La boda de Borja y Reyes en Valladolid, Valladolid
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B&R
20 Sep, 2013El día de nuestra boda
La noche previa a mi boda la pasé con mi madre y mis tías. Había pensado en pasarla con mis amigas y al final me decidí por la familia y no me arrepiento.
Me despedí de mi por entonces novio, que me dejó en casa de mis padres y ahí comenzó mi última noche de soltera. Cenamos en familia y, a la noche, nos quedamos mis dos tías y mi madre tomando unas cervezas y bromeando sobre la noche de bodas, no lo olvidaré nunca.
Dormí súper bien. Cuando me levanté, quedé con mi sobrina, que fue mi dama de honor, para ir a recoger el vestido y la flor de mi padre. Cuando volvimos, estuve peinando a mi madre y a mis tías para el gran día.
Más tarde llegó mi amiga a maquillarme (que es maquilladora profesional) y, cuando terminó, me fui a la “pelu” a peinarme, que ya me tocaba. Salí de la “pelu” y me encontré con mi hermano, que estaba empeñado en tomar unas cervecitas antes de ir a vestirme, vaya tela.
Llegué a casa de mis padres y mi sobrina y yo empezamos a vestirnos, la pobre se puso tan nerviosa que era incapaz de colocarme el corsé y tuvo que ayudarnos mi otro hermano. Hicimos unas fotitos en casa y salimos para el hotel.
Seguir leyendo »De camino, en el coche, iba pensando en lo guapo que estaría mi chico y lo nervioso que estaría ya que estaba histérico. Hacía muy bueno, teníamos un sol espléndido, así que podríamos hacer la ceremonia en el jardín.
Fuimos bromeando todo el camino, ya que teníamos una media hora de camino por carretera. Cuando llegamos al hotel ya estaban allí los invitados, yo buscaba a mi novio, pero no pude verle.
Subimos a la parte de arriba del hotel y tuve que esperar a que me dejaran salir para ir a casarme. Fue en ese momento en el que me puse nerviosa, estaba deseando verle tras esas escaleras y ¡no me dejaban salir!
Por fin llegó el momento, me abrieron la puerta y junto a mi padre comencé a bajar las escaleras y por fin pude buscar entre todos mis invitados la mirada de mi futuro marido. Estaba espectacular, guapísimo, no podía dejar de mirarlo.
Comenzamos a caminar por la alfombra roja y no me lo podía creer, ¡estaba a escasos metros de casarme!
La ceremonia fue preciosa, la música entró en el momento justo siempre. Una de las anécdotas fue que alteré la frase de boda, lo dije al revés, vaya tela conmigo.
Otro de los momentos más bonitos fue cuando salíamos del jardín: los compañeros de mi marido nos hicieron un pasillo de sables, fue algo muy emocionante que recordaré por siempre.
Después hicimos las típicas fotos con los invitados y, después, estuvimos por los jardines y el hotel para acabar con el reportaje. Cuando entramos al banquete, me encantó ver a mi familia, la de mi marido y nuestros amigos todos juntos. Estaba feliz.
Hubo un montón de sorpresas que preparé para mis invitados, estaban todos emocionados. El regalo a los padres fue muy emotivo. En los agradecimientos fui espontánea y tuve unas palabras para cada uno de mis invitados. Después pasamos una presentación de vídeo con fotos y sonido de todos mis invitados, de momentos que hemos vivido juntos. Otra de las sorpresas fue para mi tía, que era su cumpleaños, y le pusimos la canción de cumpleaños feliz de Parchís y junto con un ramo y una tarta la felicitamos. Se emocionó un montón.
El momento del baile fue tremendo. Habíamos preparado un baile muy especial: empezamos bailando “Yo no me doy por vencido” de Luis Fonsí, luego la música se paró y comenzamos a bailar trozos de canciones, entre ellas “Izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, atrás 1 2 3”, y por supuesto no podían faltar “Los Pajaritos”. Finalizamos el baile con la canción de Luis Fonsi.
Fue toda una sorpresa para los invitados, que fliparon un montón y lo disfrutaron mucho. El resto del fiestón fue súper especial. Lo pasamos genial. Cuando llegó la hora, volvió el autocar para recoger a mis invitados y llevarlos a su casa y, los que nos quedamos en el hotel a dormir, nos sentamos a terminar la noche con licor de café que trajo una invitada de Galicia y comiendo kikos.
Fue un día espectacular que recordaré el resto de mis días, pude disfrutar de cada momento y tuve tiempo para poder estar con cada uno de mis invitados. Si tuviera que quedarme con un momento del gran día, elegiría sin duda la ceremonia, fue preciosa.
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