La boda de David y Laura en La Garriga, Barcelona

El día de nuestra boda

Los preparativos de la boda fueron frenéticos, pues ambos somos personas muy ocupadas. No obstante, ¡al final llegó el gran día! Qué nervios… Dormí bien, pero nada más levantarme… ¡Aquello fue un no parar!

Peluquería, maquillaje, flores… Y de repente, ¡ya estaba en la masía con todo casi a punto! Me puse el vestido, las damas de honor temblando y nerviosas, más que yo y todo... Podíamos escuchar cómo iban llegando los invitados: voces conocidas, risas, gritos...

Y llegó la hora: me tocaba salir acompañada de mi padre... Sonó la música, ¡y adelante! Los invitados se levantaron y aplaudieron, pero yo solo podía verlo a él.

Tras la ceremonia y el "sí quiero" de rigor, se nos llevaron para hacernos las fotos. Creo que los invitados no nos echaron de menos... ¡Estaban ocupados comiendo! Cuando llegamos, todo fue abrazos, besos y felicitaciones.

Más tarde, llegó la hora de comer y de dar los regalos a los invitados especiales. ¡Y para David hubo una PlayStation 5! Más besos, más abrazos, más amor.