La boda de Carlos y Rut en Madrid, Madrid

Cuando terminó de maquillar a mi madre empezó a maquillarme y peinarme a mi hasta dejarme como una princesa. Llegó el fotógrafo, empezó la sesión de fotos y de repente... sin darme cuenta, estaba enfrente de un espejo con las lágrimas en los ojos viendo que el día que había estado esperando toda mi vida había llegado.

Cogí el brazo de mi hermano (mi padrino) y orgulloso me llevó de su brazo hasta el altar.

Cuando llegué a la finca escuché la canción de entrada de Carlos, llegó mi momento tenía a mis niñas de arras y mi primo con la pancarta que hice yo misma. ¡Me agarré a mi hermano y con paso firme llegué a esas escaleras, donde al final de ellas, estaba esperándome la persona e invitados que más quiero, Carlos estaba guapísimo y solo podía decir aiii que guapo está, va de rosa! ¡y con vítores de guapa! Bajé las escaleras y cuando llegué abajo abracé a mi novio tan fuerte que no quería soltarle.

La ceremonia fue genial, nos la ofició mi mejor amigo desde la infancia, tuvo toques de risa y nos lo pasamos genial, leyeron algunos familiares y amigos, que nos emocionaron mucho, nos dijimos nuestros "votos", o sentimientos porque en realidad no nos prometimos nada, dijimos lo que sentíamos por el otro.

Nos intercambiamos las alianzas y las arras, y oficialmente éramos para todos marido y mujer.

A nuestra salida empezó a sonar la canción de la película up, married life y arroz y pétalos empezaron a llover entre nosotros.

Mientras nos hacíamos fotos, nuestros invitados estaban en el cóctel que debió ser un éxito según nos contaron.

¡Entramos al banquete con la canción de Queen We Will Rock You y la gente se animó muchísimo! ¡Pusimos unos bigotes de pegar en el plato de cada invitado para nuestra entrada y fue divertidísimo!

Hubo regalos especiales para nuestros padres y hermano, para nuestras primas y tías, mi mejor amigo por oficiarnos la boda y para los siguientes en casarse.

Nuestro baile (que llevábamos preparándolo desde Febrero) no dejó a nadie indiferente y es que no esperaban que hubiese ese giro de canciones, vals de la bella durmiente, everybody dance now, cotton eye you, grease, raffaela carrá, y terminamos de nuevo con el vals.

Llegamos al hotel a las 06.00 de la mañana y no fui capaz de dormir, porque estaba ya soñando.