La boda de David y Ariadna en El Prat De Llobregat, Barcelona
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D&A
15 Sep, 2012El día de nuestra boda
El día antes fue un caos, dejamos para el último momento demasiadas cosas que hacer y eso nos pasó factura con los nervios porque tuvimos una bronca enorme y me pasé la mitad del día llorando. Por suerte lo arreglamos antes de que mi novio se fuese a casa de sus padres ya que no quería que los últimos momentos juntos antes de casarnos estuviésemos enfadados.
La noche antes no dormí casi nada, el niño tenía mucha tos y fiebre y se despertaba cada poco chillando. Me metí con él en la cama pero ni con esas. Me desperté a las 6 porque tenía peluquería a las 8. Cogí todas mis cositas, al peque y me fui a casa de mis padres a desayunar y dejar allí al niño mientras yo me iba a la pelu con mi madre, mi tía y mi abuela. La peluquera alucinaba de lo tranquila que estaba porque casi me quedo dormida mientras me maquillaba. Mi madre en cambio estaba de los nervios. Mientras estábamos allí mi hermano me trajo un reloj y una carta preciosa de mi marido.
Llegamos a casa a las 9:40 y no me casaba hasta las 12:30 así que me dijeron que no me vistiera todavía y nos tomamos un café tranquilamente. Llegó la fotógrafa, le fue haciendo fotos al vestido, a los complementos... y de repente... ¡las 11:15! Nadie vestido y ella se iba a las 11:50 para estar cuando llegase el novio. Caos absoluto, todos corriendo para un lado y otro, en las dos habitaciones individuales vistiéndose y yo en la de mis padres sola, con la ropa interior, los zapatos y una camiseta puestas. Me veía vistiéndome sola, hasta que por fin vinieron mi madre y mis tías a ayudarme. A cinco minutos de salir terminaron y todavía tenían que despertar a mi peque (que se pasó el día medio durmiendo por la fiebre) y vestirle. Así que no tengo fotos tranquilamente con la familia en casa, ni posando.
Seguir leyendo »Cuando ya íbamos a salir, mi tía (la hermana de mi madre) se pone a cantarme el “Esta tarde se casa mi niña” y me puse a llorar. Yo no soy muy de flamenco, pero esa canción me emociona muchísimo. Bajamos a la calle y mi familia se fue con los coches hacía el Ayuntamiento. Nos quedamos mi madre y yo esperando a mi padre que había ido a buscar el coche. La pobre estaba de los nervios, ¡parecía que se casaba ella!
Cuando pasamos por delante del ayuntamiento y vi a David en la puerta con sus hermanos, ¡lo guapo que estaba!, también me emocioné. Mi padre aparcó en un lateral del ayuntamiento y nos quedamos por allí esperando ya que todavía estaba dentro la boda anterior. David entró con su familia y los amigos a un salón a esperar. Poco a poco fueron entrando todos para sentarse y que él hiciese su entrada y nos quedamos mi padre y yo solos. Ahí me vinieron todos los nervios de golpe, solo quería que me diesen la señal para subir al salón. Cuando por fin pude entrar me tuvo que ayudar mi padre con el vestido ya que me pisaba la falda con el tacón y casi me caigo. No puedo explicar lo que sentí al verle y su cara al verme a mí.
La ceremonia pasó volando, el concejal que nos casó es amigos de mis padres de hace muchos años así que la hizo muy amena y divertida. Salió el hermano de David a leer una carta y mi madre, mi tía, mi hermano y una amiga a leernos un cuento sobre no dejar morir el amor.
Salimos y lluvia de arroz, pétalos y burbujas. Se fueron para el restaurante y nos quedamos David y yo solos esperando a su hermano que era el que nos llevaba en coche. Fue un momento divertido, sentados en la plaza del ayuntamiento mientras salía la otra boda y la gente mirándonos pensando "que hacían aquellos novios allí solos".
Llegamos al restaurante y a pesar de ser uno pequeñito se volcaron con nosotros. Nos pusieron la marcha nupcial para entrar. Entre los aperitivos y el segundo plato nos levantamos a hablar con la gente, y aprovechamos para regalar mi ramo (a mi cuñada) y un ramo a mi abuela que se puso a llorar la pobre. Otro se lo dimos a la madre de David para que se lo llevase a la tumba de la abuela.
Después el “Sex bomb” para sacar la tarta y repartimos 4 parejas de novios; uno a mi mejor amigo y su chico; al mejor amigo de David y su novia; a otra pareja de amigos y la mejor... a mi tío solterón de casi 40 años. Dimos los regalos a los padres y a los hermanos y luego repartimos unos álbum Hoffman a mis amigos, unos collage a los amigos del David y los detallitos para todos.
Ahí llegó una de las primeras sorpresas; de repente empezó a sonar una música y aparecieron 3 chicas que se pusieron a bailar Bollywood, las habían contratado mis padres. Luego nos sacaron a bailar y acabó bailando casi todo el mundo, lo disfruté muchísimo.
Cuando terminamos allí nos fuimos al local que habíamos reservado y donde el hermano de David y la novia nos habían preparado un Candy Bar y un Photocall. Pusimos bebidas y música e hicimos el baile, un mini remix de la canción “Thousand Years”, una polka, una de Grease, el “Soy una taza” para terminar volviendo a la lenta. Mientras, la gente encendió unas bengalas que David se había encargado de que llevasen, ¡quedó precioso!
Luego nos pusieron un vídeo que mis padres, mi hermano y mi tía habían preparado con fotos mías de pequeña y sonando la canción “Que seas feliz” pero cantada por mi tía. ¡Qué bonito!
Y el hermano de David puso un vídeo entrevista que había ido haciendo a sus padres, a su otro hermano, a mis padres, a mi hermano, a David y a mí. ¡Hasta había un trozo de nuestro peque con sus “tatata tete” subtitulado!
Cuando salimos de allí mi cuñado y la novia nos llevaron al hotel Juan Carlos I de Barcelona, un 5 estrellas gran lujo (que era su regalo) a pasar la noche de bodas.
Siento el tocho pero no quería dejarme nada por contar. Para resumir diré que ese día se nos pasó volando pero que lo disfrutamos muchísimo. La gente nos ha felicitado por lo bien que se lo pasaron ese día y yo me quedo con eso.
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