La boda de Cristian y Jenifer en Rubi, Barcelona
De noche Verano Amarillo 3 profesionales
C&J
21 Jul, 2012El día de nuestra boda
Fue un día espectacular, auque con muchísimos nervios. La verdad es que las sorpresas empezaron antes de tiempo porque el lunes antes de la boda cuando Cristian me llevaba hacia casa de mis padres me dio por mirar hacia una farola y ¡vi un cartel con una foto nuestra! ¡ESTABA TODO RUBÍ LLENO! Muchísimos cartelitos que ponían ¡POR FIN SE CASAN! y en la puerta de mi trabajo un cartel que decía: "Aquí trabaja la novia de los cartelitos". Se le ocurrió a mi cuñada y mi suegro, y mi hermano de 16 años y a una amiga le ayudaron a colgarlos!!
El día empezó por la mañana cuando fui a hacerme un tratamiento corporal con una gran amiga que venía expresamente desde Huelva para estar conmigo en el día más importante de mi vida. De allí nos fuimos hacia la peluquería en la que me esperaba mi peluquera desde hace 12 años, impaciente. Estuvimos cerca de dos horas allí, entre maquillaje y peluquería, ¡pero con tantos nervios se me pasó volando! Mientras me estaban acabando de peinar vino un mensajero con un enorme ramo de flores de tonos amarillos (me encanta el amarillo y mi boda iba en esa tonalidad). Me quedé blanca y cuando leí la nota, ¡era de mis padres y mi hermano deseándome un gran día! Me emocioné muchísimo porque no me lo esperaba. Una vez acabamos en la peluquería nos fuimos a comer al bar que estaba justo debajo de casa, para que fuese rápido, y cuando estábamos a mitad de comida me llama mi suegro para decir que acababan de salir los fotográfos de su casa ¡y ya venían hacia la mía!! Así que subimos corriendo y empecé a vestirme rápido para estar lista cuando llegasen.
Seguir leyendo »De los nervios no me acordaba si tenía que ponerme las joyas, si no, si me ponía los zapatos si no... Uf, ¡estaba histérica! Pero llegó mi peluquera, que quería verme salir de casa, y me dijo esto si, esto no. ¡Era la que estaba más tranquila de todos! Cuando llegaron los fotográfos empezaron a hacerme fotos con mis super zapatos amarillos, con los que todo el mundo alucinó, y poniéndome las joyas. Mientras yo iba haciendo caso a lo que el cámara y el fotográfo me decían, yo solo escuchaba "Dios, zapatos amarillos", "Que originales los zapatos". Cuando acabamos de hacer las fotos en la habitación salimos al comerdor y allí estaban todas mis amigas, mis tíos y amigos que son como de la familia.
Empecé a hacerme fotos con todos y con los niños de los anillos, que cómo no, ¡también iban de amarillo y blanco! En ese momento el fotógrafo se empezó a poner un poco nervioso porque había demasiada gente en casa pasa hacerse fotos conmigo y nos teníamos que ir al Tibidabo que hay unos 20 minutos de camino y él tenía que estar allí cuando llegase Cristian. Así que cogimos todo y nos fuimos aunque cuando llegó la hora del baile me di cuenta ¡que me había dejado las manoletinas para ir más cómoda!
Cuando bajaba en el ascensor, porque vivía en un 5º, estaba histérica. No me creía que fuese verdad, que ya fuera camino a la iglesia y que fuese el día de mi boda. ¡No parecía real! Tanto tiempo esperando y al fin llegaba el momento. Mi problema es que no me dio tiempo de mirarme al espejo, por lo cual no me había visto vestida de novia, ¡así que no podía creer que realmente estuviera yo en ese vestido! (A todas las que leáis esta crónica antes de casaros os recomiendo miraros a un espejo antes de salir de casa).
De camino a la iglesia estaba muy nerviosa, nada más que hacía que pensar en todos los regalitos que teníamos que entregar, no fuera a ser que nos hubiéramos olvidado algo, ya que siendo 200 invitados era fácil olvidar cosas. Mi padre estaba super nervioso también. A mi lado me miraba con una sonrisa de oreja a oreja y yo le decía "papá por favor hay que ir lento al entrar en la iglesia" porque conociéndolo sabía que iba a acelerar el paso sin querer. Llegamos super pronto, ¡tuvimos que esperar quince minutos a que llegasen los invitados y bajasen del autocar! Cuando ya estaban casi todos dentro, empezamos a subir las escaleras, ya que tiene que haber unas 80 o más y no podíamos esperar mucho. Y cuando llegamos arriba me dicen que no puedo entrar ¡que el novio aun no ha llegado! ¿Cómo? Lo traía un amigo y yo me decía: "ya verás que éste nos está gastando una broma". Pero no, ¡la broma me la gastaron a mí! ¡El novio ya estaba dentro! Así que nos pusimos delante de la puerta, que estaba cerrada, y con los 6 niños que llevaba (si 6 jejeje) esperamos a que abrieran las puertas, teniendo algún que otro problema porque los niños no querían ponerse. Al momento de entrar se cogieron de la mano y hacia dentro del tirón. Las niñas llevaban un ramo parecido al mío que hicimos mi madre y yo!! ¡Parecía que estaba ensayado! Me encantó!! la más pequeña tenía un año y el grande 8, ¡así que podía pasar de todo! El recuerdo que más guardo fue el ver a Cristian allí de pie esperándome con una sonrisa bestial, y el momento de subir el escalón, cuando tuve que subirme el vestido y se vieron los zapatos, fue un ¡oh! que se escuchó en toda la iglesia.
La ceremonia fue super bonita auque hay que decir que el cura fue un poco plasta... En el momento de los anillos yo me emocioné y se me saltó la lagrimita, y se escuchó otro ¡oh! Era tan feliz en ese momento que no podía evitar emocionarme!!
Al salir de la iglesia vinieron las mil y una fotos con todos los invitados y el gran problema es que no podíamos llegar al restaurante hasta las 8 porque por la mañana había otra boda. Eran las 6.15 y ya teníamos casi todas las fotos. ¡La gente hacia carreras para ponerse antes! Suerte que como había que ir en autocar, que vino a recogerles a las 7, la gente se tomó algo mientras nos hacíamos las fotos.
Nos fuimos al banquete y allí nos tiraron el arroz, ya que en el iglesia no se podía. ¡Nos dejaron para hacer una paella! Hicimos el pica-pica y entramos al salón con la cancion de " I'm sexy and I know It". Fue bestial, todo el mundo levantado dando palmas. Después comimos el menú y sacaron el pastel. Entonces empezamos a dar las figuritas de los novios a los amigos, ¡nada más y nada menos que 6! Después les dimos los regalos a los padres y a las madres con la canción de "Te voy a decir una cosa" (madres) y "Estoy hecho de pedacitos de tí"(padres). Yo le di el ramo a mi amiga de Huelva con la canción "Nadie como tu" de La Oreja de Van Gogh. Di tres ligas con la canción de "Lady Marmalade", un ramo de 23 rosas para el aniversario de bodas de unos amigos y una foto nuestra para mi cuñada y mi cuñado.
Y entonces llegó, el momento más bonito de todos, ¡NUESTRO BAILE! Es un momento impresionante, los dos solos, fue nuestro momento a solas, aunque estábamos rodeados de todos, ¡en ese momento para mí no había nadie más! Fue super bonito y emotivo, con nuestra canción: "Rest of my life" de Bruno Mars.
Después vino el baile con toda la familia, que lo disfrutamos muchísimo y del restaurante... ¡a casa de mis suegros que tienen terraza con piscina a darnos un baño!, aunque yo fui incapaz, ¡me hubiera ahogado con lo que pesaba el vestido!¡Lo pude comprobar el día del post boda!
Y esto es todo, un día para no olvidar, en el que no pasó nada extraño y salió todo redondo! :D
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