La boda de David y Mónica en Sarreaus, Orense

Tras la ceremonia llego la segunda sorpresa de mi hermana tocando con un grupo de gaitas tradicional, detalle que emociono a todo el mundo y abrió de forma espectacular el momento de los saludos, las fotos y los aperitivos.

La entrada al convite también fue un visto y no visto con la gente sorprendida por nuestra entrada por la parte trasera del video de nuestra historia. La cena se alargó debido a que hicimos bailar a todas las mesas, dimos detalles, ligas, ramos, novios y todo lo que pueda imaginarse y por si fuera poco hicimos una queimada en directo que sorprendió a propios y extraños. Como tampoco podían faltar las sorpresas para nosotros mis amigas prepararon un montaje con videos y fotos con nuestra historia y la de David, una vez más un momento para llorar.

Finalmente tras el baile de apertura con fuego, acompañantes y de más sorpresas dejamos a la gente disfrutar del baile, el photocall y una mesa dulce preparada por mí para la ocasión.

Aunque no todo fue perfecto, no permitimos que nada ensombreciera nuestro día y me quedo con lo feliz que se fue todo el mundo y con la satisfacción de haberlos sorprendido con todos los detalles que teníamos preparados durante la boda: arroz de colores en tubos de ensayo, seatting planning y photocall a modo laboratorio, palos selfie, fotos de los que no pudieron estar, detalles a mano, minutas con forma de probetas, chupitos en vaso de precipitados, bailarinas con etiquetas personalizadas, mesa dulce personalizada también, un árbol de la vida para nuestras madres y hermanos...

Sin duda, como bien he dicho al principio el mejor consejo es que disfrutes de tu boda que solo va a pasar una vez, que no dejes que nada te la ensombrezca ya que ese día no es el día de organizar si no de disfrutar.