La boda de Carlos y Sheila en Catarroja, Valencia

Cuando llegamos mi hija salió corriendo por el pasillo a recibirme, tan preciosa...parecía un angelito, estaba mucho más nerviosa que yo , fue tan partícipe de todos los preparativos que era para ella un día tan importante como para nosotros.

Ya allí me terminé de maquillar y entre fotos, besos, retoques y sonrisas se hizo la hora. ¡Por fin me vestía de novia! A día de hoy aún casi no me lo creo, con 34 años y una hija de 7 cumpliendo el sueño de toda mujer, y con un hombre maravilloso que me complementa y me llena 100%. El destino nos puso un día en el mismo camino, ese destino que hace que cada minuto de nuestras vidas juntos sea maravilloso.

Yo ya estaba lista, todos en mi casa estaban nerviosos, menos yo, curiosamente, que estaba tan tranquila como ilusionada, sólo nos quedaba esperar el coche de novios. Tardó un poquito en llegar y esa espera hizo que Carlos se pusiera mucho más nervioso, típico novio nervioso esperando. Pero por fin llegamos, y allí estaba, al final de la alfombra roja en ese precioso patio interior que tiene La Masía de las Estrellas, desde el interior del coche lo veía, de pie, impaciente...me abrieron la puerta y del brazo de mi padre caminé hacia él, la música sonaba, brillaba el sol, era un día maravilloso, caluroso, tal y como lo había soñado.

Soltando el brazo de mi padre cogí su mano y comenzó una ceremonia muy emotiva, llena de poesía, palabras bonitas por parte de nuestra familia , deseos de infinito respeto y amor...nuestro alcalde Carlos Fernández Bielsa nos brindó una ceremonia impecable, llena de amor, emocionó a todo el mundo y juntando nuestras manos sellamos nuestro matrimonio con nuestras alianzas .

Momento del arroz, pétalos, sonrisas, besos y muchos abrazos...bonitos minutos para no olvidar. Tras la ceremonia nuestra familia fue hacia el cóctel en la terraza de la Masía ( una espectacular terraza en la primera planta con unas vistas de lujo al campo de golf) y nosotros fuimos a hacernos unas cuantas fotos por los jardines.

Al ser una boda tan íntima, el fotógrafo no se quedaría a la comida, queríamos que así fuera, pero quisimos inmortalizar también el salón, el salón de los frescos. Cuando nos abrieron la puerta mis ojos se llenaron de emoción, era tal y como lo había imaginado, L'Atelier de la Flor hizo un trabajo impresionante decorándolo. Quedaron unas fotos impresionantes y toda la familia estuvo tan a gusto. ..

Creo que no tengo ni un solo momento en el recuerdo de nada que me pudiera molestar ni sorprender, todo salió como nosotros deseábamos (siempre con ese toque de sorpresa que el destino nos depara y que hace que la vida sea vida).

La comida fue maravillosa en todos los aspectos, tanto la atención de la Masía como la comida en sí, acertamos 100% al celebrar nuestra boda allí, lo volvería a hacer mil veces.

Pasamos un día en familia maravilloso, el primero de muchos que nos quedan por vivir... Así recuerdo y recordaré siempre el día de mi boda, como un maravilloso día lleno de emoción, amor y sonrisas.