La boda de Carlos y Ana en Sant Vicenç De Montalt, Barcelona

Sorprendentemente, pasé toda la mañana y parte de la tarde muy tranquila. Hasta que escuché desde el final de las escaleras la canción con la que mi futuro marido iba a realizar su entrada al altar. Desde ese momento no pude dejar de llorar.

Nos casó el alcalde de Sant Vicenç, pensaba que este tipo de ceremonias civiles sería muy seria y poco original. Me equivoqué por completo. Fue una ceremonia preciosa y muy emotiva. El alcalde se había preparado un guion totalmente personalizado, conocía nuestra historia y nos dijo cosas muy bonitas. Durante la ceremonia tuvimos 3 lecturas increíbles por parte de familia y amigos, además de la sorpresa de una canción que nos cantó mi hermano mayor. Cada vez que recuerdo el momento de intercambiar los anillos se me eriza la piel. Nuestros sobrinos pequeños nos los trajeron. Además de la ceremonia, decidimos realizar el ritual de la arena, quedó muy bonito y cómo el recipiente te lo quedas, tienes ese recuerdo para toda la vida.

Después de realizar un pequeño reportaje de fotos (15 minutos), no probar bocado del aperitivo porque quieres saludar y besar a todo el mundo... Todos los invitados se fueron sentando. Proyectamos nuestro preboda que grabamos en el Laberinto de Horta y quedó espectacular. A la gente le encantó. Nada más terminar el vídeo, entramos saltando y bailando al ritmo de "Hollywood Tonight" de Michael Jackson.

No nos había dado tiempo a sentarnos y ya tuvimos la primera sorpresa: nuestros mejores amigos y familia se habían compinchado para preparar una coreografía super chula (Backstreet Boys, Beyoncé, María Isabel, Bruno Mars...) fue super divertido verles, pero lo mejor es ver con la ilusión y el amor que lo habían preparado.

La comida fue increíble, el restaurante super atento con nosotros en todo momento. Realizamos muchísimas entregas, pero de manera bastante repartida entre platos para que no se hiciera pesado para los invitados, creo que lo conseguimos.

Después del pastel hicimos el juego de la liga, pero lo realizamos al revés. Salí yo y me senté en la silla, entonces salió él y tuvo que realizarme el "striptease" y me quitó 3 ligas. Una se la quedó él.

Luego realizamos el juego de los zapatos en el que se van lanzando preguntas de cuál de los dos en la pareja hace esto o aquello y tienen que coincidir en la respuesta sino quedan eliminados. Eran unas 15 parejas, fue una locura. Cuando quedaron dos parejas les hicimos competir realizando el juego de la liga con las otras dos ligas que quedaban, para que creyeran que solo ganaba una de las parejas, pero les dimos premio a las dos. Fue super divertido (bastante caótico también, todo hay que decirlo).

Después sorprendimos a todos con un baile que habíamos preparado durante unos 3 meses. Digo que los sorprendimos ya que ninguno de los dos bailamos nunca y la gente no se lo esperaba. Comenzamos con "Halo" de Beyoncé, después de un break seguimos con "Let's Get Ridiculous" de RedFoo y acabamos con la versión bachata de "Stand by Me" de Prince Royce. He de decir humildemente que nos quedó muy guay y muy original.

Comenzó el momento de la "disco" con barra libre dónde todo el mundo lo dio todo, la gente no quería irse y tuvimos que ampliar media hora más. No pudimos ampliar más porque justo ese día se cambió la hora y no podíamos incumplir el horario del restaurante. Durante el baile habíamos contratado el fotomatón del espejo mágico y fue todo un acierto, la gente se lo pasó increíble y no pararon de hacerse fotos. También contratamos un food truck de creps y gofres que gustó muchísimo.

Esta es la manera más resumida que se me ocurre de poder explicar nuestro gran día. Siempre digo lo mismo, creo que es una experiencia que debería vivir todo el mundo al menos una vez en la vida. Es la celebración de la unión de dos personas que se aman con locura y que quieren compartirlo todo, pero también es un día homenaje para ti y para tu pareja, es el día que se aprovecha para agradecer todo a los padres, abuelos, hermanos, amigos... Es un día que se vive con los sentimientos a flor de piel, emocionándote a cada momento, la gente no deja de sorprenderte. En nuestro caso estuvimos casi 2 años preparándolo y os puedo asegurar que, a pesar del estrés, del querer tenerlo todo bajo control, merece la pena todos y cada uno de los momentos. Lo mismo pasa con el dinero, es un importe muy grande el que te dejas, pero os puedo asegurar que merece la pena cada euro invertido, si el resultado tenéis la suerte de que sea como el nuestro.

Fue todo increíble.