La boda de Carmen y Iván en Pruvia (Llanera), Asturias

El día de nuestra boda

Me desperté temprano y tranquila (Iván ya tenía nervios por los dos) y me fui a la peluquería con mi cuñada. Salimos de allí encantadas con el resultado y... empezó a llover! Cuando entré en casa llovía a cántaros y empezaron los truenos, todo el mundo me mandaba mensajes de consuelo pero yo no los necesitaba, me daba igual todo, me sentía genial y cuando vi mi ramo me sentí en el cielo; era aún mucho más bonito de lo que esperaba.

Mientras Iván empezaba a vestirse, yo vestí a nuestra hija que sería la encargada de llevar los anillos y luego él me ayudó a mí. Cuando me vio con mi vestido rojo se quedó impresionado, emocionado y no podía dejar de besarme y yo me sentí la más guapa del mundo. Queríamos estar solos en esos momentos, vernos por primera vez y que ese momento fuese nuestro. Iván se fue a buscar a mi madre y nosotras nos quedamos esperando nuestro coche. La lluvia empezó a remitir y cuando llegamos a La Campana, que fue donde celebramos todo, incluida la ceremonia, lucía el sol que ya no desapareció en todo el día.