La boda de David y Ana en Sos Del Rey Catolico, Zaragoza
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D&A
26 May, 2018El día de nuestra boda
NUESTRA GRAN BODA VIAJERA
Después de aterrizar del viaje de novios y de unos días increíbles de descanso, recuerdos, visitas y comilonas, echo la vista atrás y recuerdo el día de nuestra boda.
No solo el día de nuestra boda, sino todos los meses anteriores, en los que con ayuda de mi madre y mis tías hemos preparado la boda con tantas ganas e ilusión desde el primer día que les comunicamos que nos casábamos.
Han sido meses de manualidades, de buscar ideas, mirar y remirar, inventar, encargar, comprar…. Y aunque parece que fue ayer…. Han pasado ya 9 meses.
Cuando pensamos en casarnos teníamos claro que íbamos a hacer una boda viajera, con el lema “Juntos al fin del mundo”, ya que a los dos nos encanta viajar y queríamos que nuestros invitados viajaran por un momento con nosotros a los países y comunidades en los que habíamos estado.
Otra cosa que teníamos clara es que nos casaríamos en mi pueblo, uno de los más bonitos de España, que la ceremonia y fiesta sería en el Palacio Español de Niño y que el banquete sería en el Parador Nacional de Turismo.
Seguir leyendo »Qué decir de los días previos, llenos de buenos deseos, regalos, detalles, abrazos, lloros de alegría, emociones a flor de piel…
El día comenzó con muchísimo sueño, el día de antes había sido muy intenso con preparativos y recibiendo a todos nuestros invitados, ya que muchos venían de fuera. Y además esa noche estaba muy nerviosa y casi no pude dormir.
Así que una buena ducha y manos a la obra: peluquería en casa y maquillaje.
Mi madre me había preparado el desayuno y una nota muy especial, así que comencé el día como lo había acabado, emocionada.
Durante la sesión de peluquería y maquillaje vino el fotógrafo y estuvimos haciendo algunas fotos y después nos estuvimos preparando mi madre y yo hasta que recibí una visita muy especial, eran mis 4 amigas. Que venían a terminar de vestirme, ponerme los zapatos, medias, vestido… y que traían una sorpresa muy especial: habían encargado unas pulseras con el signo infinito y la palabra princesas…. ¡Y todas llevaban una! Pero…. Yo también había encargado 5 pulseras con el lema: juntas somos una piña, que les di de regalo como algo que nos une y nos define y que íbamos a llevar siempre puesto durante ese y el resto de los días.
Después vino mi cuñado, que me traía el ramo y un escrito también muy especial (fue hermoso) y por último vino la niña que nos llevaba los anillos y una cestita con pétalos de rosas, y mi prima, que me llevaba la cola del vestido.
Todas juntas bajamos las escaleras y en la puerta del piso nos esperaban toda mi familia unida y mi padre, que me llevaría de la mano hasta el palacio donde nos casábamos.
El camino fue muy emocionante, la gente del pueblo había salido a vernos y un dron nos grababa desde lo alto.
Fuimos caminando toda la calle hasta que llegamos al palacio, allí había mucha gente sentada esperando dentro, emocionados e impacientes.
La ceremonia fue muy emotiva y emocionante, justo lo que habíamos planeado, con lecturas de mis amigas, mis cuñados y los testigos, lecturas muy especiales que nos emocionaron a todos los presentes.
Después de la ceremonia vinieron las firmas y la salida del palacio… una lluvia de confetis, arroz de colores, pétalos y hasta unos petardos nos esperaban, fue impactante ver a todo el mundo esperando nuestra salida para felicitarnos.
Seguidamente nos hicimos las fotos de grupo, las más formales y el reportaje de fotos por las calles de mi pueblo
Llegamos al banquete y allí estaba todo el mundo tomando aperitivos y brindando en la terraza. Nosotros habíamos dejado unas polaroid con las que los invitados se estaban haciendo fotos como recuerdo del día, así que unos comían, otros brindaban, otros se hacían fotos, otros escribían dedicatorias en el libro de firmas… mientras nosotros aprovechamos a brindar, comer algo rápido y hacernos algunas fotos con los invitados.
El banquete debía comenzar: me quité el velo y me puse un tocado, mientras todo el mundo entraba al salón y se preparaban para recibirnos: dos filas de personas que sujetaban sus servilletas a modo de túnel nos esperaba y nos hacían el recorrido hasta la mesa presidencial… emocionante y divertido… ¡vaya sorpresa!
La comida estuvo según lo previsto, sensacional y después vinieron nuestros detalles: regalos a padres y madres, abuelas, futuras parejas que se casan, corte de tarta y entrega de regalitos para los invitados.
Entre tanto tuvimos varias sorpresas: coreografía realizada por los invitados, los cuales habían creado un grupo de boda y a nuestras espaldas habían realizado un baile para darnos una sorpresa… ¡increíble ver a todo el mundo bailar la misma canción a la vez!
Y no podían faltar las putadillas de los amigos y hermanos: tres regalos envenenados, que si queremos conseguir, algunas pruebas tendremos que conseguir. Dos de ellas ya las hemos pasado: encontrar el lugar de la casa donde estaba escondido el dinero siguiendo unas pistas inscritas en unas postales de países, y la otra, hacernos fotos durante el viaje de novios en diferentes lugares emblemáticos. El tercer regalo aún lo tenemos que conseguir: descubrir la combinación que abre el cofre secreto…
Además tuvimos otra sorpresa muy especial: la visita y actuación del grupo de jotas al que pertenece mi novio, que nos dedicaron varias canciones y bailes emocionantes y personales, con las que consiguieron emocionar a más de uno.
Después de todo esto volvimos al palacio, donde se realizaba el baile y la fiesta. Allí entregamos los regalos de los niños, adolescentes, futuros padres y bebés. Además dimos el ramo y las ligas mediante algunos bailes sensuales.
Inauguramos la fiesta con un baile muy especial que habíamos preparado en casa, con una parte más lenta y otra más movida y atrevida y con el que la gente alucinó, y por último, nos hicimos algunas fotos en el photocall.
Además bailé con mi padre un pasodoble improvisado que nos quedó muy bien y con el que la gente quedó impresionada.
Disfrutamos de la música, de las chapas, las sorpresas, la bebida, los dulces, chucherías y la cena que habíamos encargado hasta que el cuerpo aguantó… no había hora de cierre… hasta que se acabara la bebida.
Un día inolvidable…
Cuando oía decir que el día de tu boda es uno de los días más felices de tu vida, yo no me lo creía y pensaba que todo el mundo tenía idealizado este día, pero ahora puedo decir que es único, estás en una nube y que es 100 veces mejor de lo que puedes llegar a imaginar o pensar, un día irrepetible, ver a toda la gente que te quiere unida, feliz y alegre por verte y compartir ese día contigo no tiene precio y esto, en mi caso, no hubiera sido posible si no es porque te casas o haces una gran celebración.
Así que a todas las novias que preparan su boda… tranquilidad y disfrutad con todos y cada uno de los detalles, preparando, imaginando, pensando y cada segundo del día porque jamás se volverá a repetir nada igual en vuestra vida. El día no se pasa rápido, pero no da tiempo a todo lo que te gustaría: hacerte más fotos con todos, bailar más, hablar con todos los invitados, compartir algún momento de intimidad con algún invitado… Así que… vive cada segundo y no te preocupes por los pequeños detalles, la gente disfrutará de verte feliz y de estar contigo en este día.
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