La boda de Costan y Tamara en Palma De Mallorca, Islas Baleares

El día de nuestra boda

Me levanté como cualquier día, nervios ningunos, ¡pero sí mucho por hacer! Me metí en la ducha y me arreglé, tenía que pararme en el Aquarium a dejar las chuches para la mesa y los detalles, y a por el ramo y la decoración del coche.

Después de eso paré en el cementerio y lleve una rosa azul a mi abuelo materno y mi abuela paterna. Paré a ver a mi abuela materna, que no podía venir a la boda, ¡y corriendo para la peluquería! Me volví a hacer el tinte, que había quedado oscuro, y después de peinarme, a comer a casa de mi madre y corriendo a maquillarnos mi hermana y yo, ¡todo este rato el ramo de nevera en nevera!

Estuvo toda la mañana o lloviendo, pero yo no estaba preocupada pues la ceremonia, al final, se hacía dentro. Al salir de maquillarnos pusimos la decoración al coche y a mi casa a vestirme, ¡que ya iba justa! Llegaron mi amiga, y mi amigo, el fotógrafo, ¡y venga a vestirme y hacerme fotos!

Me llama mi hermano que no llega a tiempo para llevarme, y ya le dije que se quedara en el Aquarium... ¡Conducía yo! El camino se hizo divertidísimo, mi amiga y yo, a voces, cantando Shakira como hace años. ¡Y los coches nos miraban!