La boda de David y Amanda en Caldes De Montbui, Barcelona
De noche Verano Blanco 9 profesionales
D&A
07 Sep, 2019El día de nuestra boda
¡El día comenzó de maravilla, nos tocó buen tiempo y eso ya hizo mucho! Desayunamos con nuestros familiares que se quedaron la noche previa en el hotel. La verdad que yo estaba tranquila, pero tenía el estómago cerrado, él estaba... ¡temblando de nervios! Durante la mañana les dejé a mis mejores amigas en sus habitaciones unos detalles, para que cuando llegaran fueran sorpresa, eran unos marcos con fotos de hace 15 años y otra al lado actual, también un escrito donde les agradecía tantos años de amistad.
A las 14:00 yo tenía que estar en mi habitación del hotel porque venía mi estilista a peinarnos y maquillarnos tanto a mi como a mi madre. Fue genial, todo sobre hora para estar lista a las 16:30 que llegaron los fotógrafos y el videógrafo. Mi madre estaba muy emocionada, y es que, debo decir que mi abuela estaba muy delicada y por desgracia falleció a los 3 días siguientes. Una vez bien arregladas y cuando ya estábamos bastante cómodas con las fotos y demás, entró mi hermano que me leyó el discurso más bonito del mundo y me entregó mi ramo blanquito soñado.
Seguir leyendo »¡Seguidamente ya vino mi padre para llevarme hacia la ceremonia, qué vergüenza! ¡En el hotel todo el mundo nos miraba y nos sacaba fotos! ¡Me sentí que iba a salir en el “Hola!" Y ahí llega, sin duda, uno de mis mejores momentos del día, ir del brazo de mi padre. Cuando escuché que sonaba mi canción elegida se me fueron todos los nervios que en ese momento pudiera tener, suspiré y entramos. No podía ser más feliz, rodeada de familiares y amigos que nos quieren y al final de la sala él, el amor de mi vida, llorando como un niño pequeño. La ceremonia fue muy rápida, no queríamos que se alargara. Mis dos mejores amigas nos leyeron discursos muy emotivos, luego llegaron los anillos de la mano de mis sobrinos y las firmas. Fue emotivo porque nos casábamos ahí, en ése momento, nuestros testigos bromeaban "ahora qué si no firmamos eh", fue maravilloso.
Salimos, nos tiraron arroz y confeti, los besos y abrazos con todo el mundo y enseguida nos fuimos a hacernos las fotos mientras nuestros invitados iban al aperitivo. Nuestros fotógrafos, Rocío y David, además de ser estupendos ya sabían que queríamos disfrutar del aperitivo y de nuestra gente, así que fue todo bastante rápido, pero estoy segura que saldrán fotos superchulas.
Nuestra entrada la repetiría mil veces más, entramos con bengalas de humo rojo, bajando las escaleras y bailando al ritmo de la música mientras todos aplaudían. Disfrutamos del aperitivo, fue largo ya que solo hacíamos segundo plato y postre en la mesa, nos hicimos fotos y charlamos con todo el mundo. ¡Los niños estaban superdistraídos con los monitores, cosa que me agradecieron todos los padres! ¡Luego vino la entrada al banquete, otra cosa que repetiría mil veces! Entramos dándolo todo con música cañera y con todo el mundo con las servilletas dando vueltas, recorrimos todas las mesas, fue divertido. El banquete fue bien, una comida que gustó a todo el mundo. Nuestro pastel delicioso entró en carroza, otro momento muy chulo, todos sacando fotos y grabándonos, ahí hicimos nuestro brindis y pasamos por las mesas a brindar también.
Después vino otro momento preferido en las bodas para mí, las entregas:
Primero entregamos unas fotos a nuestros padres, se emocionaron mucho.
Luego a dos de mis amigas unas cajitas con unas pulseras de plata con el símbolo del infinito.
Novios, entregamos dos. Una pareja de playmobil con el cuadro al hermano de mi novio y su pareja y los muñecos de la tarta a unos amigos que lloraban y lloraban de emoción.
¡Liga al único soltero de la boda!
Botella de cava a nuestros hermanos y cuñados.
Osito de peluche gigante con body de recién nacido a mi mejor amiga que estaba de 6 meses.
Ramo, a mi prima (momentazo)... No se lo esperaba y fue también de lo más emotivo de la noche.
Bien, pues ahí viene mi desengaño. Sí, el día de mi boda me doy cuenta que una amiga se pone a llorar y monta el numerito porque no le he hecho ninguna entrega a ella. No logro entender como una amistad de 4 años la define un regalo, no lo entiende. Los protagonistas ése día éramos mi marido y yo, no comprendo el afán de serlo cuando no toca. Tal fue la pataleta (yo no me enteré) que cuando terminamos el primer baile, se acercó a nosotros y nos dijo que ella y su marido se iban, que estaban cansados. Ahí ya vi que algo pasaba, pero disfrutamos como nunca y no me contaron nada hasta el día siguiente. Bien, pues a día de hoy que ya hace dos meses de nuestra boda doy por zanjada ésa amistad. No me habla, su marido me ha eliminado de redes sociales etc. No sé si alguien ha estado en esta situación, pero ha sido horrible, me sentí mal durante días, pero he optado por pasar. Tengo la conciencia tranquila y con eso me basta.
¡Sigo con nuestro día, comenzó la fiesta y se alargó hasta las 4:30 de la madrugada! ¡Los invitados lo dieron todo, con la comida, con el candy bar, con la recena y evidentemente con la barra libre! Lo habréis leído infinidad de veces, pero sí, pasa volando...
¡Futuras novias que me estéis leyendo, disfrutad al máximo desde el primer preparativo hasta el último, desde el primer minuto del día soñado hasta el final! Nosotros, después de casi dos meses de casados, seguimos en una nube.
¡Gracias a todos por leerme!
Con cariño, Amanda.
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