La boda de David y Lorena en L' Hospitalet De Llobregat, Barcelona

Todo el mundo nos iba saludando al llegar, yo abajo y él arriba de la escalera tan cerca y tan lejos a la vez.

Llegó la hora e hice mi entrada, allí me esperaba David súper guapo y con un peinado nuevo por completo. La música de Bony Tyler nos envolvió, fue un momento muy especial.

La ceremonia fue corta, sencilla pero bonita. Mi cuñada y la amiga que nos presentó hablaron y era imposible dejar de sonreír y a la vez llorar de la emoción. Al acabar hicimos algunas fotos pero la luz no nos permitió mucho más.

Y ya sólo quedaba ir al convite en el Novotel Cornellá. Cuando entramos a la sala me empecé a relajar, lo vi todo tan bonito: los detalles, las plantitas decorando las mesas, la música, etc. La cena, aunque sencilla, estaba muy buena y sabrosa. Todo pasó muy rápido. Cuando lo estás preparando nunca te imaginas que será así.

Repartimos entre nuestros amigos unos novios Lego, a todas las embarazadas - que eran una cuantas- les pusimos en el detalle (que era una botella de vino de Miravet, mi pueblo dentro de una bolsa con un lazo y una tarjetita) una galletita en forma de biberón. Y para acabar el ramo.

A nuestros padres les dimos unas plantas y un marco bajo la música de Il Divo.

Y en un “plis plas” estábamos cortando el pastel y bailando por primera vez como marido y mujer. Las miradas cómplices no paraban de cruzarse entre nosotros, fue un momento muy dulce y a la vez divertido, ¡qué patosos somos!

La barra libre y el candy bar empezaron a funcionar a tope y la gente se lo pasó en grande entre el marco para fotos y el árbol de huellas que se curró mi chico.

Y llegó el final de la noche y con él las despedidas. ¡Qué corto! pero muy intenso.

Y con todo lo que os he explicado colorín colorado porque esto se ha acabado.