La boda de Christian y Gemma en El Palmar, Cádiz

El día de nuestra boda

La mañana empezó con la peluquera y maquilladora Sonia Moreno, la cual se desplazó desde su maravilloso salón en Cádiz hasta nuestro hotel (Hipotels Gran Conil & Spa). Cabe decir que es una profesional de los pies a la cabeza, que me maquilló de forma tan sutil, que apenas se notaba, que me hizo el peinado de mis sueños y que me trató como una princesa. Sobre las 11:00 llegó el ramo de novia a la habitación de mi hotel, así como los pétalos que lanzarían los invitados en la ceremonia, las pulseras de paniculata para mis damas de honor y los prendidos a juego con mi ramo de tulipanes para los hombres más importantes de mi vida. Más tarde llegaron el fotógrafo y el videógrafo contratados a través de Intuitivo Studio. Habíamos tenido ya una sesión de fotos preboda y salió maravillosa, por tanto, esperamos con ansia poder ver las fotos de la boda pronto porque seguro son perfectas. Además, los dos chicos se portaron genial con todos nosotros. La recepción de los invitados comenzó a las 18:00, la gran mayoría se personaron en el local con los autobuses Rico, que partían de Conil (ya que somos todos de Madrid y nos desplazamos aquí para celebrar nuestro enlace). El restaurante es Lucia Holística, el cual se encargó del montaje de la decoración y el menú para que la gente disfrutase, así como la barra libre y todos los detalles de comida y bebida que quisiésemos. La ceremonia la hicieron nuestros respectivos hermanos, ya que queríamos algo espontáneo y natural, ellos fueron hablando con la gente que saldría a ofrecernos unas palabras a los novios y se coordinaron a la perfección. Yo llegué a la ceremonia con un coche de caballos tirado por los 4 caballos más bonitos de Todo Jerez, los cuales sabemos de buena mano que están cuidados mejor que muchos de nosotros. A las 20:00 llegaron los chicos del grupo flamenco Dale al Son, unos chicos encantadores de Córdoba, los cuales amenizaron el cóctel a los invitados, y solo había buenas palabras para ellos de todos nuestros familiares. Después estuvimos sentados en las mesas perfectamente organizadas en las cuales, además de las sorpresas que fuimos poniendo a cada invitado, había unas cámaras desechables para que hicieran fotos y así tuviésemos un bonito recuerdo de cada uno de ellos. Todos los regalos estuvieron personalizados para cada uno de los invitados, desde pulseras con sus iniciales, los nombres en madera en sus sitios, las miniaturas de bebidas espirituosas, chanclas para la playa, paipáis para el calor y hasta sombreros de cowboy para la fiesta. Comenzó la fiesta con el DJ que contraté a través de la empresa Alabrisa, el cual fue muy profesional y también recibió halagos de todos nuestros invitados. Teníamos un fotomatón desde las 22:00 contratado a través de la empresa Jesmadron, los cuales fueron supereducados con todos nosotros. Y, por último, durante la fiesta teníamos una sorpresa para los invitados, un tatuador, el tatuador de bodas, un chico de Sevilla que tuvo que hacer sobre 50 tatuajes y fue muy profesional, amable y respetuoso al 100% con mis invitados, respetando la higiene en todo momento. La fiesta fue maravillosa y todos los invitados nos felicitaron a lo largo de la noche, puesto que se lo estaban pasando genial y estaban emocionados aún por la ceremonia tan bonita que nos habían preparado nuestros hermanos. Si tuviese que repetir mi boda, no cambiaría nada. Adjunto algunas fotos hechas por los invitados para que podáis ver algunos detalles de la boda (puesto que aún no tengo todas las fotos de calidad de los fotógrafos).