La boda de Borja y Esmeralda en Gorraiz, Navarra

Seguidamente nos bailaron un Aurresku-Flamenco, qué emocionante. Después los invitados se dirigieron al jardín del palacio donde era la ceremonia de la boda.

Allí estaba todo preparado pai pais, pétalos, sombreros, sombrillas, pomperos... Llevábamos meses preparando y ultimando detalles y así salió precioso. Lecturas, canciones, carteles, anillos y suelta de mariposas... No faltó de nada.

Allí mismo celebramos el aperitivo y fue dinámico y divertido y también lleno de sorpresas. Yo había contratado unos gaiteros asturianos para sorprender a mi marido y que él tendría un poquito de su tierra en la boda. También nos bailaron unos amigos, cuántas sorpresas y emociones. Antes de dirigirnos al salón tire un falso ramo que era una camiseta grabada.

¡Y sonaba nuestra canción, cogimos aire y para dentro! Allí nos esperaban todos con las servilletas al aire. ¡Yo tenía unas palabras preparadas para el primer brindis! Creo que fue el momento que más nervios sentí.

Y después de comer comenzaron el momento tarta, regalos, detalles... Y a bailar. No somos grandes bailarines, pero no salió mal el baile que habíamos preparado.

Había candy bar, árbol de los deseos, fotomaton, entrevistas, dj y recena. ¡No faltó de nada y el tiempo voló!

Había pasado el día y agotados nos fuimos a la habitación. Todavía sueño y recuerdo ese día tan bonito que tuvimos.