La boda de Danillo y Laura en Bilbao, Vizcaya

Subí a la habitación de mis padres y un ratito de relax mientras se sacaba él las fotos. Y después yo.

Otra anécdota en la que casi me da un soponcio: ya estaba vestida y bajando al garaje al coche que me llevaba a mí y yo pensando que el ya había salido hacia el sitio del reportaje y resultaba que estaba aún en el garaje saliendo con el coche y lo mismo, todos tapándome para que no vieran nada, vamos, ¡un show!

Y nada, el reportaje nos lo hicimos en el parque Doña Casilda y él me espero allí de espaldas para que yo llegara por detrás y podernos hacer la foto del "first look".

La verdad es que fue un momento super emotivo porque a los dos nos faltó poco para echarnos a llorar al vernos. Él es normal porque yo no voy todos los días vestida así, pero yo estoy acostumbrada a verle de traje pero ese día estaba increíble. ¡Guapísimo!

Nos hicieron unas fotos preciosas y ya de allí fuimos a la ceremonia civil y religiosa que también fue super emotiva.

Para la ceremonia pusimos nosotros la decoración y también puse los paquetitos de lágrimas de felicidad en cada asiento para los invitados. A todos les encantó el detalle.

De allí marchamos de vuelta al hotel a disfrutar del cóctel y de hacernos las fotos con los invitados. Es un proceso que para mí cansa mucho, sobre todo si son muchos, porque hay poco tiempo, todos quieren foto y al final acabas cansada de tanta pose y sonrisa y ni disfrutas de estar con todos y del cóctel.

Luego bajamos al salón donde era la cena y en la entrada estaba el seatting plan rústico que montamos. La cena fue perfecta, todo riquísimo, incluso mejor que en la prueba de menú. La gente se lo pasó en grande, nos sacamos un montón de fotos.

Entre plato y plato íbamos dando los regalos a los hermanos, a los padres y después de la tarta di el ramo a mi cuñada, igual que hizo ella en su boda. Y las dos llorando como magdalenas.

Luego el detallito de los invitados, que eran tarritos de miel y mermelada y que gustó mucho.

Y ya para mí llegó el momento más nervioso de la boda... ¡El baile!

Estaba preocupada porque con el vestido que llevaba no sabía si podría bailar lo que habíamos ensayado porque me lo pisaba un poco y tenía mucha cola, que no había manera de recogerla bien. Pero bueno, al final salió bien y abrimos el baile con Turning page de Sleeping at Last.

Y yo bailé como una loca toda la noche, acabé descalza y con los pies negros porque se me olvidó meter recambio pero me dio igual. Disfruté como una enana. Los invitados estaban encantados y se lo pasaron genial, todo fue rodado, si hubo algún problema yo ni me enteré, así que genial. Fue un día perfecto.

De luna de miel nos fuimos de crucero por el Mediterráneo y 6 días en Lanzarote. Lo cogimos con Viajes Ecuador y fue todo genial. ¡No queríamos volver!

A todas las novias y novios que esté próximo su día... ¡Disfrutad! Que son muchos meses preparando y pasa en un boleo. ¡Pero merece la pena!