La boda de Dani y Jone en Plentzia, Vizcaya

El día de nuestra boda

La noche previa dormí genial y me desperté muy tranquila. Me fui a desayunar en el mismo hotel y después vino mi peluquero y la maquilladora. Pusimos las música, nos tomamos un café los tres juntos, un cigarrito, me estaba divirtiendo. Luego ya vino mi hermana, mi mejor amiga y el fotógrafo y seguimos riéndonos y haciendo el tonto mientras nos preparábamos.

Cuando monté en el coche con mi padre me puse muy nerviosa de golpe, me entraron ganas de llorar, estaba temblando, pero mi cuñado, que era quien conducía, me abrió la ventilla y me dijo palabras de tranquilidad. En cuanto vi al primer invitado esperando en la Iglesia, se me olvidaron todos los nervios y volví a empezar a pasármelo bien, para no terminar en todo el día.

La ceremonia fue preciosa, la comida en el restaurante maravillosa, todos nuestros amigos allí, fue un día inolvidable para nosotros rodeados de la gente que más queremos. Mañana mismo me volvería a casar, con Dani, claro.