La boda de David y Belén en Vigo, Pontevedra

El día de nuestra boda

Qué puedo decir de uno de los días más felices de mi vida...

Fue perfecto con todas las imperfecciones, ¡no hay boda sin anécdota!

Desde las 8 am despierta después de estar hasta las 3am ensayando el tango para el baile. 8:14 suena el timbre y salgo volando de la ducha a medio terminar para recibir a la peluquera y maquilladora mientras mi hoy marido seguía durmiendo en la habitación. Me negué rotundamente a dormirla noche anterior sin él... siempre fue así y no quiero que me falte ninguna noche.

Más tarde llegó mi cunada y mis damas de honor y empezaron las fotos y vídeo, la verdad es que no estaba bien preparada ya que tenía que dejar la cama lista con todo bonito para las fotos y el tiempo se echa encima. Pero disfruté de cada minuto.

Una vez con el vestido puesto y el abrazo de mi madre, ya estaba todo dicho... ¡me casaba!

Abajo esperaba por mí mi padre junto el coche de mi cuñado para ir al pazo a la ceremonia, dimos una vuelta para hacer tiempo y allí lo vi al amor de mi vida David esperándome más hermoso que nunca... ahí mis nervios florecieron y empecé a llorar de felicidad.