La boda de David y Marta en Olerdola, Barcelona

Sé que hay personas que no quieren ese protagonismo, pero debo revelarles a aquellos que opinen así que es realmente hermoso ver como familia y amigos están ahí contigo para seguir escribiendo historia contigo. No fue hasta esa misma mañana que debido a motivos meteorológicos tuvimos que cambiar la cena al interior. Por suerte nos aguantó estupendamente para la ceremonia, el aperitivo y las fotos en el Castillo de Olèrdola.

Quería llegar tarde porque mi querido y amado marido es lento como una tortuga, pero ni aún así me salió bien, que llegué a la par casi. Pero cuando llegué y me vio sus ojos se inundaron de lágrimas, tan hermoso que estaba él con su traje de príncipe azul y yo no hacía más que pensar: “Por Dios, dichoso tul. Muy bonito pero deja que llegue a sus brazos y bese sus lágrimas”.

La ceremonia fue organizada por mis 4 mejores amigas, mis 2 sobrinos y mi cuñada. Precioso absolutamente todo lo que dijeron, hasta pedirnos sobrinos. El momento del arroz y los pétalos y la escapada fugaz al Castillo de Olèrdola para la sesión de fotos. Cuando finalizó nos unimos a los invitados que ya habían devorado el aperitivo y dimos paso a una cena exquisita. Dicho sea de paso, el novio comió pero la novia no tanto.

Teníamos preparadas canciones para cada plato, cada regalo que entregamos y fue todo tan bonito, con lágrimas de emoción por doquier. Como no somos nada protocolarios, el baile no iba a ser menos e hicimos una coreografía con las que nos divertimos y dejamos a todos con la boca abierta. ¡Espectacular!

Puede que suene a tópico pero sí que pasa rápido, apenas en unas horas toda esa magia que esperabas se esfumó con un gran sabor de boca.

Gracias a quienes dediquéis unos minutos en leer nuestra historia. Espero que todos cumpláis vuestros sueños y seáis felices siempre.