La boda de Carlos y Catalina en Algaida, Islas Baleares
Elegantes Otoño Rojo 7 profesionales
C&C
24 Oct, 2015El día de nuestra boda
El 14 de julio del 2013 cambió mi vida, mi pareja, actualmente mi marido me regaló un anillo de pedida, después de nueve años de pareja nos íbamos a casar, los dos somos muy jóvenes, él actualmente tiene 24 años y yo 25 pero llevamos toda la vida juntos, al día siguiente de que me regalara el anillo empecé a preparar toda la boda, porque quería algo especial algo con lo que había soñado toda la vida. Me apunté a bodas.net, fui a Nupcial los tres días de la feria y a todas las ferias de novias que había en Mallorca.
Todo lo reservé con mínimo un año de antelación, fui enseguida a Pronovias y encontré una chica encantadora, se llamaba Sonia García, me preguntó lo que necesitaba y enseguida supo encontrarlo, el primer vestido que me probé fue el que me quedé, al ponérmelo me recorrió algo por el estómago, me sentía tan bonita y al salir todos se pusieron a llorar incluida yo y supe que no tenía que buscar más porque ése era mi vestido, viví con tanta intensidad mi boda y quería que fuera todo tan perfecto que no podía permitir dejar ningún cabo suelto, mis ideas corrían por la cabeza y lo único era que era muy difícil llevarlas a cabo, no conocía el termino de organizadora y decoradora de eventos, hasta que en una feria de novias aquí en Mallorca, conocí a mi hada madrina, enseguida conectamos, me quité tanto peso de encima porque ella me comprendía, sabía lo que quería y lo que necesitaba incluso en los momentos de bajón estaba ella, conocí a mi organizadora de eventos Vivi Eventos y Decoración, y me ayudó con todo lo que necesitaba.
Seguir leyendo »Porque tengo que reconocer que mi pareja no hizo nada, nada de la boda, sólo quiso probar el menú para no pasar hambre, pero yo estaba mejor así porque yo podía elegir lo que quisiera, él confiaba en mí. Y por fin llego el día esperado, la verdad es que la última semana se hizo muy larga, pero todo valió la pena. El sábado me desperté sobre las once de la mañana, la verdad es que no estaba nada nerviosa, confiaba en Vivi (mi organizadora) yo sabía que ella lo tenía todo bajo control. A medida que se acercaba la hora, una sonrisa incontrolable recorría todo mi rostro. Llegó la peluquera a casa y mis tres damas de honor, con ellas se terminó la calma, no sé quien estaba más nerviosa, si ellas, o yo, y al llegar descubrieron una sorpresa.
Os tengo que decir que toda mi boda fue roja, blanca y negra, y como no podía ser más, les preparé una habitación a mis damas con unas batas negras y unas zapatillas rojas ; yo iba toda de blanco. Estaban guapísimas, cuando se terminaron de vestir llego el fotógrafo (Fernando Terrasa) tiene un equipo estupendo, súper profesional y he quedado encantada con las fotos, nos hizo muchísimas fotos y supo captar todos los momentos especiales, para mí una de las fotos que más me gustan es mi padre dándome un beso, hacia tanto tiempo que no me daba ninguno...
Las horas pasaron súper rápido y de repente la limusina ya estaba en el portal de mi casa esperándome, cuando salí toda la calle estaba llena de vecinos, es una sensación que no se puede explicar, te sientes tan especial ese día, tan guapa... yo siempre quise vestirme como una princesa y así lo hice, por un día fui una princesa.
La ceremonia la realice en los jardines del restaurante Binicomprat. Cuando llegué y vi tanta gente y lo bonito que quedó el sitio, no me podía creer que el momento hubiera llegado, parecía un bosque encantado, todo tenía tanta magia...Y por fin sonó mi canción, era el momento de bajar del coche y empezar el camino, la primera mano que me cogió fue Lucy, la compañera de Vivi que me extendió la mano y me ayudó a empezar mi camino...detendría el tiempo solo para poder vivir todo con más detalle: el tiempo pasa tan deprisa y pierdes tantos detalles, por eso siempre digo que hay que vivir los preparativos con igual emoción.
Visualicé el camino, mis damas de honor recorrían el pasillo con mis caballeros de honor y mi damito, y al fondo el amor de mi vida, que no podía estar más nervioso, estaba guapísimo, no me lo hubiera imaginado así nunca, y unas bonitas lagrimas recorrían su rostro, llegué yo al altar, di un beso a mi padre y él me entregó al que sería mi marido. La ceremonia fue muy bonita, llena de risas y lágrimas por las bonitas palabras que nos dedicaron nuestros amigos/as, lo único que un poco larga, pues el sacerdote no paraba de hablar, pero bueno, son anécdotas que recuerdas siempre.
Y por fin el sí quiero, nos prometimos amor eterno, nos besamos y al salir una manta de arroz y pétalos recorrieron nuestros cuerpos, ¡ya estábamos casados! nos fuimos a hacer fotos al jardín del mismo restaurante, allí parecía como si no hubiera nadie más, estábamos él y yo solos, nos sentíamos tan a gusto que sonreíamos y nos besábamos, todo fue muy mágico.
Más tarde llegó la hora del aperitivo y la hora de comer, mi ya marido estaba muerto de hambre, no quería saber nada de nadie, sólo quería comer, pero es algo normal, son muchas horas despiertas, muchos días de nervios y después de la boda te relajas porque ya nada puede ir mal. La comida del restaurante Binicomprat fue espectacular, no había comido algo tan bueno en ninguna otra boda, y Ana, la chica que lo lleva todo es súper simpática y atenta, recomiendo el sitio yo me volvería a casar una y otra vez allí.
Durante la cena el DJ (tia DJ´s) se encargó de dar vida a todo; ¡son los reyes de la fiesta! todos los invitados bailaron y se lo pasaron en grande, y entre plato y plato dimos los regalos a las personas especiales. Quise dar un recuerdo a los padres y a los abuelos por existir, a mis damas y caballeros de honor por todo lo que habían aguantado y para que supieran lo importantes que eran para nosotros; la liga a mi cuñada para que en el día de su boda lleve una parte de mí, y mi ramo a la futura mujer de nuestro mejor amigo.
Fue una boda llena de emociones, no os voy a decir que salió todo perfecto porque no es verdad, a mi dama se le rompió el vestido, pero mi organizadora lo arregló con un lazo y quedo monísima, ese día no puedes amargarte, aunque las cosas salgan mal, mírale el lado positivo.
Puede que para vosotros no sea vuestro estilo de boda, o de vestido, pero era el mío y lo importante es eso, es ir a una boda y ver que tiene la esencia de esa pareja.
Y esto fue mi cuento de hadas, fui princesa por un día.
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