La boda de David y Estefanía en Son Servera, Islas Baleares
Al aire libre Verano Naranja 4 profesionales
D&E
11 Ago, 2018El día de nuestra boda
Qué puedo decir de un día que llevábamos preparando de tanto tiempo atrás y con tanta ilusión... Salió todo como tenía que salir. Os lo voy a contar, así como lo viví yo.
La noche anterior dormimos juntos porque llevamos ya 3 años viviendo juntos, así que, qué más da.
Además, tanto la casa de mis padres como la de mis suegros estaban ya ocupadas por familia que vino de fuera.
Por la mañana fuimos a llevar las cosas al restaurante (la mayoría de cosas las hicimos nosotros, seating plan, decoración de las mesas, recuerdo para os invitados...) y una vez terminado ya sí que cada uno se dirigió a casa de sus respectivos padres.
Nervios todavía no tenía, aunque todo el mundo parecía estar empeñado en que los tuviera.
Ya en casa de mis padres mi amiga/peluquera vino a comer a casa y se presentó con una botella de cava y un escrito que me hizo mucha ilusión. Después de comer fuimos a comprar los cojines para que las niñas se sentaran en los escalones del altar (¡madre mía que no tenemos cojines!) y nos pusimos manos a la obra.
Seguir leyendo »Decir que mi peinado quedó espectacular es quedarse corta... Plasmó en el todo el cariño y me dejó sin palabras. Aquel fue mi momento para hacerle un detalle (la invité a una sesión de masaje y una limpieza para agradecerle todo lo que había hecho por mí en nuestro día).
Una vez peinada y maquillada con el fotógrafo ya haciendo pruebas de luces y demás empezó el cachondeo.
Nos lo pasamos genial haciendo las fotos de ponerme el vestido y las fotos con mis padres, mi hermana y mis abuelos (he de decir que soy un poco payasa y no podía evitar poner alguna que otra cara rara). ¡Pero lo que nos reímos! ¡Le pedí a mi cuñado que me trajera él el ramo y estaba más nervioso él que yo!
Al terminar con las fotos nos dirigimos a la calle donde se suponía que mi suegro me estaba esperando con un coche para llevarme junto con mis padres hacia la iglesia, pero para mi sorpresa me estaba esperando un carruaje tirado por un hermoso caballo marrón. ¡Mi todavía futuro marido quiso sorprenderme, y lo consiguió! Siempre me han gustado los caballos y de hecho se montar a caballo.
¡Nos dirigimos hacia la iglesia con el sonido del trote del caballo y yo me sentía radiante!
Al llegar a la iglesia (una iglesia descubierta que está justo en mitad de nuestro pueblo), David esperaba en la puerta, y comenzó a caminar acompañado por su madre al mismo tiempo que sonaba 'si te vas' de Extremoduro cuando supo que yo había llegado.
Después caminaron juntos mi madre y mi suegro, nuestras damas de honor (que son nuestras ahijadas) y acto seguido mis testigos se pusieron formando una pared para taparnos a mi padre y a mi antes de nuestra entrada, tal y como les pedí.
Empezó a sonar (como en muchas otras bodas, pero no pude evitarlo, me encanta esta canción) 'por mil años más', solo la melodía. Y aquí llegó mi turno de sorprender a David, y empecé a temblar de los pies a la cabeza. Solo canté las primeras estrofas, la primera con las chicas delante y en un momento dado se hicieron a un lado para dejarnos a la vista a mi padre y a mi frente al pasillo que me llevaría hasta el amor de mi vida...
Soñé con esa entrada tantas veces... ¡Y lo conseguí! ¡Le sorprendí! Una vez paré de cantar, del brazo de mi padre nos fuimos hasta el altar...
Se me ponen los pelos de punta al recordar esa sensación, cuando nos abrazamos y vemos lo guapos que estamos... Qué bien le sienta el traje, qué guapo estaba, qué sentimientos de alegría, gratitud, emoción, complicidad...
La misa empezó, y arrancó dando la bienvenida a todos en alemán. Nuestras respectivas madres son alemanas y tenemos familia alemana. He de decir que fue un puntazo por parte de párroco dedicar unas palabras en alemán para que nuestra familia se sintiera más integrada.
Reímos con algunos comentarios del capellán, lloramos al recordar a los que desafortunadamente no nos pudieron acompañar en este día tan especial, le sacamos la lengua al cámara cuando descubrimos donde se escondía, nos emocionamos con las lecturas de mi hermana y una de mis testigos...
Y llegó el momento, nuestro momento... Nos miramos a los ojos. '¿David, quieres recibir a Estefi como esposa y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad todos los días de tu vida?' 'Si, quiero.' '¿Estefi, quieres recibir a David como esposo y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad todos los días de tu vida?' Le dirigí una mirada a mi padre para tener su consentimiento y respondí... 'Si, quiero'. Con esta promesa de amor sincero se acercaron nuestras damas y mi ahijado con los anillos... 'Estefi, recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad a ti'. 'David, recibe esta alianza en seña de mi amor y fidelidad a ti'. ¡Al salir todo era arroz por todas partes, un aluvión de arroz!
Nos subimos al coche y nos llevaron al restaurante, no sin antes hacer alguna parada por el camino para aprovechar y hacer unas fotos. Al llegar al restaurante, escuchamos una música conocida y supimos que era hora de entrar.
Los hijos de todos nuestros amigos estaban esperándonos en la entrada para bailar ese baile que tanto habíamos ensayado en casa durante el verano. ¡Sorpresa! ¡Quisimos hacer partícipes a los peques de alguna manera, así que, allá va! Un super baile que los padres sabían que había algo, pero no sabían ni cuándo ni cómo era el baile.
¡Nos lo pasamos en grande! Estaba hambrienta así que picamos un poco mientras íbamos y veníamos de entre los invitados. Y a la hora de entrar al banquete entramos a lo grande con la canción New york, New york de Franc Sinatra. Nuestra temática era la gran manzana porque allí fue donde David me pidió matrimonio.
Cada mesa era un edificio o algo emblemático de la ciudad, en Chrysler, Empire state, el toro de Wall Street, Central Parck... Y había una foto en el centro de dicho edificio en la mesa a la que le correspondía.
No tuvimos mesa presidencial, estuvimos bailando la canción alrededor de todas las mesas y en un momento dado nos sentamos en una de las mesas con los invitados. En cada plato una mesa diferente.
¡Se quedaron flipando y se alegraron un montón!
Evidentemente no había tantos platos como mesas, pero cenamos con la mayoría de los invitados y el resto fuimos haciéndoles visitas entre y entre. Entregando rosas a las parejas que aún no están casadas de camino a nuestra próxima mesa. Dos rosas por cada cambio…
No podían faltar las 'trastadas' de los amigos.
Todas las chicas se levantaron a la vez al grito de la vida pirata, la vida mejor' para 'obsequiarnos' con lo que por lo visto sobró de mi despedida. ¡Las piratas atacaban de nuevo! (Me vistieron de princesa para la “despe”, no me gusta el rosa ni los brilli-brilli).
Tuvimos nuestro momento tarta con el himno de la Champions, ya que a David le encanta el fútbol, nuestra figura es de un chico con un balón de fútbol bajo el pie y una novia que le mira enamorada. Tal cual nosotros.
Otra pandilla nos regaló unas agujas de coser enormes y nos prohibieron perderlas, poco después se presentaron con globos rellenos, algunos de confeti, algunos de dinerito...
Me hicieron bailar sexy sobre el regazo de mi ya marido y quitarle la corbata para después venderla. ¡Me olvidé de ponerme la liga!
Y uno de los mejores momentos al final de la cena... Sin más, oigo como la voz ampliada de mi ahijada me llama, y me dedica unas palabras que me derriten el corazón, escribiendo esto se me humedecen los ojos... La quiero tanto... Fue un detalle que no me esperaba y que me hizo muchísima ilusión.
¡Y después de todas estas emociones, y de cenar tocaba ir a bailar! Empezamos con nuestro baile, una mezcla de la canción 'Perfect' de Ed Sheeran (como ya he contado en una publicación David y yo fuimos nuestro primer amor inocente, ya éramos novietes en la guardería y esta canción encajaba como anillo al dedo), y para terminar sonó 'Cada Nit' de Anegats, un grupo mallorquín que nos encanta.
Justo después senté a David a una silla y todas las chicas nos pusimos a bailar 'Dancing Queen' de Abba. ¡Toma ya! ¡Triunfada total! ¡Lo dimos todo, hasta que vimos salir el sol!!
Fue un día inolvidable, lo disfrutamos al máximo y lo pasamos en grande... Qué bonito recuerdo.
Siento haberme enrollado tanto, pero así como lo voy recordando lo voy reviviendo... Soy tan feliz...
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