La boda de Clori y Erik en L' Alcúdia, Valencia

Fuimos todos andando en pasacalle a la iglesia, ya que viven muy cerca mis padres. Iba algo nervioso y mi padre estaba emocionadísimo. La entrada en la iglesia fui muy bonita pero yo estaba muy pendiente de la música y de todo. Cuando es tu boda quieres que salga todo perfecto. Mi padre no paró de llorar hasta llegar al altar. Yo muy tranquila llegué y como he visto hacer en muchas bodas, llegué, di un beso en la mejilla al novio y ya nos quedamos de pie frente al altar. La misa preciosa con el coro rociero de acompañamiento. Vino mucha gente a verme casar y eso fue muy importante para mí.

Cuando terminó la misa mi padre dio las gracias a todos los que habían asistido a la ceremonia. Cuando salimos teníamos al coro esperándonos y me cantaron una canción muy bonita y muy flamenca como a mí me gusta. Fue todo un detalle ver como toda la gente esperaba a que saliéramos para tirarnos el arroz. Mis amigas me dieron el ramo rojo y lo tiré, ¡fue divertidísimo! Y empezaron las felicitaciones. Todo el mundo se fue con su coche o en autobús que habíamos alquilado a la sala. Nosotros, el nuevo matrimonio, nos fuimos con mi hermano que conducía el coche nupcial, y como no, mi cuñada que la quiero un montón. Llevábamos una cámara que grababa todo el viaje a la sala de bodas, ¡fue muy bonito!

Llegamos a la sala muy relajados, entramos al cóctel y pudimos ver el castillo de fuegos artificiales que nos había preparado la familia. La entrada a la sala fue perfecta y terminó con un brindis, el que se suele hacer en la entrada. La cena estuvo llena de sorpresas, para empezar yo les había preparado a mis amigas una carta con una foto, una flor y un abanico para cada una. Fue muy bonito cuando la leyeron. No me voy a detener a relatar sorpresa por sorpresa, solo decir que mi grupo de baile me sacó a bailar y mi marido como es mago, sus compañeros de la magia nos hicieron un truco muy bonito en el escenario que hizo que todo el mundo se quedara con la boca abierta.

El momento de la tarta también fue muy bonito aunque me manché de chocolate pero con agua y una servilleta como si nada. Las sorpresas de sus amigos y mis amigos fueron perfectas, no nos podemos quejar. El baile salió muy bien, pero no llevábamos preparada ni coreografía ni nada, salió espontáneamente.

Y por fin la fiesta quedó genial, mis amigos y familiares más queridos nos acompañaron hasta el final ¡y aún fuimos a la discoteca un rato! En fin, un día perfecto, y lo más bonito es que todo el mundo el día siguiente me dio la enhorabuena por la boda y por la celebración. Si tuviera que ponerle nota: ¡un 10! Ya sé que nada es perfecto, alguna cosa no salió como se esperaba pero es imposible que no se te escape ningún detalle, siempre hay algo que falla, pero lo más importante es vivir el día con ilusión y disfrutar como si fuera el último.

Animo a todas las que no han dado este paso aún a que lo vivan intensamente como yo, y fuera nervios, hay que disfrutar cada segundo y si algo sale mal ¡no pasa nada!