar acostumbrados a estas cosas. Dani me enseña algunas fotos en su cámara para que me vaya preparando al trabajo que me tiene preparado. ¡Qué ganas de ver todo el reportaje! Al salir del claustro, nos vamos al Puente de Alcántara a seguir con la sesión, allí ocurre uno de los momentos más divertidos, cuando de pronto y del castillo de San Servando baja un grupo muy numeroso de gente de todas edades, todos vestidos de blanco, gritando ¡Vivan los novios! Y vienen corriendo a hacerse una foto con nosotros, nos dicen que son de Cuenca nada menos y sin conocernos de nada nos desean que seamos felices toda la vida, es una sensación tan grande, nunca pensé lo que estas pequeñas cosas puedan significar tanto para personas que no te conocen de nada. Y terminamos la sesión de fotos en el Valle, ese lugar mágico que frecuentamos casi cada vez que pisamos Toledo. Ya son las 9 y toca acercarnos al restaurante para que empiece la fiesta.
Llegamos al restaurante con todos los amigos esperándonos fuera con una gran traca. ¡Gracias chicos! Os jugasteis una multa por nosotros jejeje. Nos sacan algunas fotos fuera con el coche y en cuanto suena Colplay – A Sky Full of Stars, entramos al cóctel en un momento francamente inolvidable, con todos nuestros seres queridos gritando vivan los novios. En un ambiente distendido tiene lugar el cóctel, decir que toda la comida está absolutamente deliciosa, y no doy abasto para saludar a toda la gente que quería que les dedicáramos un merecidísimo momento, en especial recuerdo saludar a Paco, hermano de la abuela Francisca, y le digo que su hermana fue una gran mujer y que la echamos mucho de menos allí. Sacamos fotos con nuestros amigos, algunas en plan serio y otras ya manteándonos. ¡Estuvo divertidísimo! Sois los mejores. El maitre se acerca y nos informa que si nos parece bien vamos a dar comienzo a la cena, así que nos preparamos según nos indica, y cuando comienza Oceanlab – Beautiful Together, empezamos a dirigirnos a la mesa presidencial mientras nuestros invitados silban y agitan las servilletas a modo de pañuelo, un ligero brindis y ya empezamos a cenar.
A mí apenas me entraba la cena y es que llevaba un día muy intenso, pero a decir verdad estuvo todo de 10. Todos los invitados quedaron encantados con el menú, con el lugar, y con esa cena a la luz de las estrellas y de nuestros candiles artesanales bajo la música cariñosamente preparada por nuestro Angelito. Informo a Antonio de que quiero leer un pequeño discurso y al rato me trae un micrófono, me pongo en pie y comienzo a leer. Doy las gracias a todos los que han venido a compartir nuestro gran día y especialmente unas palabras para las personas más importantes para nosotros. El momento más emotivo es cuando para acabar el discurso hablo de Sara, y de cómo me dijo que tener un tumor había sido lo mejor que le había pasado. Todo el mundo aplaudió muchísimo y ya cuando le di mi ramo lloramos prácticamente todos. Se lo merece. ¡Gracias por tanto!
Dimos los regalitos, le gustaron mucho a todo el mundo y ya enseguida empezó la barra libre, aunque no abrimos nosotros el baile, sí que preparamos el momento para que fuera perfecto. Nosotros habíamos preparado un vídeo con fotos nuestras con familia y amigos, lo que no sabíamos era que nuestros amigos nos habían preparado otro con una canción de Raffaella Carrá, y un vídeo sorpresa con dibujos nuestros sobre nuestra historia que al principio no sabíamos de quién era obra… fue increíblemente bonito, y al final ya me di cuenta de que había sido un regalo de Angelito, pedazo de regalo, ¡gracias mil cuñado! Cuando acabaron los vídeos ya nos preparamos para nuestro baile. Un Cover de una de mis canciones preferidas: Oasis – wonderwall versionada por Ed Sheeran. Fue súper bonito aunque no nos salió perfecto porque bailarlo con mi súper vestido no era lo mismo que con las mallas del Decathlon, pero aun así quedó precioso.
Siguió la noche y la fiesta con la barra libre, animados por el fotomatón y la música que ponía Angelito. Aunque había invitados que ya estaban muy cansados y empezaban a irse, otros muchos nos pedían que siguiéramos la fiesta cuando acabara en otro sitio. La verdad es que fue increíble pero ya lo único que nos apetecía era irnos al hotel y descansar. ¡Nos lo habíamos ganado!
Cuando ya nos íbamos, Carmelo vino a decirme unas palabras, uno de mis mejores amigos, que vino nada menos que desde Brasil, y me dijo que había merecido la pena el viaje por todo lo especial que había sido, por lo bien que lo había pasado… buf menudo subidón. ¡Gracias, gracias, gracias! Y al final me dijo que gracias por haber dado tanto protagonismo a Sara, y haberle dado mi ramo. “Una mujer piensa en el día de su boda prácticamente desde que nace, y tú has querido compartir tu momento con ella, y eso te hace todavía más grande”. Los dos nos abrazamos y lloramos.
Al llegar al hotel y abrir la puerta de la habitación me sobresalté ligeramente porque las cosas no estaban como yo las había dejado (a pesar de que ya me habían limpiado la habitación por la mañana), se lo dije a David antes de pasar del todo, y cuando finalmente entramos y vimos que nos habían puesto dos toallas con forma de cisnes y muchos pétalos de rosa en la cama no pudimos evitar emocionarnos y abrazarnos. Fue el culmen de un día perfecto. De nuestro gran día. Te quiero mi amor. Gracias por compartir tu vida conmigo y de querer formar una familia, sabía que tenías que ser tú. Te adoro.
Servicios y Profesionales de la Boda de David y Patricia






Otros Proveedores
Otras bodas en Venta de Aires
Ver todas
Otras bodas en Toledo
Ver todas
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario