La boda de Carlin y Alexandra en Pontevedra, Pontevedra

El día de nuestra boda

Y después de tantos y tantos preparativos llegó el gran día. Estaban peinándome y aún no me lo creía, estaba poniéndome el vestido y aún no me lo creía, llegó el fotógrafo y el cámara y el corazón me latía a mil… ¿Es hoy? ¿Ha llegado el día más importante de mi vida?

¡Sí! Había llegado.

Una vez conseguí entrar en el coche con mi enorme vestido de siete capas miré a mi padre, el coche se puso en marcha y el tiempo pasó volando, tan rápido que aún hoy, un mes después, no me creo lo rápido que pasó.

Entrar en la iglesia, ver al novio al final, sonriendo, feliz. Cruzar el pasillo y ver a toda tu familia y amigos emocionados es una experiencia inolvidable.

En dos minutos estábamos comiendo y dos minutos después bailando. En un parpadeo era de noche, y el día más especial y maravilloso que jamás pude soñar tan perfecto tocaba su fin.

Para culminar ese día tan increíble donde todo, absolutamente todo, fue perfecto llegó la noche de bodas, un momento íntimo y especial que cerró la noche que daría paso a ¡mi nueva vida con mi marido!