La boda de Daniel Arturo y Maria Camila en Toledo, Toledo
Vintage Verano Negro 4 profesionales
D&M
08 Jul, 2017El día de nuestra boda
Un matrimonio es todo un desafío de resistencia, coordinación y estrategia. Este ha sido el día más maravilloso de mi vida hasta el momento. Nosotros queríamos lo sencillo y que se ajustara a nuestro limitado presupuesto. Pero, somos personas conscientes y comprometidas con dos realidades: la social de desigualdad y la ambiental. Por lo tanto, el día de nuestra boda le queríamos inyectar todo ese discurso y pensamiento que nos unió.
No enviamos tarjetas físicas (la mayoría de los invitados estaban en el extranjero, al menos un 80%); así que nos ahorramos un dineral, papel, disminuimos la huella de carbono y la diseñamos a nuestro antojo de la manera más rústica y nos encantó. Todos tuvieron que entrar a nuestra página, consultar horarios, y demás información que estaba solo disponible en página web.
No usamos flores taladas ni artificiales, así que toda la familia entró 30 minutos antes de la boda a la iglesia y la adornó con macetas de la flor más linda y sencilla en la naturaleza, las Margaritas.
Seguir leyendo »El lugar tenía que tener un toque diferencial. La vida nos llevó a celebrarlo en la iglesia donde trabajaba y en la ciudad más multicultural a mi percepción, en España, Toledo. ¡Mejor no pudimos estar! Pero, claro, esto suponía el esfuerzo de movilizar ida y vuelta 50 extranjeros. Total, nos movimos en bus para que fuera el menor impacto posible. Los percances fueron muchos. No subió por la inclinación del cigarral el bus, al momento de volver a Madrid el bus estuvo esperando fuera del cigarral 1 hora sin nosotros habernos podido comunicar, amigos perdieron sus vuelos de retorno, pero igual, todos se fueron muy satisfechos.
No podíamos olvidar lo social, así que incluimos para la "hora loca" unas narices de Social Clown, que en realidad fueran una pequeña contribución con otros seres más desfavorecidos que nosotros y, así, sentimos que compartimos nuestra alegría y ampliamos el significado del amor. En la fiesta, claro, la gente se las puso un rato y luego las tiraba, pero el fin era la donación e invitar a la gente a pensar un poquito más en esas otras invisibilidades.
Fuimos el motivo por el cuál muchos de nuestros seres queridos se movían por primera vez a Europa. El amor pululaba en el aire, todo era una fiesta. Los incondicionales papás con los novios, al tanto de lo que necesitáramos, nuestros primos y tíos, haciendo todo porque sus papás nos acompañaran, los primos haciendo videos sorpresa con los que no podían estar. No paraban de llegar mensajes y regalos, nosotros por lo pronto preparábamos detalles como la música del coctel con una canción que nos relacionara con cada invitado, imprimir nuestra historia en fotos -esta idea es linda y ya inicia el álbum familiar-, pensamos en una sorpresa para nuestros padres pero sin mucho dinero y con nuestras inclinaciones hacia la fotografía, decidimos poner una mesa especial en la que con las fotos del día de su boda y la de sus padres, se ambientara todo a un estilo vintage pero muy de la casa, algo que les recordara toda la historia.
El componente más lindo, saber que, aunque en su mayoría eran de fuera y que los invitados confirmados eran pocos, todo fue muy cercano, aunque cuánto no darías porque este día durase más y pudieras compartir un poco con cada uno. Pero recordaremos siempre los días previos: tres noches atrás, llenamos un restaurante italiano en Madrid que nos lo cerraron, excelente sabor, pequeño y sin comparación esas pizzas napolitanas y en el corazón de Madrid-nuevos ministerios, pizzería Napoli Napoli, atendido por su propietario y las pizzas que pedimos y lambrusco fueron fenomenales. Solo dos noches antes nos estaban haciendo despedida de solteros conjunta, en casa, nos disfrazaron igual, nos rodearon de amor, regalos, música, comida tapas mezcladas entre España y Colombia. Resultado: unas noches increíbles de amigos y familia para saber que contábamos con todo un equipo de apoyo en caso de que necesitemos salvavidas más adelante.
O cómo olvidar que mientras iba en un carro solo el día antes de la boda a entregar todo lo de arreglar y otros detalles, nuestros amigos estaban metidos en un Madrid lluvioso en pleno Julio, abarrotado, atascos de miedo y dos horas 30 de camino hasta Toledo, mientras dejaban de conocer Madrid. De otro lado, mis padres con más familia corriendo a Aranjuez a por el vestido de la novia, madre y dama de honor ¡por Dios! menudo trabajo.
Sin embargo, la felicidad era incontenible. No dormí la noche anterior mucho porque tuve la suerte de tener mi familia hospedada en casa, había conmoción y muchos sentimientos, había preguntas por lo que faltaba y yo... solo pensaba en que debía dormir según los consejos de internet. Al final, al otro día me sentía tan plena que, ya fuera el momento que no me dio tiempo a sentir nervios. Tal vez me di cuenta tarde que yo era la novia (sí justo cuando ya me estaban terminando de arreglar maquillaje y cepillado), pero con el amor de mi madre, su compañía, lo servicial de mi padre, la atención en Marco Aldany junto a la estación de Gregorio Marañón y el buen Gin que me brindó el fotógrafo, todo fue llevándome en un ambiente más de relajación.
Por cierto, aunque el fotógrafo lo hice venir de Colombia, tengo que decir que fue maravilloso contar con alguien que ya me conocía, sabía qué fotografía me gustaba, había confianza y me sentí libre de decirle hagamos esto o aquello, quiero esto o no me gusta lo otro. Así que consejo: mejor conocido o al menos, conocerse un poco antes y de su trabajo.
En mi caso, mi padre tenía el protagonismo, él debía llevar a la novia y entregarla en el altar. Así que el coche que habíamos rentado -uno nada ostentoso, aunque mucho más que lo normal-, lo tomó él y junto a mi madre, salimos corriendo para "no llegar tarde a la iglesia" ¿Adivinen qué? como toda novia, llegué tarde, aunque no por mucho, y lo peor, no fue mi culpa... Culpa de un cordón de un zapato desaparecido de última hora, porque eso sí arreglarse corriendo es difícil, y eso que ya había hecho prueba de peinado y maquillaje. No soy de las que me gustan mucho el maquillaje, para mí lo natural, mi esposo piensa igual, así que me incliné por un color nude y muy poco maquillaje, ya de por sí mi piel tiene color, las morenas no necesitamos mucho maquillaje.
Mi mamá, mi hermana y tías, que estaban para la boda, se fueron todas al mismo salón. Nos dimos turnos de 30 minutos entre una y otra y yo fui la última para lucir más fresca aun cuando eso también dejaba en incógnito cómo luciría. Al llegar a casa solo tuve tiempo de ponerme el vestido, me lo abotonaron entre mi hermana y mi mamá, mi abuela me dio un reloj en "préstamo de largo tiempo" y mi mamá sus pendientes. Después de eso, solo me alcanzaron a dar una bendición y sin arreglos en el coche ni nada, salimos a la iglesia. Yo escribía a mis amigos más cercanos en el coche camino a la iglesia y entre esos me respondía mi mejor amigo con buenos deseos, pero al llegar a la iglesia recibí la feliz sorpresa de encontrar a mi mejor amigo a la entrada, ¿qué más podía pedir?
De la ceremonia religiosa quizás lo más bello fue cuando en el momento del beso, entra un haz de luz tan intensa desde los vitrales de arriba que fue casi como un mensaje "sigue la luz". Fue maravilloso ese entorno.
En cuanto a la salida de la iglesia, lo único difícil fue sacar los invitados rápido para que el padre pudiera cumplir con la otra misa. Por supuesto el retraso del inicio recortaba el tiempo que teníamos para recoger lo nuestro, el festejo de salida - en el que no tiramos arroz porque de niña me enseñaron: "con la comida no se juega" y a nosotros nos resultaba fatal pensar en cuántos sin poder comer ni una taza de arroz y nosotros tirarlo al suelo. Así que al son de nuestra canción favorita de fondo pasamos el mejor mensaje de todos "All you need is love" y a esa tonada, todos tomamos unas botellas pequeñas de tinto de verano para el calor mientas nos tiraban pompas encima -esas fotos son encantadoras-.
Nosotros nos escapamos sin haberlo tenido planeado a un par de fotos en la puerta de Alcalá, nos divertimos mucho y recordaremos gratamente el placer de habernos casado en España. Eso sí, nosotros quisimos disfrutar toda la celebración y aprovechar la luz bonita de la tarde para las fotos con nuestros invitados, así que no gastamos tiempo en quedarnos por ahí tomando fotos solos que después podremos hacer en calma. Quisimos disfrutar a nuestra gente en esa noche que estaban ahí para nosotros. No nos arrepentimos nada.
Por el banquete: ¡fue inmejorable! la comida deliciosa, todo acorde a las necesidades de los vegetarianos, alérgicos, chefs profesionales, etc. Nos atendieron todas las peticiones, le cantamos el cumpleaños a una de nuestras pajes, la luna espectacular y se ponía del otro lado un sol rojizo que serán tal vez las memorias más recordadas por todos los invitados viendo a Toledo antiguo como una postal.
En la noche, ya no importaba nada, ni vestido ni cómo bailar... Todo fue hecho a nuestra medida, el dj puso todas las canciones solicitadas, la fiesta estuvo espectacular y nadie paraba de bailar. El ambiente, calidad y servicio, fueron formidables. Nos queda el hermoso recuerdo y un vestido blanco negrecido como prueba de lo bien que la pasamos ese día.
Mi mejor consejo, permitan a sus invitados involucrarse en todos los detalles, ellos se llevarán un gran recuerdo y los lazos que quedan son imborrables.
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